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Olivia iba de camino a casa de Charles, ellos habían estado peleando y dos días antes habían discutido muy fuerte.
La monegasca se fue a su casa y no habló a Charles, el piloto estaba que hechaba humo por que ella no lo quería ver.

Así que lo más fácil de Charles fue emborracharse un sábado por la noche, sabía que Olivia no se negaría en ir a verlo y mucho menos cuidarlo.
Pierre le había llamado a la chica diciéndole que su novio no podía ni pararse y que lo había llevado a su casa para que ella fuera.

Llegó a casa de Charles y al entrar vió a su amigo francés ayudando al piloto a sentarse en el sofá. Escucha los balbuceos del monegasco.

—Ya Charles, me caes mal cuando te emborrachas — se quejó el piloto —Y Olivia no vendrá, ya no te quiere.

Charles abrió sus ojos rápidamente y empujó a su amigo.

—¡Y si me quiere! — le dió hipo —Ya vete, ella vendrá.

La monegasca soltó un suspiro y se acercó hasta ella, Pierre se volteó y sonrió aliviado, pensó que el se quedaría con su torpe amigo y un Charles borracho hace lo que sea.

—Creí que no vendrías, gracias, me quedaría pero tengo que tomar un vuelo en unas horas a Francia.

Charles trató de pararse pero se calló de nuevo al sofá.

—¿Qué pasó Pierre?, ¿por qué tomó tanto?.

—Cuando llegué al bar ya estaba borracho, me dijo que ustedes pelearon y que tu querías terminar con él — le hizo una mueca —¿Ahora qué pasó Oli?.

—Tu tonto amigo — lo señaló y Charles sonrió —El y sus estúpidos celos, discutimos fuertemente y me fui a mi casa — Pierre miró mal a Charles —Ve a casa, yo me haré cargo de él, ten un lindo viaje.

Pierre se acercó a su amiga y se despidió con un beso en la mejilla.

—Al rato no recordará nada, si pasa algo me llamas, adiós.

Salió de la casa dejando sola a la pareja, Olivia pasó sus mano por su cabello y se terminó de acercar a Charles.

—Liv mi amor — balbuceó —Sabía que vendrías, dame un beso.

—No te daré nada, estoy enojada contigo mirate como estás — lo reprendió —Ahora si voy a dejarte para que te largues a tomar con provecho.

—No,no,no — negó con sus ojos llenos de lágrimas —Lo siento, abrázame.

Se sentó en el sofá junto a el y Charles buscó su pecho para acostar sus cabeza en el, la abrazó y cerró sus ojos. Muy pocas veces se emborrachaba y lo hacía cuando se sentía culpable de algo, le había gritado a Olivia por celos y se descargó con ella la presión del trabajo que tenía.

—Eres un inconsciente Charles, alguien pudo tomarte una foto en esta situación — lo reprendió de nuevo —Luego tienes problemas con Mattia.

—Lo sé, tengo calor.

Se separó bruscamente de ella y se intentó quitar la ropa, Olivia lo detuvo y lo ayudó a levantarse para llevarlo a la habitación de abajo, no subiría a la segunda planta ya que Charles pesa mucho para ella y no podía ni caminar.

A como pudo lo llevó hasta la habitación y lo sentó en la cama, le empezó a quitar la camisa y Charles empezó a reírse a lo que su novia lo miró con su ceja alzada.

—Ahorita no podemos hacer el amor cielo — se rió balbuceando —No tengo fuerzas y me gusta ser rudo.

Giró sus ojos e ignoró el comentario de su novio.
Le quitó la camisa y le quitó los tenis para luego llevar sus manos al cinturón pero él le puso su mano.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora