18.2

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Finalmente Olivia y Charles estaban casados, la pareja había pasado su supuesta luna de miel en Italia pero para ambos fueron las vacaciones más aburridas que han tenido, no salieron y cada uno se la pasó encerrado en la habitación del hotel.

Ya habían regresado a Mónaco y la monegasca quería ir al mar a nadar un poco Charles no pudo negarse y era evidente que no la dejaría sola, ella llegó primero y el llegó después. Se acostó en uno de los camastros en donde Olivia tenía sus cosas y se ubicó por que ahí estaba el guardaespaldas que cuidaba de ella.

Leclerc se puso sus lentes y cruzó sus brazos detrás de su cabeza para disfrutar un rato el rico aire, se sentó torpemente al verla salir del agua, se quitó sus lentes y parpadeó varias veces no recordaba muy a detalle el cuerpo de la mujer, Olivia iba saliendo del mar mientras caminaba hasta Charles y el la veía en cámara lenta.

—No me jodas — susurró para el mismo.

Olivia al verlo detuvo su paso y levantó su cabeza en saludo, ella caminó por una toalla cuando un apuesto hombre se acercó hasta ella, eso le disgustaba al monegasco siempre se la acercaban hombres a su "esposa".

—¿Necesitas una toalla? — le preguntó el chico y ella asintió —Pues tienes suerte, hoy soy el encargado de ellas — le pasó una.

La monegasca se rió y se la aceptó.

—¿Eres de aquí?.

—Si — le respondió y siento la mirada de alguien, Charles estaba con su ceño fruncido mirándola.

Se levantó del camastro y miró a su guardaespaldas.

—¿Ya la viste? — se quejó —Ella si puedo coquetear con chicos y yo no, ve y traela Nick.

—Señor, no creo que su esposa acepte que yo la traiga, no quiero sus uñas de nuevo em mi brazo.

El monegasco puso en blanco sus ojos y miraron a Olivia.

—¿De qué tanto se ríe con ese? — se cruzó de brazos —Lo mismo fue en Italia, ella hará que me de un infarto. Ahora vuelvo Nick.

El guardaespaldas se rió y negó con su cabeza, su jefe era celoso de una mujer que no le pertenecía.

—Mi amor — la habló Leclerc —Es hora de irnos, perdón ¿interrumpo?.

El chico con el que hablaba Olivia la miró confundido, ella le sonrió algo nerviosa.

—¿Quién eres tu?.

—Oh no, aquí la verdadera pregunta ¿quién eres tú? — lo miró Charles de arriba abajo —Pero responderé tu pregunta, soy el esposo de esta bella mujer.

—Vaya, bueno creo que es hora de irme.

Se alejó de la pareja y Olivia no dejaba de mirarlo.

—¿Se puede saber que tanto hablabas con ese? — se puso las manos en la cintura —Recuerda que te pueden tomar alguna foto.

—Es lindo, quizás pueda ser mi amante — sonrió —Ya que todo esto es una farsa a como tu le dices.

Se alejó de él caminando hasta el baño, Charles hizo puño sus manos y fue detrás de ella, al llegar al baño la jaló del brazo y se encerraron en uno.

—¿Qué mierda te pasa?.

—Voy a aclararte algo Olivia — la pegó a la pared y ella se quejó —Si por tu linda mentesita pasa tener un amante te juro que me conocerás enojado, eres mi esposa — la encaró —Y no voy a dejar que te burles de mi, mucho menos seré la burla para los demás, ¿entendiste? — ella lo miraba sin decir nada —Espero que te haya quedado claro por que si me llego a enterar que tienes o quieres tener una aventura mataré al idiota a golpes por meterse con mi esposa.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora