—¡No Olivia, no voy a comprárte un perro! — repitió por quinta vez Charles mientras entraba a la habitación —No podemos tener un perro aquí en la casa.
Entró detrás de él y se cruzó de brazos.
—Pero tú me dijiste que te pidiera lo que sea, mi cumpleaños es en dos días y me dijiste que te pidiera mi regalo — le recordó —Y yo quiero un perro Charles.
Giró los ojos y se volteó para mirarla fingiendo una sonrisa.
—Lo sé, sé que yo te lo dije pero creí que me pedirías otra cosa, un auto, un viaje o bolsos pero no un perro.
—¿Un auto? — murmuró —No quiero eso, quiero un perro y si no me regalas eso no me des nada — quiso chantajearlo.
Ella amaba los regalos que él le daba pero quería un perrito, tenía mucho tiempo que quería tener una mascota.
—Se supone que debes aceptar los regalos que te dan el día de tu cumpleaños sin protestar.
—Si pero tú me diste a escoger.
Volvió a negar y se quitó la playera.
—No tendremos un perro aquí Liv, hasta un bebé si quieres pero eso no — advirtió —Son un desastre y casi no estamos en casa.
—Pero voy a llevarlo conmigo amor.
—No, ya dije que no.
Le aventó un oso de peluche y salió enojada de la habitación aventando la puerta, el piloto se rió y entró al baño para darse una ducha.
Al día siguiente Charles llegó a casa de Max por el encargo que había hecho, tocó el timbre y segundos después el neerlandés abrió la puerta.
—Ya era hora Leclerc — se hizo aún lado para que entrara —Ese perro solo se la pasa llorando.
—No te quejes, es para una buena causa.
Ambos caminaron hasta la terraza y el monegasco se agachó para acariciar a la mascota que había en una camita que había comprando para el pequeño animalito.
—¿Olivia sospecha?
—Para nada — miró a su amigo —Hoy me volvió a decir que quiere un perro pero yo le dije que no, es una sorpresa por su cumpleaños.
Max se rió y se sentó en el sofá.
—Se supone que tú no querías animales por el momento.
—Se supone — suspiró y se sentó alado de él —Pero ella lo quiere y no puedo negarselo, además esta raza de perro son pequeños y fácilmente puede llevarlo a donde quiera. Lo llevaré a casa de mi madre hoy para dárselo mañana en la fiesta, ¿vas a ir?
—Claro que si, no me perdería los veinticinco de tu chica.
El de Ferrari asintió sonriendo y cargó a su nuevo hijo, Max levantó la camita junto con la almohada para luego caminar hasta la salida.
—Ese perro si que salió caro.
—Lo sé — lo metió al auto —Pero no le pongo precio a nada para Liv, estará feliz y es lo que importa.
Verstappen le dió la razón, Charles le agradeció a su amigo por haberle cuidado al perro y por haberlo ayudado a comprarlo, había viajado a Inglaterra por el encargo del monegasco.
Después de dejar a la nueva mascota de Olivia en casa de su madre manejó hasta la de él. Su novia llevaba semanas diciendo que quería un perro, le gustaban los animales y en sus veinticinco años solo había tenido un perro y eso que fue a los trece.
Charles le había dicho que escogiera su regalo de cumpleaños y lo primero que pidió fue un perro, él ya lo había encargado pero la estaban engañando de que no tendrían uno pero era sorpresa.
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One shots | Charles Leclerc
FanficHistorias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.