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Olivia era un chica universitaria y con una vida normal como la de los demás, sin cámaras alrededor de ella o ser juzgada por miles de personas. Pero eso todo cambió cuando empezó a salir con Charles, lo había conocido en un juego de tenis y sin duda comenzaron a hablar y salir hasta qu3 web hicieron novios.

Todo al principio iba bien, era privado pero ambos decidieron hacerlo público. Muchas personas apoyaban la relación que él tenía con ella pero algunas no, ignoraron esos comentarios y continuaron con su relación.

Las cosas cambiaron cuando la monegasca había dejado de ir a las carreras de Charles, estaba a punto de graduarse y no tenía tiempo para nada, él la había entendió y la apoyaba. Ellos estaban bien pero para la prensa y los fans al parecer no lo veían bien, siempre se preguntaban que si en donde estaba Olivia, los comentarios y mensajes hacia ella comenzaron a ser muy feos pero no se lo había dicho a Charles.

Las personas eran crueles, le decían que no era lo suficientemente bonita para Leclerc y que él merecía algo más ¿A caso no pensaban lo mal que se sentía al leer todo eso?, la acosaban constantemente en las calles y eso sin contar los malos comentarios que recibía en la universidad, se estaba cansando.

Muchos decían que no era suficiente, que merecía y debía salir con otra personas que estuviera a su nivel, calló todo eso y se lo guardó para ella. No quería decirle nada a su novio, sabía que él tenía que estar concentrado en las carreras.

Pero ahí estaba Olivia fuera de la universidad esperando a que Charles llegara, a su lado habían dos chicas que se quitaron sus lentes cuando vieron parar el Ferrari del piloto frente a la universidad.

—¿Es Charles?

—Así es — respondió una de ellas mirándolo —Y al parecer viene por Olivia a como todos los días.

—Es afortunada.

—Lo es, pero él merece algo mejor.

Olivia solo suspiró y se acercó a su novio quitándose sus lentes, el piloto la recibió contento dejando un beso en su frente.

—Hola cariño — le quitó la mochila y la agarró de la mano para caminar al auto —¿Cómo estuvo tu día?, ¿muchas tareas?

Las personas los miraban pero él ignoraba a todos, estaba con su chica y su atención la tenía solo ella.

—Algo pesado, pero me consuelo al saber que muy pronto me graduaré.

Le sonrió y abrió la puerta del auto, cerró y le dió la vuelta para entrar él. Las cámaras no se alejaban de ellos y eso la hacia sentir incómoda, se preocupaba al salir mal en alguna foto por que inicarian las burlas o malos comentarios.

—¿A donde quieres que te lleve a almorzar?

—¿Podemos ir a tu casa? — lo miró —Quiero que almorcemos allá amor.

—¿Segura?, yo quería llevarte a tu restaurante favorito y pedir esa lasaña que tanto te gusta e incluso la pizza.

—Estoy cansada y no quiero eso — negó —Engorda y creo que estoy subiendo de peso.

El ceño del monegasco se frunció, ¿desde cuando su Olivia se negaba a la lasaña o a la pizza?

—Estás loca amor — se rió —¿De donde sacas eso?, tú estás muy bien así.

No respondió y solo le sonrió de lado, salieron de la universidad y en todo el camino iban en silencio cosa que a Leclerc le pareció extraño, su novia siempre iba contando de su día o de lo que quería hacer. La notaba extraña pero decidió no decir nada, luego hablaría con ella.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora