33.3

8.9K 516 128
                                    

Harry Leclerc estaba parado en la cama mientras veía la caricatura del Rey León.

Su madre estaba vistiéndolo para su primer día de colegio, el pequeño una noche anterior había estado nervioso pero su padre lo ayudó a calmarse. Ya había terminado de desayunar y era hora de arreglarlo y era lo que hacía la señora Leclerc.

—Cielo, no te muevas.

—Canta conmigo mami — agarró el peine y empezó a bailar —Poderoso rey seré sin oposición.

Pues yo nunca he visto un rey león que no tenga un mechón — Cantó la bella Olivia provocando la risa de su hijo.

Ambos se rieron y Harry siguió cantando.

¡Yo quisiera ya ser un rey! Cantó abriendo sus brazos.

Olivia sonrió y acomodó la ropa de su hijo.

—Tu ya eres un rey mi amor, de tu padre y mio — le dió un beso en la frente —Hora de irnos, tu padre está a nada de llegar por nosotros.

El niño obediente apagó la televisión de su habitación, su madre lo ayudó a ponerse la mochila y juntos bajaron a la primera planta. Verstappen caminó hasta la cocina por la lonchera de almuerzo era de Ferrari había sido un regalo de su tío Arthur, tenía otra de Iron Man pero el decidió llevar la de Ferrari.

Había cambiado mucho la vida de esa pareja pero había sido para bien.

Salieron de la casa para esperar a Charles, el había ido a casa de su madre por la mañana pero regresaría por ellos para llevar a su hijo el primer día.

—Mami — la habló el niño moviendo su mano —No quiero ser un rey, mejor que papá lo sea y tu eres su reina — la miró —Y yo soy el príncipe guapo.

Leclerc había trabajado muy bien con su hijo, le había dicho tantas veces que era demasiado guapo y que ambos se parecían, solo Charles se sube el ego pero Olivia no podía negarlo, sus dos hombresitos eran hermosos.

—Hay que dialogarlo con papi — le arrugó la nariz —Y mira, allá viene.

Charles se estacionó frente a ellos en la camioneta y se bajó para subir a su hijo, le puso el cinturón de seguridad y le dió un beso.

—Creo que llegué tarde amor — vió si reloj —Tenemos veinte minutos para llegar, vamos, sube.

La rubia asintió y subió a la camioneta para luego Charles cerrar la puerta y subirse él.
Salieron de la casa y el gran portón se cerró, el piloto puso algo de música infantil para su hijo y el niño empezó a cantarla. Harry amaba cantar y era muy fan de Disney al igual que marvel.

—Papá.

—Dime, hijo — lo miró por el retrovisor.

—¿Tú quieres ser un rey o un príncipe?.

El piloto miró a su esposa y le levantó la cabeza, ella solo se rió encogiendose de hombros.

—Bueno, pues.. — pensó —Yo soy el rey de tu madre — dijo burlón y se rieron —Aunque un principe no está nada mal, ¿por qué?.

—Por que tu serás el rey y yo el príncipe, la abuela Pascale me leyó un cuento de eso — le contó —Y había un rey, una reina y un príncipe pero el príncipe tenía una mascota.

Olivia y Charles se miraron, ya sabían por donde iba su pequeño niño. Llevaba pidiéndoles una mascota pero aún lo estaban analizando.

—¿En serio así iba la historia?.

Asintió rápidamente ante la pregunta de su papá.

—En la historia era un caballo pero yo con un perrito me conformo y le quiero poner Lord Perceval.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora