18.3

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Las pisadas de Olivia se escuchaban en toda la casa gracias a los tacones de punta de ajuga que ella llevaba, iba concentrada mirando los boletos de un partido de basketball al que Charles quería ir, la convivencia con ellos mejoró.

Ambos se atrevían a decir que se llevaban bien y que habían pasado muchas cosas con ellos, desayunaban juntos, dormían juntos y salían juntos sin pelear, si habían ocasiones que estaban en desacuerdos pero ya no se gritaban y el monegasco ya no la hacia enojar, llevaban varios meses así.
Ella entró a la oficina que tenían en casa sin dejar de mirar los boletos.

—Charles mira, los boletos — levantó su cabeza y su sonrisa se borró al ver a la mujer que estaba con él, una rubia estaba alado de él con unos papeles.

Y para la monegasca no era de todo agrado verla pegada a Charles, el chico se tensó y se alejó de ella al ver la cara de disgusto que tenía Olivia.

—¿Interrumpo algo?.

—No cariño — se acercó a ella —Ella es Elena y es nueva en la empresa y estamos chececando lo de unos contratos.

Solo asintió sin dejar de mirar a la mujer que solo miraba a Charles, Olivia no sabía si era incomodidad o que lo que sentía.

—Las cosas de la empresa son las empresa Charles — se puso frente a el y acomodó su corbata —Dile que se vaya de mi casa, después vas a la empresa.

Charles sonrió burlonamente.

—No estés celosa, no son mis gustos — le susurró —Solo dame cinco minutos y ella se irá, quédate.

Ambos caminaron hasta el escritorio de Charles y ella se sentó frente a él, Elena le sonrió a la señora Leclerc.

—Elena, ella es mi esposa Olivia — la presentó, vaya Leclerc ya era hora —Y mi amor ella es Elena, es nueva en la empresa.

Elena le volvió a sonreír pero Olivia solo la miró y se cruzó de piernas recargando su brazo en la silla, ¿esos eran celos Olivia?.

Continuaron con el trabajo y mientras Charles le explicaba unos puntos a la nueva ella solo lo miraba y Evans estaba segura que ni atención le ponía a su jefe, hizo puño sus manos y trató de relajarse.

Tocaron la puerta de la oficina y Olivia permitió el pase.

—Señor Leclerc, sus hermanos están en la sala vinieron para el almuerzo.

—Atiendelos en unos minutos iré con ellos, ve preparando la mesa — le dijo.

—Su hermano Lorenzo quiere hablar con usted, dice que es importante.

El asintió y se levantó de su silla para salir de la oficina y ver que era lo que su querido hermano quería.
Elena no dejó de mirarlo hasta que salió de la oficina y cuando fijó su mirada en Olivia ella la miraba seria.

—Así que, ¿eres la nueva? — ella asintió —¿Si sabes por qué la chica anterior que tenía el puesto que tu tienes ahorita fue despedida? — volvió a asentir —¿Y sabes por qué? — negó —Por que coqueteaba con uno de sus fejes y no le importó que el estuviera casado.

La chica se tensó.

—Te daré un consejo — se recargó de la mesa —Cuida tu trabajo y no mires con deseo a mi esposo, no me hagas sentir incomoda por que puedes perder tu empleo.

—¿Es una amenaza?, a Charles no le molesta que lo mire.

Olivia se levantó de su silla.

—Es señor Leclerc o señor Charles para ti, mi esposo suele ser un poco despistado y el no le presta mucha atención a esas cosas pero yo si, así que ahora agarra tus papeles y ve a la empresa por que mi esposo y yo almorzaremos con la familia — caminó a la puerta —Oh y no es una amenaza, como dije es un consejo, te repito que no lo mires así no me gusta.

One shots | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora