Aguas misteriosas

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-¿Ya les mencioné que detesto el mar? - Exclamó Scotty.
-Sí, creo haberlo escuchado alguna vez. - Le confirmé.
-17 veces en las últimas 2 horas. - Puntualizó Morti.
-Entonces, ¿por ke rashos estamos en el mar?
Farfulló la escocesa furiosa. Ya se le había dicho pero solo quería quejarse. No la culpo. Los barcos no hacían más que traerme malos recuerdos, pero bueno, éste no era un barco. Era un bote deportivo que Nate consiguió para nosotros. De seguro se lo robo, pero no me quejaba porque tenía piloto automático y nosotros no teníamos la más remota idea de cómo funcionaba, tanto así que ni siquiera podíamos apagar y prender el automático. Al menos podíamos hacerlo ir más despacio o más lento.
Me alejé de la escocesa y del rubio darks para ir con Lizzi.
-¿Cómo vamos?
-Mal. - Respondió Nate. - Miento, no sé.
Lizzi me mostró el plan de viaje en su laptop. Llevábamos con buen rumbo a Ula-Ula.
-Bien.
Le dije, y miré el horizonte, hasta que noté a la ojiazul algo distraída. Me recargué en el barandal y le pregunté:
-Te veo rara. ¿Qué te pasa?
Ella me miró ligeramente confundida, cerró la computadora y me dijo:
-No sé de qué hablas. Estoy bien, de verás. - La miré de forma severa. - Bueno, es algo que me revolotea por la mente.
-¿Qué cosa?
-¿Qué crees que te sirve más para mejorar? ¿Tener un modelo a seguir o alguien a quién quieras vencer?
¿Qué clase de pregunta era esa?
-¿Qué clase de pregunta es esa?
-Solo era una pregunta.
Dijo algo tímida. Lo reflexioné por un segundo y le respondí.
-No he tenido tanta gente a la que admiro, salvo mi padre tal vez, lo cual no significa que no reconozca la fuerza de algunos como el Maestro Dragón o Lorelei. En cambio, he tenido rivales, gente que quiero vencer. Jaden fue el primero, y ahorita mismo voy tras el cabrón de Ojo rojo. Así que supongo que crezco más con rivales, pero imagino que lo que funciona debe ser tener un objetivo que lograr.
-Ya veo. Gracias Saske.
Seguimos navegando por un rato, cuando de pronto una luz apareció en medio del mar perturbando las aguas. Todos fuimos a asomarnos para ver que era, y entonces presenciamos como un enorme pescado formado totalmente de agua y con un aura rodeándolo apareció de la nada.
Scotty escupió.
-¿Ke rashos es eso?
-Es un Wishiwashi. - Respondió Karin, y cuando todos la miramos, ella explicó. - Leí sobre ellos. Pero no sé porque tiene esa aura.
-Está en super saiyajin.
Sugirió Nate, pero Morti procedió a dar la verdadera razón.
-Es un dominante. Lusamine me contó de ellos. Pero se supone que tenían hábitats establecidos.
Lizzi se llevó las manos a la cabeza y cuestionó:
-¿Por qué está aquí? ¿Cómo llegó aquí?
Y miró nerviosa a la criatura que se revolcaba entre las aguas. Traté de mantener en orden mis ideas. Me giré y le dije a mis compañeros.
-Tranquilos. Esto es raro, pero no nos incumbe. Ese Wishiwashi nadara un rato y se irá lejos. -Todos entonces miraron a través de mí. - Viene hacia acá, ¿cierto?
Volteé para ver como el pez nadaba hacia nosotros. Nate tomó una pokebola y estaba listo para saltar.
-Espera, ¿qué haces?
Me miró con una sonrisa en el rostro y exclamó:
-¿Acaso no es obvio, amigo Saske? El destino me ha servido una cita con un ser de poder rebosante, y no puedes pedirme que no lo enfrente.
Después de eso miró a Lizzi, y saltó.
-Es un idiota.
Exclamó Morti. Entre tanto Nate dejó salir a su Gyaradous y lo montó. Todos vimos como las dos bestias acuáticas nadaron una con otra hasta que colisionaron. Para nuestra desgracia, la serpiente fue barrida por el pecezote. Al retroceder, Nate sonrió mientras decía:
-Furia dragón.
La descarga de fuego golpeó en la cara al Wishiwashi hiriéndolo, pero este no se acobardó y le lanzó una gran onda de agua que llegó hasta nuestro bote.
-Esto es malo Saske - me advirtió Morti- con esos movimientos nos sacará de curso. Debemos subir
Apreté mis puños.
-Háganlo, pero yo voy a bajar.
Todos me miraron. Lizzi me objetó:
-Pero es muy peligroso, es un dominante.
-Por eso mismo, debo frenarlo.
Le respondí y tomé una pokebola. Si iba a pelear en el agua, no creía que Lizardon pudiera ayudarme. Tendría que usar a Croconaw. Cuando iba a saltar, Karin se posó a un lado mío.
-¿Qué haces? - Le cuestioné.
-¿Qué haces tú? Yo tengo a Lapras, Croconaw apenas si podrá cargarte.
En eso el Wishiwashi golpeó de nueva cuenta a Gyaradous.
-Al diablo, debo ir ya.
-Sí tu saltas yo salto.
Me advirtió. Di una sonrisa y saltamos. Mi amiga sacó a Lapras y yo a mi cocodrilo. Lo malo es que al aterrizar trague agua, y estaba muy salada. Miré a mi amiga que se estaba amarrando el cabello para que no le cayera a la cara. Pero eso no era lo importante, si no que Nate y su pokémon lanzaron un disparo de poder, el cual se tanqueó el pescado gigante y le lanzó un chorro de agua que lo hizo retroceder hazte el bote. Debía frenarlo.
Me acerqué con toda la velocidad a Croconaw y le di un Hidrobomba. El Wishiwashi le recibió moviéndose un poco, pero no le hizo gran daño. El pescado volteó a verme, pero en eso llegó Karin y le tiró un Rayo hielo en el ojo, lo cual lo daño no obstante también lo hizo enfurecer.
Wishiwashi se giró hacia ella dándome un coletazo a mí y alejándome. Abrió su boca y trató de tragarse a Lapras, sin embargo éste uso el agua para hacer un escudo que detuvo el mordisco. La castaña aprovechó ese momento para sacar a Venusaur y le ordenó:
-Danza pétalo.
En cuanto apareció disparó el montón de pétalos dentro de la boca del pescado haciéndole mucho daño, y en cuanto el ataque acabó Karin regresó a su sapo y se replegó.
Cuando se hubo alejado lo suficiente, lancé a Pikachu al aire para que le tirara un Rayo. Por la manera en que se retorció quedó claro que fue muy eficaz. Luego, lo regresé a la pokebola. En eso, apareció Nate con una sonrisa a toda carga con su pokémon.
-Vamos Garaudos.
El dragón acuático chocó con el pescado y le dio un mordisco, no obstante ese fue el colmo para el pez que le regresó la tackleada derrotando a Gyaradous. Nate lo devolvió a su pokebola y cayó al agua. Mi amiga reaccionó al instante yendo hacia su posición con Lapras para recogerlo y llevarlo al bote.
-Ve, - le grité - yo te cubro.
Si quería frenarlo, necesitaba algo grande. Tome una pokebola, hice para atrás el brazo y lancé al pokémon.
-Snorlax, golpéalo.
Mi enorme pokémon cayó con todo su voluminoso cuerpo contra el Wishiwashi haciéndolo retroceder y dejándolo ligeramente confundido. Regresé a Snorlax a la pokebola y me giré un momento para ver que Karin se llevaba a Nate sobre Lapras hacia el bote.
El pez se recompuso y me miró furioso, pero luego vio a través de mí, detectando como mis amigos huían. Me solté de Croconaw y le ordené:
-Cola dragón.
Mi cocodrilo nadó un poco, saltó y le golpeó con la cola. El pez se dio cuenta de que no le dejaría pasar, así que retrocedió y se metió bajo el agua. Nadaría bajo la superficie.
-Mierda.
Exclamé, me sujeté de Croconaw y comencé a nadar detrás de él. Noté en la lejanía que la castaña y el rubio ya habían llegado al bote, y que Nate ya estaba siendo subido mientras que el pez y yo nos acercábamos.
En cuanto el rubio estuvo sobre el bote, Karin vió la sombra de Wishiwashi cernirse sobre ella. Mi amiga se giró, miró de frente al dominante y acarició a su pokémon. Lapras lo esperó, y cuando tuvo de frente al Wishiwashi le disparó un Hidrobomba. Al principio lo detuvo, pero el pez le regresó el Hidrobomba con tal poder que levantó ligeramente al bote y hundió a mi amiga en el agua.
-¡Karin!
Grité, y le ordené a Croconaw que acelerará el paso. Cada segundo que pasara sin que ella saliera me preocupaba más. Sin embargo, Wishiwashi no iba a dejarme acercarme. Y entonces vi que alguien saltó del bote y entró al agua de un clavado. Era Scotty.
Si ella iba por Karin, podía estar seguro de que la sacaría. No obstante, no podía perdonar a este dominante.
-Croconaw, Colmillo hielo.
Me solté de mi cocodrilo para que saltara contra el pez aferrándose a su nariz. A pesar de su tamaño, era una parte sensible de su cuerpo. Cuando se le congeló, llamé a Croconaw para darle otra vez con Snorlax, pero esta vez dejé caer a mi pokémon al agua, para pararme sobre él ya que flotaba, imagino que gracias a la grasa. Y ya ahí, dejé salir a Pikachu para que le tirara una seguidilla de rayos en la cara.
A pesar de lo satisfactorio que fue eso, aún seguía preocupado por Karin. Guardé a Snorlax dejando salir a Croconaw de nuevo, para que me llevara a donde la castaña había caído. Justo cuando arribé, Scotty sacaba a mi amiga a la superficie. Karin tosió escupiendo agua y jadeaba en busca de aire.
-¿Estash bien?
Preguntó la escocesa. Mi amiga asintió levemente. Lapras se acercó nadando lentamente, pareciera que el golpe le dolió. Miré hacia el bote, comenzaba a alejarse de nuevo.
-Lapras, llévatelas.
Le ordené al pokémon, pero mi amiga negó con la cabeza.
-No, yo me quedó.
Alcanzó a articular. No obstante, Scotty la tomó del hombro y le tranquilizó.
-Yo me quedarre, tú ve tranquila
La castaña nos miró, sacó una pokebola y presionó el botón.
-Parece que se estropeó por el agua. Volverá a funcionar, pero de momento si me quedó les estorbaré. Prométanme que estarán bien.
Scotty se quitó su suéter y la cubrió.
-Lo prometo.
Yo le sonreí girándome hacia el Wishiwashi que se acercaba.
-Yo no necesito prometer, ya sabes que lo lograré.
Después de eso, escuché como Lapras nadaba lejos de nosotros. Volteé a ver la escocesa, quien tenía mala cara, así que le animé:
-Parece que somos tú y yo.
Ella escupió:
-Ya te dije que odio el mar.

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora