Un mar de llamas

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El barco que nos dieron era realmente horrible. Estaba hecho de madera, pero estaba ya bastante descuidado haciendo que la pintura se corriera y que la humedad lo dañará en exceso. Encima era tan lento, ya llevabamos un par de días y no llegábamos. Por último, que bueno que Couren sabe de barcos que si no quizá estaríamos a la deriva.
Viendo las azules aguas del mar junto a mis amigos, exclamé:
–Quiero un videojuego.
Karin siguió:
–Quiero un libro.
–Quiero una pizza.
Nos informó Jaden, y por último Scotty.
–Kierro bomithar.
Y comenzó a explusar su interior al océano.
–Mierda escocesa, eso es asqueroso.
Exclamó Jaden mirando hacia otro lado. Scotty había estado bebiendo desde que subimos al barco. Un par de días ebria y algo insoportable por las mareas, lo que hace que me pregunte como es que llegó de Galar hasta aquí con vida. Mire al mar de nuevo, traté de averiguar en que dirección esta Galar.
–Oye Scotty -ella me volteó a ver con la mirada algo perdida y algo de baba todavia goteandole- ¿hacia dónde esta Galar?
Ella fue tomada por sorpresa con esa pregunta, espabiló un poco y señaló al frente:
–Ashí -pero recogió su mano apuntó a otro lado- no, aya... no se donde carajos ésta.
Jaden se burló.
–Ja, la respuesta ésta en tú corazón.
Basada en ese consejo, la escocesa apuntó hacia el oeste.
–Ayi ésta.
Vi en la dirección a la que apuntó. No alcancé a ver ningún Galar, pero aún así sentía dentro de mí que tras toda esa inmensa capa de agua estaba una región que no conocía.
–Me preguntó que será de Hoenn y Sinnoh.
Preguntó Karin. La volteé a ver porque me pareció curioso eso.
–Están lo bastante lejos de nosotros como para que la guerra les afecte. –Explicó Jaden- Hoenn esta rodeada de agua y Sinnoh, pues no sé, la protección de Arceus o alguna tontería similar que se inventaron.
–Acuerdate que Hoenn ésta aliada a Teselia por la Orden de la flor, y Kalos también.
Le recordé, pero él hizo un gesto con la mano restándole importancia.
–Si ese par o incluso Sinnoh fueran a intervenir lo hubieran hecho cuando estábamos peor, con solo tres ciudades y la Meseta añil, rodeados por el Johto conquistado. Ahora, con el desmadre que hicimos y lo que se a logrado la guerra podría ir para cualquier lado.
Explicó mi amigo, y yo asenti.
–Tienes razón.
–Además, los que se alíen con Teselia son maricas.
Todos sonreímos ante ello. Las cosas se veían bien, de hecho ya se estaba planeando la reconquista de Kanto.
–Oigan, ¿y qué pasó con Aza?
A Jaden y a mí nos tomó por sorpresa la nueva pregunta de Karin.
–Carajo, nos olvidamos de esos batos.
Maldijo Jaden.
–Deben estar bien -aseguré no muy convencido- estaba Koga con ellos, debieron como mínimo haberse retirado de regreso a Ciudad Fucsia.
Reí histericamente. Ellos fueron en nuestro rescate y no deben tener idea de lo que nos sucedió.
–Baia kej la liaron -se burló Scotty y los tres la volteamos a ver feo- No me watch me azi, supe que la four-eyes avisó ke nos pasó, ze lo dijo al rapado.
Así que Lizzi lo hizo. Que lista, más porque a mí ni se me pasó por la cabeza ese tema. Lo que me recuerda que tengo una plática pendiente con ella, traté de darle su espacio pero basta de evitarla. Además, me sentía melancólico y no se porque. Entonces Karin interrumpió mis pensamientos.
–Scotty, ¿cómo es Galar?
La escocesa infló su pecho y respondió:
–My tierra tiene mushas fábrikas y grandes estadios. In Galar hace mucho frío, ademaz de que ecsiste una oficina de aduanas muy heavy. Oh, y hay pokemons yigantes.
No sabía si creer todo lo que nos dijo, pero de momento daría por hecho que hay pokémon gigantes.
–Suena muy creíble.
Replicó Jaden.
–Lo que me recuerda - reclamó Karin- Hoenn y Sinnoh no son solo agua y creencias. Los libros que te presté decían mas que eso.
Jaden rió.
–De eso hablaba esencialmente.
–Yo recuerdo que había fiestas en cada pueblo, concursos de belleza o algo así.
Les dije y ellos me miraron.
–No puedes opinar, no leíste el libro.
Me excluyó mi amigo, pero mi amiga intervino.
–Al menos él aprecia la cultura de otras regiones.
–Ja, me burle.
Jaden se acomodó el cabello. Karin se sonrojó ante ello y murmuró:
–Kalos.
Él volteo con cara de interrogación. Ella rápido recompuso.
–Kalos, la región. Quisiera visitarla algún día.
Ya recordé porque estaba melancólico. El barco, Kalos, me recordaba a Diana. Sonreí al recordarla.
–Te acompañaré, Kalos tiene cosas muy bellas, como la Torre Prisma, el Reloj Solar, y demás.
Y también quería ver a Diana, no se por que o para que pero debía verla de nuevo.
–Entonces, ya esta Saske, cuando acabamos con esto tomaremos un avión e iremos a Kalos -volteó a ver Jaden- los tres.
Él asintió y sacó una pokebola de su bolsillo.
–Ahora que lo pienso, tú no has volado, ¿cierto? -preguntó mi amigo a mi amiga, quien asintió- Entonces te invitó a dar una vuelta por los cielos.
Le propuso sacando a Aerodactyl y extendiendo su mano. Ella la tomó y aceptó dando brinquitos de felicidad.
–Sip, vamos.
Jaden ayudó a subir a Karin al ave prehistórica, la cual comenzó a aletear.
–Nos vemos en un rato más. Bye loosers.
Se despidió Jaden y emprendió el vuelo con Karin aferrada a él. En mi rostro se dibujo una sonrisa al ver como se perdían entre las nubes. Luego escuché un golpeteo contra l barandilla del barco. Era Scotty.
–Hey, tranquila.
Le pedí, pero ella rompió un pedazo de madera y lo lanzó al aire cayendo al piso en el acto.
–Glaikyt.
Exclamó. Yo la miré y decidí que lo mejor era despacharla a dormir y que se le bajara la borrachera, pero no la vi con ánimos de levantarse.
–Ven, vamos.
Me agache y ella pasó su brazo sobre mi hombro para ponerse de pie y luego para caminar. Su aliento apestaba, y tenía la mirada algo ida; el que se le cruzara el alcohol con la marea si que la dejó fuera de combate. La vi un poco, en el fondo de sus ojos, sentía que detrás de esa ebria agresiva había más, pero ella jamas lo mostraba.
–¿Khe rashos me ves?
Preguntó la escocesa, yo le respondí abriendo la puerta de su habitación.
–Nada, ya llegamos.
La mayoría compartíamos cuarto, pero nadie quiso compartirlo con ella. Hubo quienes opinaron que debieron meterla junto a Jaden en las celdas, pero las celdas no servían, así que las usamos como improvisación de hospital.
Scotty caminó a su cama y se lanzó sobre ella. Yo me retiraba cuando me habló.
–Ey, ¿you también kierres vencerr al glaikyt de Jaden?
Con la mano en el pomo de la puerta, le respondí.
–Por supuesto, además de mi amigo es mi rival. Claro que quiero derrotarlo.
Ella se revolcó un poco y me contestó:
–Pues I lo hare first, no puedo olvidar ke me derroto and umiyo, y se burló, de my.
–Eso es lo que hace siempre.
Le dije mientras cerraba la puerta. Jaden sin duda era genial. Caminé unos cuantos metros y a mi derecha estaba el pasillo en donde estaba el cuarto de Lizzi. Bien, hora de ser un maestro, o algo así era yo para ella. Llegué a su puerta y la toque. Ella no abrió, ni se oyó ningun ruido, de formo que volví a tocar.
–Lizzi, soy yo. Abre por favor.
Escuché como la cama rechinaba, luego sus pasos y finalmente como se abría la puerta. La vi paraba frente a mí, con ojeras y el cabello desarreglado.
–Pasa Saske.
Me invitó, y entré. Su habitación estaba a oscuras, únicamente iluminada por su laptop. Ella cerró la puerta y se sentó en su cama de nuevo, mientras que yo frente a ella en una silla.
–Disculpa que no abra las ventanas, pero simplemente no me siento con ánimos de ver la luz del Sol.
No podía ver sus ojos por el reflejo en sus anteojos, pero sabía que estaban tristes. Le pegó fuerte lo de Kudai y Mello. Haciendo de tripas corazón le dije:
–Quiero pedirte una disculpa. Yo fui quien te pidió que lucharas, y si eso no hubiera pasado no habrías visto como murieron Kudia y Mello. -Apretando las manos terminé: - Fue mi error.
Sentí la tensión del ambiente hasta que ella respondió:
–Fue tu error llevar a una inutil como yo al campo de batalla -escupió esas palabras con coraje- Debería agradecerte por confiar en mí, pero no debiste hacerlo maldición - supe que en ese momento comenzó a llorar- Lo único que hago es que la gente corra peligro y muera...
No pudo seguir por las lágrimas que estaba derramando. Ella cargaba con toda la culpa, al igual que yo. Antes de que pudiera decir algo más, ella siguió:
–Debí hacer más, pude hacer más y Mello y Kudai seguirían aquí. Incluso tú mismo casi mueres por mi estupidez... ¿por qué es que la gente muere?
Y ya sollozó sin control. Pensar que se guardó todo eso dentro de si. Desde que la conocí la vi como la niña a lo que yo debía proteger y guiar, pero Lizzi era más que eso. Me levanté y abrí las cortinas para dejar entrar toda la luz.
–Creo que te he dicho en más de alguna ocasión que eres brillante, no lo ocultes más. -Ella me miró confundida y llorando, por lo que le dije: - Las personas mueren, es cierto. Pero eso peso que agregan a nuestra alma no es culpa, son sus sueños.  Debemos ponernos de pie y seguir adelante con ellos.
Se quitó los anteojos para limpiarse las lágrimas y me preguntó:
–¿Y qué pasa con quienes nos las arrebataron?
Sabía que lo preguntaba por Jaden, y quién era yo para hablar, me he intentado vengar varias veces. Pero...
–Una amiga mía me dijo que... a veces, el mejor castigo es mejor dejarlo vivir con sus errores.
Se coloco sus lentes frente a sus bellos ojos azules y me respondió poniendose de pie:
–Mi sueño es marcar una diferencia, hacer que todo cambie y sea mejor. Dejaré de llorar y aunque sea una inutil me esforzare para convertirlo en realidad. -Y saltó a abrazarme- Gracias Saske.
Ahí fue donde dejó de ser mi pequeña alumna.
Fui a ver al capitán, quería saber como iba el viaje.
–Hola Couren.
Él sostuvo el timón y me respondió:
–Buen día Saske.
–¿Cómo vamos?
Él miró su reloj y me contestó:
–Si son las 10 de la mañana, en 7 horas ya habremos salido de esto, de seguro. No es un barco rápido ni bonito, aunque estructuralmente es muy resistente, hay que reconecerselo.
Me asome al agua y le comenté:
–Probablemente iríamos más rápido con los pokémon acuáticos, pero no lograrían mantener el ritmo y se acabarían cansando, además de que no todos tienen uno.
Couren asintió moviendo un poco el timón, y como tomando valor me preguntó:
–¿Dónde esta Jaden?
Eso fue agarrarme en curva.
–Salió a dar una vuelta.
Tomó con fuerza el timón y me reprendió:
–Puede que estés a cargo, pero no puedes absolverlo de su crimen. El debe pagar la traición que cometió, además de que, aunque fue contra Giovanni, él jugó sucio.
Apreté los puños. No era su culpa pensar así, pero así es como pensarían en la Meseta Añil.
–Yo respondo por él.
Y salí de ahí. Me enfrentaría a eso cuando volviéramos a la Meseta Añil. Salí a la cubierta y vi a la lejanía como algo se acercaba velozmente. Agudice la vista y distingue a Jaden y a Karin sobre Aerodactyl corriendo como si algo los viniera persiguiendo. Finalmente aterrizaron.
–¿Qué pasó?
Ellos se bajaron y Karin avisó apresuarada:
–Iré a informar a todos, traten de aguantar aquí.
Y se fue corriendo al interior del barco. Jaden sacó a su Wartortle y Swasbuck mientras se colocaba en posición de combate.
–Jaden, dime que pasa.
Le pedí y el rió.
–Pasa que no vuelvo a subir a ningún barco contigo, tú les traes mala suerte.
Confirmado que había problemas. Saque a Croconaw y Pikachu.
–Informame.
El me explicó:
–Estaba en mi cita con Karin cuando nos encontramos con algo... -hizo una pausa y gritó: - ¡Cuidado!
Una bola de fuego apareció frente a nosotros. Jaden le ordenó a su venado que usara Hojas navaja. Las hojas se acercaron a la bola y se calcinaron en el acto.
–Swasbuck, Hojas navaja. Wartortle Burbujas.
Las nuevas hojas fueron encapsuladas en burbujas dando como resultado que cuando se acercaron no se encendieron si no que se clavaron en la bola de fuego. La bola cayó al piso revelando que era...
–Una esfera metálica.
Le dije a Jaden y él asintió.
–Ahi vienen más.
Me avisó ante la llegada de otras tres esferas, las cuales al instante dispararon unos rayos ígneos.
–Pikachu, Rayo.
La electricidad chocó contra el fuego artificial destellando energía. En cuanto el flujo cesó, ordene:
–Croconaw, Hidrobomba.
El agua derribó las esferas al mar. Pero entonces llegaron más.
–¿De dónde salen estas cosas?
Le pregunté a Jaden, quien respondió:
–No me creerías si te lo dijera.
–Que gracioso.
Le dije y entonces más hojas y rayos destruyeron esas cosas.  Eran Karin y Lizzi junto a Ivysaur y Jolteon.
–Ya di la alerta a todos, se deben estar preparando. -Nos informó mi amiga castaña- Por cierto, traté de traer a Scotty, pero esta dormida como una roca.
–No importa, ni que fuera tan necesaria.
Le contestó mi amigo. Lizzi se acomodó la mochila que cargaba, lo miró y le preguntó:
–¿Entonces es cierto? Pero no parece posible...
Jaden asintió. Yo no sabía de que hablaban, pero no tuvo que esperar.
Mire el inmenso mar azul, y en la lejanía se distinguió algo brillante, enorme. Se acercaba más y más a una gran velocidad. En cuanto estuvo lo suficientemente cerca, me quedé frío al ver lo que era. Una imponente figura adornada con dos alas y una cola que destellaba fuego. Era de un color blanco inmaculado y su cuerpo entero de metal. Finalmente, llegó justo frente a nosotros y de golpe se frenó haciendo que la pura brisa de su aceleración sacudiera el barco. Lo miré directo a sus fríos ojos azules como el cielo. Entonces, dije:
–Un Reshiram mecánico.
Así que una vez nos enfrentamos a su contra parte, el Zekrom mecánico, ahora estábamos frente al dragón blanco de ojos azules hecho a base de hierro y ciencia. Estire mi mano hacía él, y entonces rugió con una furia que no podía sentir para después disparar fuego. No tuvimos tiempo de nada, cuando de pronto algo bloqueó las llamas desviandolas a un lado del barco. Me giré y ahí estaban varios de los miembros del proyecto TLT usando sus pokémon psíquicos para formar un escudo, pero no duraría mucho. Mire a Jaden, Karin y Lizzi para decirles:
–Escuchen: si nos toca con su fuego destruirá el barco. Debemos atacarlo con todo lo que tenemos y así acabar con él.
Ellos asintieron. Jaden me secundó:
–Bien dicho frend, destrocemos a este pedazo de chatarra.
Karin mostró una expresión seria y dijo:
–No permitire que nadie caiga hoy.
Lizzi habló al final:
–Confía en mí.
–Pues vamos.
Animé. Saqué a Lizardon y a Rockruff que se colocaron al lado de Pikachu y Croconaw. Jaden mandó a Aerodactyl, Onix y Lapras. Karin lanzó a Vulpix y Butterfree. Mientras que Lizzi solo se miró con Jolteon. Y entonces, el escudo se resquebrajó en mil pedazos sacando a volar a nuestros compañeros que lo crearon. No obstante, en ese momento el Reshiram dejó de disparar. Era nuestra oportunidad. Tomé aire y grité:
–¡Ataquen!
Lizardon y Vulpix atacaron con su fuego, Croconaw, Wartortle y Lapras con Hidrobomba, Pikachu y Jolteon con sus rayos, Ivysaur y Swasbuck con Hojas navaja, Onix, Aerodactyl y Rockruff arrojaron muchas rocas y Butterfree uso Viento plata. Todos usaron su máximo poder concentrado contra Reshiram. El resultado fue una explosión que levantó humo.
–¿Lo logramos?
Preguntó Lizzi. Karin le respondió.
–No lo sé.
El humo comenzó a dispersarse y Jaden apretó los puños mientras murmuraba:
–Maldita sea.
Con dos rechinidos el humo se alejó en su totalidad. Lo miré directamente y sentí como se formó un nudo en mi estomago.
–No puede ser.
Murmuré. No tenía ni un solo rasguño.

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora