Pokémon: La guerra de Kanto

El ataque a Ciudad Azafrán

Vi como el Sol se ocultaba en el horizonte, indicándome que había llegado la hora. Subí a la cima de un edificio de forma que todos los miembros del Proyecto TLT y algunos soldados más de Ciudad Celeste pudieran verme. A mi derecha estaba Cinthia, a mi izquierda Kudai y detrás de mí Lizzi. Empecé con mi discurso.
–Soldados, hoy atacaremos Ciudad Azafrán, una de las más militarizadas plazas controladas por Teselia. Nuestro objetivo es rescatar a Sabrina y todos los demás prisioneros en ese lugar, y de una vez les advierto que no será sencillo. El plan es marchar al anochecer, y una vez estemos en las puertas, Lizzi -la pase al frente para que todos la vieran- les cortará la luz lo que los confundirá e incomunicará, y ahí es cuando los atacaremos. Los madrugaremos, literalmente. Entraremos a la ciudad y ahí nos dividiremos en dos. Un escuadrón estará con Kudai haciendo la distracción evitando que sus fuerzas se concentren en un solo punto, mientras que yo dirigiré el otro que se infiltrará en el castillo, a lo más profundo de los calabozos, y rescatará a los prisioneros. Sé que ustedes entregarán lo mejor de si, porque esta noche lucharemos por nuestros amigos.
Hice una pausa y luego junto a Kudai grité levantando el puño.
–¡Por Kanto!
–¡Por Kanto!
Respondieron todos cuando ya nos hubo caído la noche, de modo que comenzamos la marcha. Nuestra caminata era silenciosa pero decidida. Íbamos a mitad de camino cuando Lizzi se me acercó a preguntarme.
–Saske, ¿yo en qué escuadrón estoy?
–En el mío Lizzi. Te dije que te necesitaba en esta batalla, ya que de seguro habrá muchos problemas en el castillo y podremos llegar a necesitar de tu inteligencia.
–Ah ok.
Fue lo que me respondió y siguió en silencio. Esa niña tenía potencial, solo debía despertarlo. Finalmente vislumbramos la Ciudad Azafrán, que como principal atracción tenía el Castillo de la Orden de la Flor. Les hice una señal a todos para que se detuvieran y se agacharan. Había llegado el momento.
–Lizzi, acercate.
La chica de los lentes se colocó a mi lado y abrió su laptop.
–Es hora, apaga el generador.
Le indique y ella respondió.
–En camino.
Teckleo hasta llegar al comando que necesitaba y me miró. Yo asentí y ella también. Presionó un botón y Ciudad Azafrán se hundió en la oscuridad. Comencé a correr a la entrada dando por iniciado el ataque. Cuando me encontré frente a la puerta saqué a Lizardon para que destruyera la entrada con Lanzallamas, la cual se redujo a cenizas abriéndonos paso. Avancé un par de pasos y empezaron a llover soldados de Teselia en todas direcciones, tanto así que nos logramos perder entre ellos ya que estaban desorientados. Frente a mí se colocaron dos Bisharp que trataron de atacar a Lizardon con Tajo umbrío cada uno por un lado, no obstante mi Charmeleon los detuvo con Garra metal para después reducirlos con Lanzallamas. Luego el entrenador de esos pokémon los regreso a sus pokebolas para después mandar un Swana. Ante eso yo iba a mandar a Pikachu, pero un Rayo venido de detrás de mí derroto a esa ave. Me giré y me di cuenta de que el poder fue lanzado por el Jolteon de Lizzi.
–Cuenta conmigo, Saske.
Rápidamente me acerque a ella y le dije:
–Lizzi, necesito una ruta para llegar al castillo, sube a un edificio y buscame una.
–Consideralo hecho.
Respondió ella y procedió a irse, pero antes yo solté a Rockruff para que la acompañará, y ella a su vez me dio un comunicador con el que me avisaría de sus descubrimientos. Necesitaba ese camino, ya que en verdad estábamos rodeados. Vi una concentración de personas en sitió y fui ahí. Me encontré con Kudai quien vencía a un Leavanny con su Scyther, y cuando otro más se le acercaba por detrás Lizardon lo derribó con Furia dragón.
–Kudai, necesito que abras el espacio, no podemos dejar que se nos junten.
Me acerqué a decirle y el asintió.
–Bien pensado Saske.
De inmediato se llevo varios de nuestros hombres a un costado. Los veía alejarse cuando un Thro y un Sawk trataron de golpear a Lizardon, este los esquivo saltando hacia atrás, y en eso yo mande a la pelea a Croconaw y Pikachu. La rata les lanzó un rayo que los paralizó para que la lagartija y el cocodrilo los remataran con Lanzallamas e Hidrobomba. Vencí otro par de oponentes cuando sentí que la tierra temblaba, y dirigí mi vista al origen de ello y vi que eran Cinthia y Gabite derrotando a un Mienshao con Terremoto. Corrí hacia ella pero entonces una jauría de Stoutlands nos rodearon. Ella y yo nos colocamos espalda con espalda.
–Estos no son floreados.
Le informe esperando su confirmación.
–En efecto, son solo soldados rasos, muchos pero no muy buenos.
–Eso quiere decir que la mayoría de los floreados siguen en el castillo. Será difícil llegar hasta las celdas si la elite nos esta esperando.
Reconocí, y ella me dijo algo obvio que ya había olvidado.
–Primero habría que llegar al castillo.
–Yo ya tengo solución para eso -me informó Lizzi a través del comunicador "espera, ¿ella escuchaba todo lo que yo decía?"- No creó que estos soldados sean muy listos dejaron un enorme pasillo a 20 metros a la izquierda de tú posición, ahí no habrá problema.
–Gracias Lizzi, y encuentrame ahí, necesitaré de tu ingenio ahí dentro. -Le dije a la chica de los anteojos.
–Ok. Le dire a Mello que me llevé. -Me respondió ella.
–Pues vamos yendo Cinthia. -Le indique a la rubia.
–Pues si, pero cómo nos libramos de la jauría.
Y tuve una idea. Lizardon y Croconaw lanzaron mucho fuego y agua creando vapor, para que después el Milotic de Cinthia usara Rayo hielo enfriando todo esa vapor congelando a los Stoutland y a varios enemigos más además de que nos dio una pantalla para salir de ahí. Corrimos con todas nuestras fuerzas encontrando ese pasillo del que nos habló Lizzi, justo por la zona a la que se había ido Kudai. Estábamos tan cerca de la puerta cuando un humo extraño apareció alrededor de nosotros. Iba a seguir pero Cinthia me indicó que me detuviera. Sacó a su Spiritomb y lanzó varios Bolas sombra revelando que unos Litwick nos habían rodeado. Ya estábamos en la entrada cuando varias rocas empezaron a caer del cielo. Parecía un ataque de Lanza rocas, pero a esa velocidad parecían meteoritos. Mire al cielo y vi a un sujeto sobrevolando sobre un pokémon, y observé cuando mandó otro nuevo ataque, mas numeroso que los anteriores. De este nos tuvimos que cubrir con ayuda de nuestros pokémon. No podía dejar que la situación siguiera así, pero no tenía ningún pokémon volador para hacerle frente. Sin embargo, escuché a alguien gritar:
–Es mio.
Era Kudai, quien mando a su Scyther volando hacia el extraño.
–¡Por Kanto!
Gritó mientras su insecto volaba, pero entonces un ruido sordo cortó la noche. El extraño tenía una pistola en mano, con la que disparó una bala que atravesó a Scyther derribándolo y siguió para impactar en la frente a Kudai, matándolo en el acto. En ese instante me quede frío.
–¡NOO!
Escuché un fuerte gritó de mujer. Era Lizzi ordenándole a su Jolteon que atacará con Rayo a ese asesino. La electricidad falló al estar muy alto, pero llamó la atención del tipo, quien se había enfocado en ella ahora. No podía dejar que le hiciera algo, de modo que corrí a ayudarla. En lo que avanzaba ese sujeto levantó su mano haciendo que un Onix saliera del piso atacando a Jolteon y mandándolo a volar, no obstante antes de que la serpiente de roca pudiera hacer otra cosa fue sostenida por el Machoke de Mello, quien la derribó. Sin embargo, ahora un caparazón giratorio golpeó a Machoke en el estomago dejándolo fuera de combate. Ese caparazón lo había enviado el maldito ese desde su pokémon pájaro, y desde ahí mismo volvió a sacar su pistola y le apuntó a Lizzi. Sentí que la respiración se me cortaba al oír el disparo. Cuando baje la mirada, y vi a la chica de los lentes, sentí... alivió al ver que no le pasó nada, pero eso se borró cuando vi que Mello es quien recibió el disparo en el pecho. Él se había metido en la trayectoria de la bala para salvar a Lizzi. Ella corrió a abrazarlo, a tratar de hacer algo pero ya era tarde. Solo vi como Mello le dio un último golpe en la frente, por envidia supuse, y después murió. Lizzi se quitó los anteojos para limpiarse las lágrimas que corrían por sus bellos ojos, y cuando hubo terminado observe como su mirada destellaba ira.
–¡Jolteon, Rayo!
Lo ordenó una vez más, pero esta vez yo le ayudé con el Rayo de Pikachu. No podía permitir que matará a nadie más. La electricidad combinada de los dos pokémon logró alcanzar al asesino electrucando al ave derribando al jinete, quien sacó a su Lapras para aterrizar sobre él. Era ahora el momento de atacarlo, pero él más rápido liberó a un Sawsbuck que cabalgó hacia mí chocandome, entonces Lizardon lo atacó con Lanzallamas y Croconaw lo mandó a volar con Hidrobomba. Cuando hube terminado con él, se me detuvo el corazón al ver que ese sujeto estaba parado frente a Lizzi apuntandole con su pistola. No podía distinguirle el rostro, solo que iba vestido de floreado, mientras que Lizzi se encontraba impasible viéndolo directamente a los ojos. Comencé a correr, pero entonces él bajo su arma, quizá la fortaleza de Lizzi lo había hecho dudar. Cuando estuvo a su alcance, Rockruff se la quitó y la destruyó. El tipo se hincó de rodillas.
–Lizzi, alejate de él.
Le dije, y ella corrió hacía mi quebrada en llanto. La abrace mientras la consolaba pegando su rostro contra mi pecho.
–¿Quién eres tú?
Le pregunte al tipo, y el me dio una respuesta que jamás esperé.
–Perdón, Saske, no hubiera querido que estuvieras aquí, pero todo es por ella, amigo.
Me quedé putrefacto al escuchar su voz y reconocerlo. Entonces una nube en el cielo se movió dando paso a la luz lunar iluminando su rostro, confirmando mi horripilante sospecha. Se veía golpeado, demacrado, con cicatrices y heridas aún sin sanar, y sobre todo en sus ojos se reflejaba un gran tormento, pero sin lugar a dudas era él. Temblé al tener que pronunciar su nombre, el nombre de mi mejor amigo:
–Jaden...