El regalo de Karin

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Me encontraba frente a Kiba, junto al precipicio, y entonces el piso bajo sus pies se rompió y cayo. Corrí, trate de alcanzarlo, no obstante cuando llegue a la orilla, la que caía era Diana. Salte a intentar atraparla, pero no lograba alcanzarla, se alejaba más y más de mí. Entonces en el fondo se escuchó un rugido que hizo temblar la tierra, y un ser gigante abrió un único ojo, y... desperté.
–Carajo, que sueño tan raro.
Dije dándome unas cachetadas para espabilarme. Al abrir completamente me di cuenta de que Karin estaba en mi cama. ¿Qué? ¿Por qué Karin estaba en mi cama? A sí, me visitó en la noche para mostrarme la leyenda de la fundación de Teselia, y se quedó aquí dormida. Revisé la hora en mi reloj. Eran las 6:00 am. El toqué para despertar era a las 7:00.
–Karin, despierta.
Le ordené mientras la sacudía.
–Cinco minutos más mamá.
Resignado tome mi almohada y la golpeé con ella en la cara. Eso la despertó.
–¡Ay! ¿Quién me ...? -se dio cuenta de que yo estaba frente a ella - ¡Saske! ¿Qué haces en mi habitación? -me preguntó enojada.
–Esta es MI habitación.
Le expliqué mientras le señalaba el lugar. Ella dio varios vistazos hasta que finalmente se dio cuenta. Entre tanto fui por el libro y se lo entregué.
–Ten. Vamos tienes que irte ya. Los demás no deben saber que estuviste aquí.
Le dije y ella se ruborizó de la vergüenza, ya que la gente tiende a ser muy mal pensada. Finalmente se levantó y caminó hacía la puerta.
–Perdón por molestarte en la madrugada, y robarme tú cama, y ponerte en una situación medio incomoda.
Se disculpó mientras tomaba el picaporte.
–No te preocupes, para eso somos amigos.
Le respondí y ella salió de mi habitación. Yo saqué la cabeza y mire alrededor, no había moros en la costa, ni un ruido en todo el lugar.
–Puedes irte, al rato nos vemos.
Le indiqué y ella camino velozmente a su propia habitación. Vi su melena castaña menearse de un lado a otro mientras se alejaba. Cerré la puerta y me recoste en mi cama. Aunque Karin era bonita, ella era mi amiga y en definitiva no era para mí, pero quizás si era para Jaden...
Unas horas después estaba en el comedor junto a mis dos amigos Jaden y Karin. A Karin le salude normalmente, lo que pasó, o más bien lo que no pasó, sería un secreto. Por su parte, Jaden no dejaba de presumir como venció al Zekrom robótico. Estábamos comiendo nuestros sandwiches de lechuga cuando Karin se levantó de la mesa.
–Disculpen chicos, voy a donde la reina va sola.
Y se fue caminando. Una vez la perdimos de vista, Jaden dejó de hablar y cambió se semblante a uno serio.
–Oye Saske, -me dijo, hizo una pausa como si reacomodora sus ideas - Tengamos una batalla pokémon.
La propuesta me tomó por sorpresa, pero a pesar de que sabía que Jaden era mejor entrenador que yo, siempre estaba dispuesto a evaluar mi progreso con el fin de superarlo.
–Claro, ¿cuándo y dónde?
Él suspiro.
–Olvidalo. –Hizo otra pausa. Algo raro le estaba pasando hoy -¿Sabes que día es mañana?
Claro que lo sabía.
–7 de febrero. El cumpleaños de Karin.
Jaden suspiró de nuevo.
–Exacto, mañana cumplirá sus 15 años.
Mi amigo vio el paisaje por una ventana.
–¿Qué con eso? Quedamos hace más de dos semanas que le festejariamos su día.
Le expliqué. Al parecer quería ultimar detalles.
–¿Ya tienes su regalo?
–Si, desde hace un tiempo.
A decir verdad me tomó trabajo hacerlo, pero finalmente reuní lo necesario y ya estaba envuelto listo para ser entregado.
–Bueno, yo más a menos.
Lo que me confesó hizo que pusiera cara de intriga, mientras que el sonrió confiadamente.
–Esta noche lo conseguiré. Y tú me ayudarás.
Sentenció seguro de si mismo. Yo no sabía ni que.
–Espera, aguanta. Explicame bien todo eso.
Él tomó aire y empezó.
–Le di varias vueltas, pero finalmente me decidí por un mineral raro, ya sabes que a las mujeres les gustan esas cosas, y que más raro que algo que no es de este mundo. Entonces, su regalo será una Piedra Lunar, bonita, cara y difícil de conseguir. Para ello, tú y yo nos escabullíremos de la base una vez pasado el toque de queda, por eso de las 9:00 pm, con Aerodactyl llegaremos al Monte Moon en solo 3 horas, tenemos 4 horas para buscar, la encontramos, regresamos y a las 7 estamos aquí para festejar a Karin.
Concluyó como si su plan fuera infalible. Le tenía que decir que su plan era malo.
–Jaden, tú plan es...
–... un asco. Pretendes que un Aerodactyl cargué dos personas por 3 horas, más las de regreso. Luego pretendes que hallar en escasas 4 horas un objeto que los exploradores de cuevas tardan hasta semanas en encontrar, y eso tomando en cuenta que no nos perdamos. Aparte, pretendes violar las reglas de la base. Y sumado a todo eso, es que te meterás en la frontera de nuestro territorio con el que Teselia nos arrebató.
Sorprendentemente nos interrumpió Lance, al parecer había escuchado toda nuestra conversación. Él se encontraba parado tras nosotros, viéndonos, con la boca llena de razón, y de sanwich. Jaden resoplo.
–No te preocupes, yo se como hallar la dichosa piedra, pero en cuanto a ti Lance, lo que quieres es venir ¿cierto?
Lance sonrió.
–Esta bien, les ayudare. Yo me encargó del transporte.
En ese instante me tome la cabeza y me jale los pelos. Lance, quien yo creía una persona recta y ejemplar, nos incitaba a hacer esto.
–Argh, Lance. -Los dos me miraron, solo faltaba yo de confirmar.- Esta bien, Jaden, te acompañaré, pero sólo porque es para Karin.
Mentí. Lo hacía también por él, pero no se lo iba a reconocer.
–Bien, partimos una vez nos pasen lista en nuestro cuarto.
Anunció Jaden, y Lance siguió.
–Nos vemos en los hangares.
Yo fui el último en decir algo.
–Ok. Preparen a sus pokémon y preparense ustedes, algo me dice que lo necesitaremos.
En eso vimos que Karin se acercaba, por lo que Lance se alejo ondeando su capa. Todo ya estaba planeado. Mi amiga, sin sospechar nada, se sentó y nos preguntó.
–¿Paso algo interesante sin mí?
A las 7 puntualmente pasaron lista. Todos entramos a nuestra habitación, sin embargo yo saldría tan pronto los pasillos se vieran vacíos. Tome mis pokebolas, mi espada y mi chaqueta del uniforme. A los demás reclutas ya se les había entregado también una, pero por alguna razón las de Jaden, Karin y la mía eran únicas. Ignorando eso, salí de mi habitación tratando de hacer el menor ruido posible, en efecto los pasillos estaban desiertos, pero por dentro de los cuartos los soldados estaban ahí. Ya cuando estaba por salir del complejo, gire en una esquina y... choqué con alguien.
–¡Ay!
Exclamó la otra persona.
–¡Argh!
Exclame yo. Note que con el choque la otra persona cayó al piso. Le ofrecí mi mano para que se levantará, tratando de ser amable para que no me delatará, no obstante la otra persona era...
–Karin...
Ella también se sorprendió al verme ahí. Tomó mi mano y se levantó. Se quitó el cabello de la cara y me propuso algo.
–No te preguntare que haces aquí si tú no me lo preguntas.
Eso estaba más que perfecto para la situación, así que tuve que resistir la curiosidad.
–Hecho. Luego nos vemos.
Y partimos en direcciones opuestas. Eso estuvo estúpidamente cerca. Finalmente llegue a los hangares. Ahí ya se encontraban Jaden y Lance platicando.
–...te lo digo como amigo Lance, esa capa no te hace cool.
Alcancé a escuchar que mi mejor amigo le decía al doma dragones, no obstante cuando me vio se dirigió a mí.
–Se te hizo tarde.
–Tuve un contratiempo -me excuse- pero tenía que venir a ayudarte.
Entonces Lance llamó nuestra atención.
–Acompañenme.
Entramos al hangar y el tipo de la capa nos guió a una avioneta.
–¿En eso iremos?
Jaden preguntó decepcionado.
–Oye qué te pasa. Es fácil de pilotar, el doble de veloz que tu Aerodactyl y no es fácil de ver.
Los tres la abordamos.
–Subir a un avión y pensar que solo ayer los estábamos derribando. -Comente- Por cierto, Jaden, ¿cuál es tú plan para obtener la Piedra Lunar?
Mi amigo de cabello rebelde lo meditó mientras que el alumno del Maestro Dragón encendía la aeronave.
–Hoy es Luna Llena -mencionó mientras yo miraba por la ventana y lo comprobaba. Era una brillante luna. -Leí en el libro de Karin, bueno de Oak que se robo Karin, que en Luna Llena los Clefairy hacen un baile bajo la luz lunar alrededor de una Piedra lunar.
–¿Así qué los encontramos y se las robamos?
Pregunté para confirmar, y Lance me respondió.
–Exacto.
El plan era bueno. Ahora si parecía que lo lograríamos.
–¿De forma qué no nada más discutías conmigo sobre Arceus?
Le cuestioné y el me respondió.
–No le iba a poner tanta atención a algo que no existe.
–O que la canción, que si existe, ¿Lance tú crees que Arceus existe?
El pelirrojo dudó un poco y nos contestó.
–Bueno yo creo en los dragones legendarios Palkia, Dialga y Giratina, por lo tanto supongo que si, creo en Arceus.
–Todo lo tuyo tiene que ver con dragones.
Replicó Jaden y no pasó nada más interesante durante el viaje hasta que finalmente llegamos. Estacionamos la avioneta, y comenzamos a buscar esos Clafairy. No fue difícil, ya que estos cantaban mientras bailaban, así que seguimos sus voces a lo largo del monte, hasta que logramos divisarlos. Bailaban en círculos alrededor de la Piedra Lunar, de forma que si la encontramos.
–Eureka.
Exclamó Jaden, corrío hacia la piedra y la tome apartando a varios Clafairy con su Wartortle, no obstante los pokémon lunares no se encontraban felices de modo que todos atacaron a Jaden, pero para eso estábamos Lance y yo que con Lizardon y Dragonair les lanzamos poderes mandándolos a volar.
–¡Fuga!
Gritó Jaden y comenzamos a huir de la turba de Clefairys furiosos, y ya a una distancia segura los atacamos los tres juntos con el Lanzallamas de Lizardon, el Pulso Dragón de Dragonair y el Hidrobomba de Wartortle, creando un derrumbe que les cerró el paso hacia nosotros. Celebramos. A pesar de todo lo habíamos logrado.
–¡Lo hicimos!
Gritamos los 3 a la vez y llamamos de vuelta a nuestros pokémon. Jaden guardo la piedra en una pequeña caja de regalo, su plan había triunfado, sin embargo, algo centelleo sobre él y alguien le cayo encima.
–Ayay, ¿dónde estoy? -La persona miró alrededor y preguntó sorprendida- ¿Qué hacen ustedes aquí? -señalandonos a mí y a Lance -¿Y tú que haces abajo de mí Jaden?
Levanté a la persona de arriba de Jaden y la sacudi de los hombros.
–¿Cómo que que hacemos aquí, Karin? Mejor explica qué haces tú aquí y cómo rayos apareciste.
En efecto, Karin era la persona que había aparecido. Al parecer nos iba a decir nada.
–El Proyecto TLT ¿Cierto?
Preguntó Lance, y finalmente Karin aflojó la lengua.
–Yo formó parte del Proyecto TLT, dirigido por Sabrina y encargado de intentar teletransportar nuestras tropas a los dominios de Teselia para un ataque sorpresa, sin embargo algo nos impide aparecer allá, de modo que intentaron teletransportarme y aparecí aquí. Ahora sí, ¿qué hacen aquí?
Preguntó mi amiga poniendo sus manos en la cintura. Ninguno de los tres dijo nada, más sin embargo no hubo momento de hacerlo ya que de la nada un disparo se escuchó. No hirió a nadie pero nos puso de alertas. E igualmente de la nada dos tipos aparecieron saltando del techo e intentaron atacar a Karin y a Jaden con una espada. A mi amiga la protegi yo con mi propia espada chocandola contra la del adversario, mientras que mi mejor amigo bloqueó el acero enemigo usando una gruesa cadena que sacó de sus ropas. Los 4 mantuvimos nuestras posiciones. Logre ver bien a los contrincantes. Ambos usaban una mezcla entre traje medieval y moderno, con partes de armadura mezcladas con chamarras y pantalones de mezclilla. El tipo frente a mí tenía cabello negro opaco tirándole a gris, mientras que frente a Jaden se hallaba una chica con cabello azúl oscuro recogido en una cola con una pañoleta amarilla y ojos celestes. Ambos no parecían querer ceder.
–¡Saske, Jaden!
Gritó Lance mientras tomaba una pokebola en sus manos, pero el sonido de una detonación lleno el ambiente, y como si sucediera en camara lenta, Lance cayó de espaldas habiendo recibido un balazo.
–¡Lance!
Gritó desesperada Karin, pero nuestro amigo el domadragones no respondía. Sin embargo, unos pasos se hiceron presentes en el silencio, y un sujeto vestido de igual forma que los otros dos, con cabello blanco, ojos rojos y una retorcida sonrisa asesina cargaba una pistola. Nos miró a todos y me apuntó el cañon de su arma, amenazando.
–A nombre de la princesa y de la Orden de la Flor, hoy morirán.

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora