Dos

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El piso en que nos internabamos estaba oscuro, como si hubieran apagado todas las luces. Desenfunde mi espada y deje la bolsa con pociones en el suelo, esto se veía peligroso. Avanzamos un par de pasos, cuando entonces la puerta se cerró tras nosotros.
–Maldita sea.
Me giré y palpando trate de abrirla, pero no se movía. Entonces saqué a Pikachu para que nos ayudará a ver a mí y a mi amiga que estaba a un lado mío.
–Pikachu, brilla.
No obstante, cuando se iluminó algo lo tackleo y lo lanzó. Me di cuenta de que era un sujeto que sostenía un escudo y una espada que resplandecían con una fosforescencia fantasmal. Con su espada trató de atacarme, pero yo me cubrí con la mía. Los filos de las hojas estaban en colisión, sin embargoo el sujeto comenzaba a presionarme, cuando entonces fuimos rodeados por cientos de burbujas, y una voz gritó:
–Que nadie se mueva, tengo un dragón y no tengo miedo a utilizarlo.
La reconocí al instante, pero no pude decir nada ya que el sujeto de la espada habló primero.
–Hey glaikit, tu tortuja no cuenta como un doragon.
El sujeto misterioso resulto ser una mujer, una que yo conocía. La primer voz le respondió a la chica con la misma velocidad que ella.
–Oh loca, siempre tienes que regarla.
Antes de que ese par se matarán, intervine.
–Ya basta Jaden, somos nosotros.
En ese momento la luz se encendió y vi a Jaden sobre una alta plataforma junto a los controles de la electricidad al lado de Wartortle, mientras que frente a mí estaba Scotty con armas en mano. Me di cuenta de que estábamos dentro de un extenso cuarto de maquinas.
–Saske, Karin, son ustedes. -Exclamó mi amigo- Disculpen el ataque, no esperaba que justo entrarán ustedes, se pasan de oportunos. Además de que esas gorras que traen me confundieron.
–Son para camuflajearnos amigos.
Le respondí. Scotty soltó sus armas que en verdad eran su pokémon Aegislash y cuando estaba por guardarlo Karin la detuvo.
–Espera, Saske trajo algunas pociones consigo, deberías darselas a tus pokémon. Lo mismo tú Jaden.
Scotty asintió y bufo. Jaden comenzó a bajar por unas escaleras hasta que llegó con nosotros, y ahí, se sonrojo al ver a Karin con la gorra, por consecuencia, Karin también se sonrojo.
–Ten -Le dije a la vez que le entregué la bolsa a mi amigo-Sirve que de mientras nos explicas que hiciste desde que apareciste aquí.
Se sentó en el piso y sacó una poción, pero la escocesa se le quedó viendo.
–Oye sassenach, yo también quiero curar a mis pokemons.
Él la ignoró olímpicamente. Ella trató de quitarle la bolsa, pero él la sostuvo con fuerza y los dos forcejearon.
–Jaden, dasela por favor.
Le pidió Karin y mi amigo de mala gana la entregó.
Los dos se vieron de mala manera. Exhale y le pregunté a mi amigo:
–¿Qué les ha pasado a ustedes dos?
Él le dio un trago al agua y empezó:
–Cuando aparecí este lugar estaba iluminado y yo en una esquina todo norteado, sin saber a que lugar me había mandado la teletransportación de Sabrina. Comencé a andar para encontrarlos y me di cuenta de que donde sea que estuviera, este era el cuarto de maquinas. Buscaba una puerta o unas escaleras o algo, preguntándome donde estaban ustedes. Cuando entonces tuve la desgracia de chocar con esta desgracia...
–Mingin, fui I la desgraciada cuando me encontré contigo- Reclamó Scotty al verse insultada.
–Tú estabas como idiota picándole a los controles -Le replicó Jaden, y luego se dirigió a mí- Ella estaba en una plataforma parecida a la que yo estaba pero más en el fondo moviendole a todo. Le dije: "Hey torpe, eso podría servirnos". Ella se enojo conmigo sin razón y trató de golpearme. Yo como un crack la esquive pero ella golpeó unos controles y bum todo se apagó.
–You me aventaste ahí, fue your culpa, por eso te grité idiota.
–Eso explicaba varias cosas. -Les aseguré, ya que entendía por que el elevador se descompuso y porque oí ese grito.
–En fin- continuó Jaden ya habiendo curado a todos sus pokémon- comenzamos a caminar a oscuras y esta tonta por alguna razón se me pegaba y me pisaba cada tres pasos.
–Eso no pasó, glaikit.- Negó la escocesa, con menos ímpetu que las otras veces pero con igual furia.
–Claro que si. -juró Jaden-  Después de andar a ciegas encontramos este otro panel. Fue un martirio subir esas escaleras. Pero llegamos, moví una palanca y todo se encendió, debieron de ser los generadores de emergencia. Celebramos un poco hasta que vimos que el elevador bajaba. Pensé que eran enemigos, ya que se me hacía raro no haberlos encontrado, así que la escocesa y yo preparamos una especie de plan de ataque y pues lo que sigue lo vivieron.
Jaden tomó más agua. Su historia lo cansó.
–Vaya. Nosotros aparecimos juntos por suerte algunos pisos arriba, dentro de un cuarto de escobas. Salimos de él y nos encontramos con dos soldados del Team R.
–¿Qué? - Preguntó Jaden confundido.
–Si, estamos en Isla Canela.
–No -Negó él.
–¿Qué? -Pregunté ahora yo confundido.
–Lo que estamos es perdidos. -Aseguró mi amigo.
–Ja. El punto, los vencimos, les robamos las pociones y algo de comida. Después fuimos al elevador donde ustedes dos nos dejaron encerrados.
–Hmpf -bufo Scotty.
–Luego encendieron todo y pues lo que sigue lo vivieron.
Terminó Karin por mí. Mire a Jaden y le declaré.
–Ahora buscamos a los jefes del Team R. Los confrontaré, ya que al parecer ellos fueron quienes atacaron Ciudad Hauoli iniciando esta guerra.
Jaden sonrió.
–Ja, vale, te acompañó -se puso de pie y tanto su mirada como su voz eran sombrías- Y si es cierto que fueron ellos los haré pedazos, a esos traidores.
Comenzó a caminar con pasó decidido al elevador, lo que me recordó que él fue quien me habló por primera vez del Team R. Iba a seguirlo cuando escuche a Karin preguntar en voz baja.
–¿Estabas asustado cuando de nuevo no supiste en donde estabas?
Me iba a girar, pero oí la respuesta:
–N...n... no, para nada. Maldición, ¿cómo sabes tanto?
Era Scotty. Caminé sin voltear, se merecía esa privacidad. Entramos todos al elevador y pulsamos al piso -10.  Pero entonces, cuando bajábamos algo cayó sobre nosotros. Debieron de ser dos personas que saltaron sobre el techo del elevador y gritaron:
–Al fin los hemos encontrado, invasores.
–No dejaremos que lleguen hasta el último piso.
Estaba a punto de sacar una pokebola, pero Jaden tomó mi brazo deteniendome. Lo vi y apuntó con la cabeza a la puerta. Escuché como pateaban esos tipos el techo, y como Scotty refunfuñaba al también ser detenida por Jaden, mientras que Karin se encontraba atenta pero tranquila. Y entonces, el elevador se detuvo. Las puertas se abrieron y rápidamente salimos del elevador, todos menos Jaden. Sacó a Wartortle de su pokebola y les gritó:
–Idiotas. Que brillante idea esa de atacarnos por medio del elevador, vean nomas que bien funcionó. -Los tipos patearon con más fuerza, pero sin éxito- Ahora nos iremos por el otro elevador.
Todos pusimos cara de "¿qué?" ya que no sabíamos de otro elevador, pero uno de ellos contestó:
–Los atraparemos antes de que lleguen a él.
Jaden sonrió.
–Así que hay otro elevador... Gracias por la información, pendejos. -Salió de ahí y cerró la puerta del elevador para luego ordenar: -Wartortle, Rayo hielo.
Congeló la puerta. Nos dimos la vuelta y comenzamos a caminar. Ya estábamos aquí, y encontraría a los jefes del Team R.
Llevábamos un rato caminando, y no era nada como esperábamos. Tubos de ensayo por acá y por allá, microscopios, batas, además de varias maquinas y papeles.
–¿Alguien más sospecha que esto se parece más a un laboratorio que a un búnker subterráneo?
Nos cuestionó Jaden.
–No Jaden, eres el único.
Le respondí.
–Deja de creerte tanto, blampot.
Le espetó Scotty a mi amigo, quien solo río y le respondió.
–Es triste que un blampot sea más listo que tú.
Scotty levantó la mano empuñada lista para golpearlo, pero Karin la sostuvo de la muñeca.
–No.
Ella la bajo viendo feo a al pelos necios. Él solo suspiró con suficiencia.
–Basta
Les dije y seguimos caminando. No podíamos ver mucho de los proyectos, ya que las habitaciones estaban cerradas y las medidas de seguridad eran tales que no valía la pena intentar romperlas. Eso si, aunque el lugar estaba vacío se notaba que la salida fue precipitada. Doblando una esquina nos encontramos varias hojas desperdigadas en el piso, y hubo una que me llamó la atención. La levanté y la analicé. Vi el dibujo de un Magicarp, unas ondas salidas de una antena y a continuación un Gyarados, rodeados de varias anotaciones. Karin miró por encima de mi hombro y preguntó:
–¿Qué es eso?
–¿Recuerdas qué te conté que cuando viaje a Johto me atacó J con un Gyarados megapoderoso? -Le dije y ella movió la cabeza de arriba a abajo.- Pues creo que estos son los planos de lo que le hicieron.
Ella lo tomó entre sus manos para leerlo y luego soltó:
–Ondas de radio para inducir a la evolución... es brillante, pero también es horrible.
–Había escuchado que estos del Team R traficaban con los pokémon, pero no sabía que también experimentaban con ellos.
Expresó Jaden. Yo empuñe mis manos.
–Una razón más para acabar con ellos.
Caminé más rápido. Quería encontrarlos, a Giovanni y a Faron Ferro, y al parecer no estaban aquí abajo. Eso me hizo sentir estúpido, venir aquí abajo en vano. Dimos vuleta ppr una esquina y vi que después de un amplio pasillo con una inclinación hacia arriba y un suelo hecho de un material oscuro, y al final estaba el elevador.
–Vamos, salgamos de aquí.
Les dije y caminamos sobre ese suelo. Pero cuando estábamos por llegar al elevador, Scotty y Jaden se frenaron de golpe.
–¿Qué?
Dije yo y ellos hicieron ademán de mover la cabeza pero no podían. Miré a Karin y vi mi mirada de confusión reflejada en la suya a pesar de que la sombra de la gorra cubría sus ojos.
–Así que ustedes dos se nos adelantaron en atrapar a los intrusos.
–Pero no se preocupen, a partir de ahora son nuestra responsabilidad.
Exclamaron unas voces femeninas tras nosotros, pero no entendía a que se referían hasta que vi a Karin nuevamente. La gorra. Esas personas pensaban que Karin y yo éramos del Team R por la gorra, de forma que de alguna forma que no se cual paralizaron a Jaden y Scotty. Bueno, debía aprovechar su error. Tomé la pokebola de Lizardon y con velocidad me giré a la vez que la lanzaba y gritaba:
–Lizardon, Lanzallamas.
Pero entonces yo fui el paralizado, y para colmo Lizardon también sin poder atacar antes. Me sentí frustrado, pero entonces:
–Wartortle, Surf.
Una ola de agua pasó a mi lado y barrió contra nuestros aún desconocidos enemigos, pero yo seguía sin poder moverme.
–Corran.
Traté de decir entre dientes, no se si se entendió. Con grandes esfuerzos logré girar mi cabeza y vi como Scotty y Karin abrían la puerta del elevador con Jaden tras ellas, pero entonces mi amiga se dio cuenta de que yo seguía paralizado.
–Esperen, Saske aún esta ahí.
No obstante, Jaden las empujó de forma amable metiéndolas al elevador, presionó un botón y salió de un salto.
–Nos vemos luego.
Les dijo cuando la puerta se cerraba sin que ellas pudieran hacer ninguna réplica. Mi amigo corrió a mi lado junto a Wartortle.
–Hiciste lo correcto al dejarlas ir y dejar esto en nuestras manos. -Le agradecí- Nosotros nos haremos cargo.
El me miró y sonrió, pero su tono era sombrío.
–No seas tan vanidoso Saske, -"¿eh?"- Hubiera sido mejor estrategia de batalla que se quedaran con nosotros. Lo hice por que este lugar es una trampa.
Me dejó boquiabierto con ello, pero entonces una de nuestras atacantes regresó después de la ola que le lanzamos, y nos reclamó.
–Esta ropa era muy cara, y la han arruinado.
Vimos a una rubia acompañada de un Espeon, y tras ella vino un pelimorada seguida de su Ariados. Entonces me di cuenta de que eran:
–Pero si son ustedes... las dos chicas que estaban con J en el Castillo de Máscara de Hielo. -Les aseguré con voz seria- En aquella ocasión no me dijeron sus nombres.
Jaden abrió la boca en una "oh" de comprensión. Las chicas se miraron y se presentaron.
–Yo soy Annie- se presentó la rubia - y ella es Oakley.
–Somos cazarrecompensas -completó la de cabello morado- y estamos aquí haciendo un favor especial al jefe.
Se pararon frente a nosotros y nos miraron desafiantes.
–Vienen por nosotros, ¿no es así?
Annie movió su mano.
–Si y no Saske. Veníamos por los intrusos que entraron a esta base. Al principio pensamos que eran varios por lo que decidimos evacuar todo, pero que sorpresa nos llevamos al ver que solo eran ustedes 4.
–Fue un error dejar que sus dos amigas se fueran, ahora será más fácil vencerlos.
Jaden dio un pasó al frente y les habló.
–Tienen mucha confianza después de lo que sucedio con Máscara de Hielo.
Oakley le respondió indignada.
–Eso ocurrió hace tiempo, las cosas han cambiado.
–¿Cambiaron tanto que en aquella ocasión eran nuestras aliadas y ahora nuestras enemigas?
Les pregunté y ellas se miraron.
–Estabamos juntos por un enemigo en común, nada más.
Me respondió la pelimorada, y la rubia completó.
–La verdad desde que los vi quise pelear con ustedes -cambió su tono y a uno más coqueto- y más contigo, Jaden.
Ellas eran todas unas divas. Sonreí, puesto que tendría ocasión de aplastar a este par del Team R junto con los recuerdos de que alguna vez me ayudaron. Les advertí:
–Anteriormente dijeron que fue un error dejar ir a nuestras amigas, pero con nosotros dos basta y sobra.
Jaden realizó un ademán con la mano y se apuntó a si mismo con el pulgar.
–Seran muy lindas y todo, pero las aplastaré como insectos.
–Ahora que mencionas a los insectos...
Comentó Oakley y Annie presionó un boton en un control que traía. Entonces el suelo comenzó a bajar dejandonos parados en un telaraña gigante. Vi a Jaden y el estaba tranquilo, "¿acaso se dio cuenta de esto desde el inicio y por eso sacó de aquí a Karin y Scotty?"
Las vi a ellas y con su mirada indicaban: "seguro que no se esperaban esto". Una vez todo el piso se alejo de nuestros pies, nuestro nuevo suelo temblaba con cada movimiento. Pero eso no sería problema para ellas, ya que la del Espeon ordenó:
–Paralizalos, Espeon.
La gema en la frente del gato morado brilló y uso su energía psíquica para detenernos a mí y a Jaden.
–Así que tú limite son dos. Solo puedes paralizar a dos obejtivos.
Le dijo Jaden. La rubia su puso una mano en la boca y respondió:
–Oh, así que te diste cuenta.
Mi amigo sonrió.
–Claro. Varias veces solo has detenido a dos de tus oponentes, y nos ha elegido a nosotros para que no podamos sacar más pokémon.
Asentí ante su explicación, ahora entendía porque cuando las ataque dejaron ir a Jaden y a Scotty.
–Es cierto eso -replicó Oakley- pero la telaraña de Ariados no tiene limite. Ariados, Disparo Demora.
La araña disparó sus hilos contra nosotros, pero yo ordené:
–Lizardon, Lanzallamas.
Mi lagartija disparó su fuego quemando esa telaraña, y viendo que era efectivo traté de destruir todo.
–Lizardon, Lanzallamas contra la telaraña.
Mi Charmeleon una vez más cargo su fuego interno y lo disparó tratando de quemar todo el suelo. La telaraña se envolvió en llamas, pero tras unos segundos desaparecieron sin que la telaraña sufriera el menor daño.
–¿Qué?
Exclame sin creermelo.
–Por favor, no creerías que sería tan fácil.
Se burló la rubia, y Jaden le contestó.
–La verdad yo si creía que sería así de fácil.
Me reí ante eso. La pelimorada nos aclaró:
–La teleraña esta protegida por un campo de energía psíquica, por la tanto no puede ser destruida.
Ignorándola, le comenté a mi amigo.
–Jaden, si fuera fácil no sería divertido.
Oakley se enojó conmigo por ello y ordenó:
–Ariados, Tijera X.
La araña comenzó a caminar, pero era increíblemente rápida debido al terreno. Sin darnos cuenta se colocó tras Lizardon y lo atacó con sus pinzas y volvió a correr lejos de su alcance. No podía usar el Lanzallamas ya que el fuego era frenado por la telaraña psíquica. Pero podía usar otra cosa.
–Lizardon, Furia dragón.
Mi pokémon cargó sus fauces con un poder ígneo distinto y lo disparo. Ariados trató de ocultarse de las llamas azules, pero estas envolvieron la telaraña golpeándolo. La araña dejo de huir y se paró frente a Lizardon.
–Ariados, Tóxico.
La araña disparó una onda tóxica contra mi pokémon, pero...
–Lizardon, Voto fuego.
La lagartija creo un muro de fuego que detuvo el veneno, creandonos una oportunidad.
–Lizardon, Lanzallamas.
Cargó y lanzó el fuego directamente contra la araña, sin embargo Espeon saltó en medio y con sus poderes psíquicos disperso el fuego a su alrededor sin recibir un daño. "Rayos", ese gato era peligroso, pero entonces con velocidad un objeto apareció tras él.
–¡Hidrobomba!
Gritó Jaden, y Wartortle que con velocidad se había aparecido a su espalda le disparó un potente chorro de agua que lo mandó a volar. El Ariados, trató de golpearlo con su Toxico, sin embargo Wartortle se libró de ello cubriéndose dentro de su caparazón. No obstante, Oakley sonrió.
–Ariados, Disparo demora.
La araña soltó sus hilos y envolvió con velocidad a la tortuga. Lizardon trató de detener eso, pero el mismo fue frenado por Espeon que le atacó con Confusión.
–Acabalo.
Ordenó la chica de cabellos morados y la araña giró sobre si misma con Wartortle dando vueltas a su alrededor en el aire hasta que lo soltó y lo lanzó contra una pared destrozando el capullo, dando como resultado que la tortuga cayera panza arriba. Jaden no dijo nada, estaba serio, y solo resoplo. Mientras, Lizardon seguía recibiendo ataques de Confusión, para al final ser rematado con Rapidez. Lizardon caía derribado, yo estaba incrédulo, pero entonces Ariados lo atrapó y lo atrajo hacia él.
–Rematalo, Ariados. Usa Puya Nociva.
La araña, estaba a punto de usar su ataque, pero...
–Lizardon -grité- Garra metal.
Mi lagartija con rapidez endureció sus garras y se protegió con ellas del veneno. Pero aún no acabábamos.
–¡Sueltalas ahora, Wartortle!
Gritó mi amigo y su tortuga dejo salir cientos de Burbujas que desconcertaron a nuestros oponentes, pero no a mí y Lizardon.
–Lizardon, quema el hilo.
Y usando a su favor la telaraña de Ariados, la quemó haciendo que el fuego lo golpeará directo en sus entrañas.
–Rematalo, Lizardon.
Y de frente, le disparó un Lanzallamas que además de asar al Ariados reventó todas las burbujas a su alrededor lanzándolo contra un muro para que luego cayera al suelo negro derrotado.
–Este no es el fin.
Replicó Oakley revelando diversos hilos que cayeron sobre Lizardon y Wartortle atándolos.
–Claro que no lo es- sentenció Jaden y me miró.
–Claro que no, hasta que acabemos con Espeon.
Asegure yo y nuestros pokémon ante la imposibilidad de usar sus manos o pies por los hilos usaron la telaraña como trampolín para saltar hasta Espeon.
–Espeon, fulmina a ese par.
Le ordenó Annie, y su gato hizo brillar con gran poder su gema frontal y usó Psicorrayo contra la lagartija y la tortuga que iban contra él como auténticos tirabuzones. Entonces, mi amigo y yo exhalamos y gritamos al unísono.
–¡Lizardon: –¡Wartortle: –Lanzallamas! –Hidrobomba!
Ambos dispararon sus poderes contra el Psicorrayo de Espeon, y un espectacular choque soltó vapor y diversos colores, nuestros pokémon se impusieron y destrozando el Psicorrayo derrotaron a Espeon.
Al instante que eso sucedió, nos libramos de la parálisis. Respiré tranquilo, porque la verdad eso de no poder moverte era desesperante. Note que el vapor resultante de nuestro ataque subía a una ventilación, y por un momento la telaraña se rompió un poco. Entonces miré a Annie y Oakley: tenían un semblante de derrota, con la cabeza gacha y su cabello tapándole los ojos. Pero noté que Oakley tenía ahora el control, y que iba a presionar un botón.
–¡Detenganse!
Gritó Jaden, pero ya era demasiado tarde. Diversos hilos salieron disparados en todas direcciones contra nosotros y comenzaron a envolvernos en un capullo gigante.
–Lizardon, Lanzallamas.
Mi Charmeleon soltó su fuego contra la telaraña, pero sucedió exactamente lo mismo que cuando trató de quemar en la que estábamos de pie: nada. Desesperado miré a las chicas, y con mi mirar les decía: "Saldremos de esta, y vendremos por ustedes", para que al final los hilos taparon mi visión. Entonces Jaden, yo y nuestros pokémon estábamos dentro de una gran pelota hecha de telaraña.
–A esta trampa te referías, ¿verdad Jaden?
Él puso su mano en la telaraña y me respondió:
–Así es Saske, ahora la duda es como vamos a salir de aquí, carajo.
La  golpeé, igual que Lizardon, pero no tuvo ningún efecto.
–Telaraña maleable, cubiertas de energía psíquica para volverla indestructibles -analizó mi amigo- es un trampa infalible.
Eso me recordó cuando hace rato se rompió un poco. "Si es infalible, ¿cómo es que falló?" Revisé mis recuerdos, y noté que falló cuando el vapor entró por esa ventilación. Y ahí tuve una idea.
–Jaden, tengo una idea.
–Te escuchó.
–Necesitamos vapor.
Me escuchó y aceptó. Wartortle liberó agua y Lizardon soltó fuego para calentarla creando el vapor, que atravesó las aberturas de los hilos.
–Espero que llegue hasta esa ventilación, sino moriremos antes por el calor que por la telaraña.
Dijo Jaden un poco jadeante por el calor a la vez que regresaba a su pokémon a la pokebola para protegerlo del calor. Yo me limpie el sudor de la frente mientras hacia lo mismo y le respondí:
–Seguro que si, fue mi idea.
Se rió, y tras un par de minutos en los que casi nos sofocamos, vimos que entraba humo.
–¿Humo?
Preguntó él y yo dije.
–Todo el sistema debió de...
No alcancé a decir quemarse ya que la bola se rompió soltandonos.
Caímos sobre la telaraña que se movió violentamente de arriba hacia abajo. El solo intentar ponerme de pie era un reto. Miré al frente y tanto Annie como Oakley seguían ahí, mudas de asombro de que su infalible plan halla fallado. Sonreí, pues el Team R había fallado en acabar conmigo esta vez. Pero entonces, note que algo se rompía.
–Saske, quemamos todo el sistema -me dijo apresuradamente Jaden- eso quiere decir que esta telaraña tampoco sirve.
Sin que nadie alcanzará a hacer nada, todas las esquinas de donde se sostenía la telaraña reventaron haciendo que cayéramos.
–Al menos caeremos en el piso negro.
Exclamé tranquilizadoramente, pero estaba equivocado. En cuanto contactamos con el piso, se destrozó ya que era de cristal. Ahora entiendo porque las chicas se cubrieron el rostro antes de chocar. Como pude rodé y vi que estábamos a un par de metros del suelo, de forma que me hice bolita para reducir el impacto, y lancé una exclamación de dolor cuando me golpeé con el piso en el costado izquierdo.
–Maldición.
Trate de reincorporarme, pero noté que el hombro izquierdo me dolía. Lo tomé con fuerza con mi mano derecha y me aferre a él. No creía que hubiera huesos rotos, tan solo el golpe.
–Que buen trancazo nos dimos.
Soltó Jaden tratando de sacar sus manos de la telaraña, al parecer se atoró a mitad de la caída. Cuando se vio libre se sobó la espalda.
–Aunque tomando en cuanto lo que caímos, pensé que dolería más.
Le respondí. Él lo meditó un segundo y me dijo:
–La telaraña debió de amortiguar nuestra caída.
Me puse de pie y vi que estábamos frente a un gran laboratorio. La puerta estaba completamente cerrada y reforzada, con diversos cables entrando ahí y muchas luces brillantes. Parecía ser la cúspide de los experimentos del Team R. Golpeé la puerta con el puño. Maldición, tan cerca de su maldito más grande secreto y no podía hacer nada.
–Mira, Saske.
Me habló Jaden y caminé junto a él. Nos paramos frente a una pantalla que decía: "Estatus", y bajo esas palabras, cinco nombres. Todos rezaban "Estable", pero lo verdaderamente enigmático eran los nombres: Charmander-Two, Squirtle-Two, Bulbasaur-Two. Luego seguía: Amber-Two.
–¿Qué diablos significa esto?
Exclamé a ninguna parte. Y al final decía:
–Mew-Two.
Leyó Jaden. Sentí una gran presión en mi pecho ante ese nombre. Puse la mano sobre la pared, tenía ganas de llegar a lo que estaba detrás, y de inmediato sentí una gran punzada en mi cabeza, y junto con ella vi una imagen en mi cabeza: una especie de gato blanco con forma humanoide y una gran cola morada; se encontraba con los brazos cruzados dentro de un gran tubo flotando en un liquido, y una palabra apareció en mi mente: "Vivir". Despegue la mano al instante.
–Estas pálido.
Me advirtió Jaden. Yo lo miré sin saber qué. Y de pronto, sentí una patada en las costillas izquierdas. Resistí las ganas de gritar, y de reojo pude ver que era Oakley quien me había atacado. Ella ya se preparaba para atacarme de nuevo, pero Jaden interceptó el golpe y él mismo le propinó un puñetazo en el estomago con tanta fuerza que la hizo caer de rodillas, para luego sujetarla del cabello y levantarle la cara.
–No puede ser...
Se quejó ella.
–Te dije que no tenía sentido intentarlo.
Le reprendió Annie con poca fuerza en su voz y tomándose las costillas.
Yo sentí como una ira en mi interior crecía, "¿cómo podía ser posible que hasta el final siguieran defendiendo las aberraciones que seguramente hacían tras esta pared?" Desenfunde en mi espada y la coloqué junto al cuello de la chica del cabello morado. Me temblaba el pulso. Miré a Jaden y no había el menor gesto de emoción en su rostro. Presione la hoja contra su garganta haciéndole un pequeño corte por el que corrió un hilo de sangre. Oakley, solo cerró los ojos. Eso me hizo recordar a la Batalla en el Castillo de Hielo, cuando Máscara de Hielo las venció y ella cayó inconsciente en mis brazos. En aquella ocasión ellas también entregaron todo para vencer a ese infeliz.
–Chsk.
Presione mis dientes... y volví a guardar la espada.
–Sueltala Jaden -Le pedí a mi amigo y así lo hizo. Ella respiró tranquila y me miró; yo le dije.-Se los debía, por lo que sucedió con Máscara de Hielo. Si se vuelven a cruzar en mi camino, les aseguró que la próxima vez lucharé sin remordimientos.
Annie corrió a abrazar a su amigo y me aseguró:
–Sabia que tú debías de tener algo especial.
Me giré y vi que Jaden ya había sacado a Aerodactyl y curado a su Wartortle con una Hiperpocion. Hice lo mismo y montanos al ave prehistórico, pero antes de que emprendieramos el vuelo Oakley nos advirtió.
–Si sigues tratando de detener al maestro Ferro, ten por seguro que habrá próxima vez.
Y dejándolas atrás, volamos. Con las rocas del pokémon destruimos la puerta y llegamos hasta el último piso y rompimos la puerta. Entramos a una especie de lujosa sala de estar, lo cual nos dejo sin habla. Pero más impresionante fue aún que frente a nosotros había varios hombres del Team R que tenían capturadas a Karin, Scotty y varios más como Lizzi. Y en el centro estaba un hombre con un elegante traje sentado en un fino sillón con un Persian sobre su regazo. Con voz calmada nos aseguró:
–Así que ustedes son, Jaden: el traidor; y Saske: el defensor de Pueblo Paleta.
Lo mire directo a los ojos y exclamé:
–Giovanni.

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora