El duelo del corazón

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—Vamos Lizardon.
Fueron mis palabras ante la necedad de ese sujeto. Se había acabado la diplomacia. Este asunto se había vuelto personal. En mis adentros decía: "Tranquila Diana, te voy a sacar de esto". Por su parte el soldado miro a mi pokémon y soltó una carcajada.
—¿Que te parece tan gracioso?
Le pregunté. El contesto retomando su seriedad.
—Saske para tu desgracia tu mascota no es rival para mi monstruo. Ahora ve Gyaradous.
Al terminar su frase un impresionante Gyaradous salió del agua. Su aspecto era intimidante, pero eso no era suficiente para acobardarme ni a Lizardon, así que le indiqué que golpeara y retrocediera, por ello es que brinco a donde estaba su oponente y lo golpeó con Garra metal, pero eso no le hizo daño y contestó con un potente Hidrobomba, el cual Lizardon recibió. Mi pokémon se quedó en el piso sin siquiera poder mantenerse en pie, entonces me di cuenta que ese Gyaradous no era normal. Le pregunte:
—¿Que rayos es ese pokémon?
En eso intervino una voz madura:
–Ese es el resultado de experimentos realizados en mi barco de manera clandestina; no se sus intenciones, pero es mi deber detenerlo, porque si me hubiera dado cuenta esto no habría pasado.
Era el capitán, el cual se mostraba decidido a acabar con la serpiente marina. Entonces el capitán me miro y me dijo:
—Jamas imaginé que un soldado de Kanto hubiera abordado mi barco; lo hiciste bien, ahora libera a tu chica. — Volteó a ver el soldado y le dijo — Tus días de maldad se acabaron, yo te detendré. Ahora sal Ampharos.
Apareció un pokémon amarillo, como un borrego pelado, el cual era eléctrico; su nombre era Ampharos. El soldado no mostró ninguna respuesta. Yo estaba seguro de que Ampharos seria el vencedor, debido a que era un tipo eléctrico contra un volador-agua, pero aún así había algo que me parecía familiar en el capitán. El borrego lanza su ataque contra el Gyarados y una gran columna de humo obstaculizó la vista, pero al poder ver bien descubrí que la serpiente marina no tenia daño aparente; entonces el soldado salto sobre su pokémon y nos dijo:
—Este Gyarados fue evolucionado gracias a unas ondas ultrasónicas, las cuales lo hicieron más poderoso, ¡ahora Gyarados acabo con ellos, que yo el gran J te lo ordeno!
Ese pokémon ataco a Diana con un Pulso Dragón, yo corrí  protegerla abrazándola y entonces...

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora