Pokémon: La guerra de Kanto

Interrogarorio

La luz se encendió encandilandonos. Karin levantó la mano para cubrirse mientras que yo desvíe la mirada. Efectivamente, nos estaban interrogando. Frente a nosotros se hallaban Agatha y Lorelei, quienes hasta este momento se habían mantenido silenciosas. La anciana con una sonrisa inquietante mientras que la pelirroja nos mantenía una fría mirada. Karin se encontraba algo nerviosa, pero yo por mi parte indignado, por decir lo menos. Mi amiga me pedía con gestos que me tranquilizara, y gracias a ella es que no me salía de control.

Como llegamos aquí fue cómico hasta cierto punto. Oak aterrizó frente a la base y ahí se hallaban dos soldados claramente nerviosos que nos pidieron que los acompañaramos. Yo haciéndole un poco al tonto les respondí:

-¿A dónde?

Ellos se molestaron ante eso y me gritaron que debía obedecer las ordenes que se me dieron, acto seguido sacaron un Pidgey y un Sperraw. Me di cuenta que ese par no valía la pena y comencé a caminar con Karin tras de mí. Cierto ellos me guiaban y escoltaban, pero estaban asustados de mí. Me pregunto que cosas habrán oído del defensor de Pueblo Paleta.

O de Jaden, el traidor.

Agatha carraspeo llamando nuestra atención y haciendo que Lorelei se acomodara sus lentes y nos preguntará:

-Digan nos, ¿qué sucedió allá afuera?

Esa fue nuestra señal para que contara de nuevamente la historia que hace poco le había contado a Lance, pero esta vez por petición de Agatha Karin participó más. Así me enteré de un par de cosas más. Como por ejemplo de que al aparato de Lizzi eran varias cápsulas conectadas a una maquina central controlada por Sabrina; esa maquina fue la que durante un experimento que planeaba teletransportar a los miembros del proyecto unos diez metros comenzó a sacar chispas por sobrecarga al parecer, y eso los llevó al accidente de hacerlos aparecer en distintas partes de Kanto. También supe que cuando la capturó Richard la llevaron en primera instancia ante Samina junto a Jaden; ahí la princesa se molesto con Richard por capturar a las personas equivocadas, aunque el albino la convenció de mantenerlos como prisioneros para atraerme ahí. No obstante, pidió que no les hicieran daño. Con Karin Richard lo cumplió, pero con Jaden es otra historia. Y eso fue todo. Acabamos con las gargantas secas y con un poco de dolor. En definitiva íbamos en camino a la gripe.

Lorelei se acercó a nosotros y poniendo las manos sobre la mesa nos preguntó:

-¿Ustedes perdonaron a su amigo después de lo que hizo?

No dudamos en responder:

-Por supuesto que lo hicimos.

La pelirroja movió su cabello de su rostro y nos advirtió:

-Espero que sepan que nosotros no. Dejando de lado sus varias muestras de rebeldía y juego sucio, nos traicionó y tenemos dos bajas confirmadas de su parte.

¿Qué no había escuchado lo que les dije? También puse las manos sobre la mesa y levantandome sin ocultar mi molestia miré de frente a la Maestra del hielo para casi gritarle:

-¡Lo obligaron! Fue torturado física y psicológicamente por lo que para él fueron tres meses. Sólo aceptó porque había perdido la esperanza en que yo los salvará a él y a Karin, y la única alternativa que vio para salvarla fue esa. Además cuando me encontré con él y peleé con él se arrepintió porque de verdad no quería hacerlo y nos ayudó a salvar a todos los prisioneros. ¡Y por encima de todo eso Jaden murió por nosotros!

Aún me dolía cada vez que lo decía. Baje la mirada tratando de tranquilizarme. Ir de enojo a tristeza así no era bueno. Noté que Lorelei también bajó la vista y su semblante se puso tenso, pero entonces Agatha intervino.