El escape de Ciudad Orquídea

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–Y eso fue lo que pasó.
–Ya veo.
De regreso en el área ocupada por la guerrilla de Johto le expliqué la situación a Diana. Ella me escuchó atentamente desde mi viaje a las cavernas hasta la propuesta de Samina y Morti.
–¿Y qué harás?
Me preguntó y le contesté irónicamente.
–Esperaba que tú me lo dijeras.
Ella me miró sabiendo que diría algo así.
–Eres un soldado de Kanto, ¿qué le conviene a Kanto?
–Acabar con Teselia, y para eso nos sirve una alianza con Johto, pero el Team R...
Samina y Morti me narraron como el Team R logró engrosar sus filas con variedades de pokémon salvajes y robados sometidos a entrenamientos extremos e incluso a experimentos. Eso me hizo enfurecer, los pokémon no son armas pese a que la situación dicte la contrario, son nuestros amigos y aliados en las batallas. Incluso entre los teselianos vi cariño hacía sus monstruos. Realmente no sabía que elegir. Y aparte estaba el tema del hermano perdido de Diana. Todo me daba vueltas y sin órdenes, sólo investigar, orden medio inútil en esta situación. Estábamos sumidos en el dilema cuando tocaron la puerta de nuestra habitación. Me levanté y abrí la puerta. Era un escuadrón de la guerrilla de Johto, liderado por un hombre musculoso que aparentaba tener años de experiencia.
–¿Qué desean?
Pregunte tratando de sonar amable,  no obstante no pude ocultar mi molestia y desconfianza.
–Soy Anibal, y tu Saske tengo una orden de aprehensión en tu contra.
–¿Qué?-Esas palabras me aparecieron surrealistas, pero en verdad trataban de arrestarme. Eso generó en mi enojo e indignación, ya que yo solo los había ayudado.- ¡¿Y por qué?! ¡Yo no he hecho nada para perjudicarlos! Incluso les ayude cuando Teselia a atacó.
El se mantuvo impasible ante mi ataque de ira:
–Tenemos información que indica que tú estas aliado al gobierno central de Johto, que no estas unido a los soldados de Kanto que son nuestros aliados y que estas en una conspiración para vencerlos.
Dicho esto deje salir a Rockruff, y le ordené que hiciera Trampa rocas, para luego tomarlo, mi espada y la mano de Diana y correr a la puerta trasera. Cuando al fin salimos, unos golpes se escucharon del otro lado de la casa, volteé un segundo y por el rabillo del ojo vi un Machamp "Diablos" pensé. Corrimos con todo lo que nuestros pulmones daban, suerte que estaba cerca de la playa, ya que hubiera sido imposible huir de no ser así. Cuando finalmente el mar mojaba nuestros pies, nos dimos cuenta de que gran parte de la guerrilla de Johto nos pisaba los talones. Nos seguían Aipom, Sudowodo, Sneasel,Sunkern y no se cuantas cosas más. Vislumbre una barca y le ordene a Diana que subiera mientras que yo saqué a Lizardon y Totodile, hice varios Furia dragón con mi Charmeleon, pero no funcionaron, así que decide mezclar su Lanzallamas con la Pistola de agua del cocodrilo creando una cortina de vapor a la que añadí el Trampa Rocas de Rockruff.
–Quizás esto me de el tiempo suficiente. -Mire la barca y luego a mis pokémon.- Vamos.
Corrí tanto que sentía me corazón estallar, y cuando finalmente estuve a pocos metros de la barca y de Diana, un hombre bajo del cielo con un Pidgeott.
–Pavel...

Pokémon: La guerra de KantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora