Wishiwashi decidió disminuir su ritmo. Retozó en el agua mientras su aura lo envolvía. Eso quizás quería decir que dejaría ir el bote. Eso era una suerte, ya que si lo destruía verdaderamente nos quedaríamos atrapados todos en el mar.
De mientras, el pez seguía descansando pero no dejaba de rugir.
-¿Ke ez lo que le pasa? ¿Porr que no nosh ataca?
-Tal vez éste cansado, a este ritmo podremos vencerlo y volver con el resto.
Pero justo cuando termine de decir eso, vimos algo acercarse a la distancia. Era un barco, no obstante, a medida que reducía la distancia con nosotros, nos dábamos cuenta que era un velero de madera bastante veloz. En lugar de inspirarme calma, me hizo preocuparme.
En eso, Wishiwashi comenzó a nadar hacia nosotros.
-Mierda.
Exclamé y dejé salir a Pikachu para que lo recibiera con un rayo, eso lo hizo retroceder un poco pero también rugir, cosa que aprovechó Scotty para lanzarle un balón llameante cortesía de Raboot en la garganta.
Eso había sido un buen combo, pero de pronto una serie de cañonazos comenzaron a caer a nuestro alrededor.
-¡Dammit!
Gritó la escocesa y Croconaw entró en pánico. Yo le hablé para tranquilizarlo.
-Ya, ya. Recuerda que estoy a tu lado.
Y lo regresé a la pokebola.
-¿Qué hashes?
Me reclamó Scotty, a lo que yo le respondí:
-Saca a Corvinight, debemos llegar a ese barco.
-Eze pokémon es un maldito problema.
Me objetó.
-Una bala de cañon lo es más.
Y nos cayó una a unos cuantos metros salpicándonos de agua. Ella hizo un puchero y lo dejó salir sujetándolo al instante de una pata, y con la otra mano me sujetó a mí. Era en verdad fuerte.
Nos elevamos del océano y Scotty hizo su máximo esfuerzo para dirigir el ave hacia el barco. Cuando estuvimos sobre el barco, le pedí que bajara, y así lo hizo, pero no fue tan cuidadoso como me hubiese gustado. Aterrizamos de manera un poco estrepitosa, y ella se apresuró en regresar a su pokémon a la pokebola. Analizamos el lugar, ya que me parecio curioso que a pesar de ser un velero no contaba con una tripulación para operarlo.
-Oh, bienvenidos sean a mi nave, ajoi.
Miramos arriba y vimos a un tipo vestido como el típico pirata. Botas largas, una amplia capa y un sombrero pirata.
-¿Quién eres?
Le cuestioné al instante, pero él me objetó:
-Es algo maleducado pedir el nombre sin presentarse primero, más aun cuando los que llegaron a mi propiedad son ustedes.
Tushe.
-Soy Sas y ella es Scotty. Viajeros.
Él soltó una risotada y quitándose el sombrero se presentó.
-Mi nombre es Capitán John Peace, el mercenario más grande que navega por estos mares.
Dijo mientras un Pidove aterrizaba en su hombro, y dicha paloma dio unos graznidos. Al escucharlos, chasqueó sus dedos y un Litwick se materializó al lado de un cañón, prendiendo la mecha con su flama y disparando una bala contra el Wishiwashi, golpeándolo.
-Así que eras tú quien nos bombardeó a cañonazos.
Le reclamé. Él se colocó su sombrero de vuelta y se disculpó.
-Habrán de perdonarme, pero tengo como misión atrapar a ese pokémon.
A Scotty no le agradó esa respuesta, así que le insultó.
-Glaikit.
El pirata se rió un poco.
-Ya veo, así que usted señorita es escocesa, de Galar. El júbilo me invade, pues esa es la tierra de mis antepasados. No sé si usted lo sepa, pero cuanto aún tenían reyes, ellos solían contratar a piratas como yo para atacar las naves enemigas y robar sus botines.
-No tengo interez en saber algo tan absurdo como eso.
Le espetó Scotty. El pirata se rió:
-Veo que no es alguien a quien el pasado le produzca orgullo. Sin embargo, este barco es mi orgullo. No sé si a ti también te guste.
Ella volteó para otro lado. Yo di un paso al frente, ya que comenzaba a hilar un par de ideas.
-Imagino que tú sigues el mismo modus operandi de los piratas antiguos, ¿cierto? Dime, pirata moderno, ¿para quién trabajas y por qué quieres recuperar al Wishiwashi?
Al momento de decirlo, percibimos como al gran pez nadaba en nuestra dirección. El pirata sonrió mostrando un diente de oro.
-Algo me dice que no eres un chico normal que nadaba por ahí, ¿cierto?
-No, no lo es.
Objetó otra voz. Ésta salió de debajo del suelo, y de a poco una figura subió a cubierta. Se trataba de una chica, de cabello azul, piel blanca como la leche, mirada vacía y un traje como de sirvienta, pero que se veía que le permitía libertad de movimiento.
-Kate, pensé que te limitarías acompañarme y a recoger el artefacto.
Le señaló el pirata al aparecer la chica.
-Lo siento Capitán, pero causas de fuerza mayor me hacen tomar acción. Pues la orden que dio la princesa es atrapar a Saske Fire.
Sentí sudor frío correr por mi piel, pero el que hablara de Lusamine me hizo hervir la sangre.
-¿Acaso perteneces a la Orden de la flor?
Kate negó con la cabeza y explicó de manera monótona.
-Yo soy la asistente personal de su alteza Lusamine, Kate Ai. Fui enviada aquí para supervisar la recuperación del pokémon Wishiwashi, no obstante tu presencia aquí ha cambiado las cosas Saske.
Apreté los puños.
-¿Qué hay de ti Capitán? ¿También trabajas para la princesa?
-No es así, “Sas”. A diferencia de ti he tratado de ser transparente. Yo era un pirata que se vendía al mejor postor, hasta que un día ese postor fue el mismísimo ejército de Teselia, quien me envío aquí a atacar los barcos con los que Kanto intenté comerciar. Pero el día de hoy la realeza me contactó para recuperar a ese pokémon, por la sencilla razón de que estaba por la zona, y enviaron a la señorita aquí presente a supervisar todo.
-Habló demasiado, Capitán. – Se quejó Kate.
-No importa, igual no saldrán de aquí.
Sentenció el pirata y su Pidove voló contra nosotros, pero ambos saltamos en distintas direcciones. Scotty se molestó por el ataque, así que tomó un barril y se lo lanzó a John, pero cuando iba en el aire Kate saltó y de una patada la hizo pedazos, para luego aterrizar con estilo. Si la escocesa era fuerte, la pelizazul no se quedaba atrás.
La sirvienta se paró y le habló al pirata:
-Capitán, le pido que se encargue del pokémon y del artefacto. Yo cumpliré con la voluntad de la princesa y atraparé a Saske Fire. - Dejó salir a un pokémon, un búho de hojas, como el que nos había atacado en el barco. – Decidueye, Puntada sombría.
El ave agitó sus alas revelando un montón de flechas que fueron disparadas en nuestra dirección. Hice lo posible por esquivar hasta que vi una mesa, de forma tal que salté por encima de ella y la pateé para cubrirme con ella de los flechazos. Scotty por su parte dio un pisotón al suelo rompiendo una tabla y usándola como escudo.
Aunque de momento habíamos evadido los ataques, debíamos pasar a la ofensiva, pues el barco piloteado por John avanzaba a Wishiwahi. ¿Pero con quién? La opción más obvia era Lizardon, pero si lo herían demasiado quedaríamos definitivamente atorados aquí. Suspiré pesadamente. Cuando los ataques se detuvieron, salté sobre la mesa listo para lanzar a Lizardon, pero entonces una flecha pasó cerca de mí y aterrizó a mi lado. En ese preciso instante, mi cuerpo se paralizó. Me sentía pesado, no podía moverme.
-¿Qué es esto? ¿Una toxina?
Logré articular con dificultad. Kate estiró su mano señalando a un lado mío, percatándome entonces de que la flecha estaba atada a una liana hasta el búho, y que la sombra proyectada por la misma tenía un brillo sombrío.
-Es la Puntada sombría de Decidueye, hecha para atrapar pokémon. Por lo general solamente impide que el oponente escape, pero un humano al ser más débil restringe todos sus movimientos. Con eso hecho, ya te tengo entre mis manos, Saske.
Hice un esfuerzo por librarme, pero fue inútil. Sin embargo, alguien gritó enojada.
-¡Te olvidash de me!
Scotty estaba al lado de Raboot, quien pateaba un pedazo de madera prendiéndole fuego y cuando ardió se lo lanzó al búho. Este movió sus alas inutilizando el ataque. Pero…
-Attack him!
El conejo corrió a toda velocidad y saltó.
-Patada ígnea.
Con sus patas le asestó un impacto llameante a Decidueye, quien apenas si se defendió. Ahí me di cuenta.
-Scotty, el Decidueye debe tener su sombra conectada con la mía. No podrá moverse.
La chica asintió, pero su pokémon no pudo actuar porque de la nada salió una Bola sombra que lo golpeó y lanzó por la borda. Scotty pegó un grito para saltar y atraparlo. En tanto, la peliazul me explicó.
-Eres listo por darte cuenta tan rápido, pero no esperabas que dejara desprotegida una debilidad tan evidente.
Y un Froslass se hizo visible acercándose más a mí. Ese pokémon abrió su boca arrojándome un viento helado que me colocó pequeños cristales de hielo en todo el cuerpo.
-Ahora, aunque se pierda el agarre de Decidueye, no podrás moverte. – Me explicó Kate, a la vez que se dio un poco de tiempo para burlarse. – Es curioso, a la princesa le gustaría que las cosas se preservaran tal como están, y para ello es sumamente útil el hielo.
Escupí algo de aliento helado.
-Ella ciertamente tiene ideas extrañas.
Le comenté, a lo que ella objetó.
-Solo Arceus tiene derecho de juzgar a mi señora, yo me limito a obedecerla.
-Lusamine me agradaba más cuando ella misma trataba de resolver sus problemas. Ahora se limita a enviar a sus lamebotas a cumplir sus órdenes.
-Pese a lo que opines de mi señora, - me objetó – es lo adecuado. Nosotros trabajamos en las sombras para servir a la luz. Ella es una princesa, y tú un vulgar que se está congelando.
Ciertamente me estaba congelando, no obstante de nuevo alguien intervino. Una bola de fuego golpeó a Froslass derribándola, y de paso esa luz disperso la sombra permitiéndome liberarme. Como pude me moví, pero mis músculos estaban atrofiados por el hielo. Di unos pasos y tropecé. Cuando levante la vista vi que la escocesa había vuelto, pero antes de decirle cualquier cosa, me levantó en hombros mientras Raboot daba fuego de cobertura ante las hojas de un liberado Decidueye. Sin embargo, algo golpeó el barco.
-Es Wishiwashi
Exclamé. El pirata se rio y dejó volar a su Pidove. La escocesa chasqueó los dientes, y dijo:
-Rashos.
Con su mano libre tomó al conejo y saltó de nuevo por la borda. Creí que caeríamos al agua, pero aterrizamos en un bote salvavidas. Ella debió aterrizar ahí la primera vez. Le iba a decir algo, pero se veía bastante acelerada desatando las cuerdas para soltar el bote, hasta que un nuevo choque acabó por lanzarnos al agua.
Hice un esfuerzo para incorporarme, pero apenas el hielo se estaba derritiendo. La escocesa se veía nerviosa, lo cual aumentó cuando un proyectil golpeó a un lado del bote congelando la superficie del agua. Ambos volteamos para ver a Kate con sus dos pokémon al lado.
-Disculpen, pero no puedo permitir que se vayan tan fácilmente.
Decidueye tensó entonces su arco con una flecha preparada, la cual fue recubierta de hielo por Froslass y disparada finalmente por el búho. Este dio en el bote, cerca de donde Scotty tenía puestas sus manos, congelándoselas. Se hincó en donde yo me reincorporaba, y me cuestionó.
-¿Qué harremos ahora?
Vi que preparaban otra flecha, eso sí que nos acabaría. Le dije a la desesperada:
-Lánzale a Graveler o a Exuguttor, eso seguro los para.
Sus ojos se abrieron como platos, y luego se hicieron pequeños en una expresión sombría. Vi cómo se mordía su labio inferior.
-No los tengo ya.
Pronunció con un hilo de voz.
-¿Qué?
Apenas atiné a decir. Ella se molestó y me tomó de la playera acercando su rostro al mío.
-No los tengo ya, ¿ke no entiendes glaikit?
Su aliento caliente y agitado contrastaba con el mío helado. Ella aflojó su agarré separándose de mí, pero una flecha la golpeó en el pecho dejándola aturdiéndola y haciéndola caer por la borda.
-Ahora que hemos eliminado al estorbo, solo falta atraparte Saske.
Miré con furia a Kate, y moviéndome como un Magicarp, salté del bote. El agua de mar era más cálida, así que me desharía del hielo, pero lo que más me preocupaba era Scotty. La vi como caía más al fondo mientras se mantenía inherte. No podía dejar que se ahogara. Tras angustiosos segundos, pude tomar mis pokebolas, y lanzar a Croconaw para que fuera por ella. Mi cocodrilo la tomó de una pierna y la subió. Cuando pasó a mi lado me sujeté de él y ambos fuimos a la superficie.
Salí dando una gran bocanada de aire, mientras que la escocesa tosía y aventando el agua hacia afuera. Con rapidez, le ordene al cocodrilo que la llevara al bote, mientras que yo dejé salir a Lizardon. Kate se mofó un poco:
-Así que ese es el legendario Lizardon. Es un honor verlo al fin.
-Pues velo bien porque en un momento ya no lo verás. - Le dije y ordené. – Lanzallamas al agua.
La onda ígnea de mi lagarto levantó una cortina de vapor que tapó la visibilidad que teníamos del otro. Sin embargo, yo sí recordaba donde estaba Kate.
-Lanzallamas.
Solicité señalando el lugar, y mi pokémon obedeció. No creía vencerlos con eso, pero el vapor, un pequeño incendio y lidiar con Wishiwashi nos daría algo de tiempo. De esa manera, mi lagarto me cargó hasta el bote salvavidas con Scotty, quien ya había subido pero se veía exhausta. Regresé a mi lagarto a la pokebola mientras mi cocodrilo nos seguía empujando.
Alejamos el bote hasta que Wishiwashi y el barco del pirata eran solo puntos en la distancia que chocaban de cuando en cuando. Me asome por una orilla y tomé en brazos a Croconaw para subirlo al bote. El cocodrilo se veía cansado pero feliz. Me tiró unos lengüetazos que yo recibí alegre.
-Mereces un descanso.
Lo abracé y me senté mientras el bote estaba a la deriva. Mire a Scotty. Ella estaba acostada cubriéndose la cara con los brazos. Creo que nunca me había parecido tan frágil.
-¿Estas bien?
Ella bufó y respondió.
-No. Odio el mar y éste no me deja escapar.
-¿Escapar?
Le pregunté. Ella apretó los puños y contestó:
-Cuando dejé mi hogar, la única cosa que se me ocurrió fue subir a un barco y navegar buscando algo mejor. Pero desde entonces estoy perdida en este inmenso azul. Esperé encontrar algo bueno, pero solo vi la misma porquería que ya tenía en casa, solo que en distinta presentación.
Se tomó un momento para tomar aire, y yo guardé silencio.
-No pertenecía a ningún lado. Y luego, cuando parecía que encontraba algo bueno, comencé a perder cosas.
Estiró sus manos al horizonte como si tratara de atrapar algo.
-¿Te refieres a Exoguttor y Golem?
Cerró los ojos como si le doliera recordar.
-Cuando ese dragón nos atacó en el barco, sus pokebolas se zafaron de mi cinturón y cayeron al fondo del océano.
Cuando el dragón atacó el barco… fue cuando…
-Así es. Tú no fuiste el único que perdió algo ese día. – Se sentó y agachó la cabeza. – Yo odiaba a Jaden. Se la pasaba burlándose de mí, pero cuando perdí a mis pokémon él me salvó. Y luego el va y muere… él me dejó igual que Exoguttor y Golem. ¿Qué sentido tenía entonces?
Vi que las lágrimas gotear al suelo.
-Solo quería escapar, olvidar… Y aun así quise venir a pelear para ya no estar sola… se lo debía y no quería perder a la princess… pero solo me hundo cada vez más. Hoy casi pierdo a Karin y a Raboot, e incluso yo misma… Quiero olvidar todo, quiero ir a casa y quiero un maldito trago de alcohol.
Hundió su cara en sus brazos mientras soltaba sollozos. No sabía que ella sentía todo eso. Pero era mi amiga y no podía dejarla sola. Me acerqué a ella y le extendí mi mano.
-No llores más. Ya no estás sola. Yo, Karin y el resto de Avengers estamos contigo. No tienes que escapar más. Ya no estarás más perdida.
Ella dudosa levantó su rostro. Hable un poco más.
-Muchas veces tuve que enfrentar dificultades, y hubo personas cercanas que me tendieron su mano. Gente que no me dejó caer sin importar que tan profunda se viera la oscuridad, y como ellos lo hicieron yo no te dejaré caer a ti. No sé qué tipo de vida has llevado hasta ahora, pero ya no tienes que estar sola.
Nos quedamos en silencio por un momento, hasta que extendió su mano y sujetó la mía. Se puso de pie, limpió sus lágrimas con su brazo y miró al horizonte.
-No lo sé. ¿Cómo sé que el mar no volverá a jugarme una mala pasada? ¿Es que acaso el mar no volverá a robarme nada?
Miré a donde ella veía. Sabía que por allá estaba Teselia, y más allá Galar. Rodee su mano con las dos mías para que me escuchara.
-El mar te trajo a mí. Y no voy a dejar que el mar te arrebate de nuestro lado. Y es por eso que vamos a pelear.
Me sonrió
-Antes lo único que quería es irme a casa y olvidarme de todo. Pero ahora ya no. Me quedaré aquí por mis amigos, y porque se lo debo a ese glaikit.
Yo sonreí ahora.
-Vamos entonces por ellos.
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Pokémon: La guerra de Kanto
FanfictionHola, mi nombre es Saske. Mi hogar es un pequeño pueblo de la región de Kanto llamado Pueblo Paleta. Hace diez años inició una terrible guerra entre Kanto y Teselia, en la cual yo tuve que pelear por mi patria. He aquí mi historia. Esta es una histo...