Editado.
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Se encontraba en la oficina del seriff, digamos que había hecho una travesura. Graham estaba echándole la bronca.—Lo siento, no debí llenar de confeti el coche de Sheriff —habló "arrepentida", en realidad no lo estaba, había sido muy gracioso
En aquel momento entró su madre. Su largo pelo rojo como el fuego estaba recogido en una trenza y sus ojos azules demostraban el gran enfado que sentía hacia lo que había hecho su hija. Después de recibir otra charla por parte de su madre, la joven miró hacia abajo para que su pelo, del mismo color que el de su madre, ocultara su sonrisa.
—Pídele disculpas —demandó la mujer con voz severa.
—Perdón, Sheriff. No volverá a ocurrir —aseguró.
—Para asegurarnos de ello, pasaras el día en la celda —informó el hombre señalando el espacio de barrotes al otro lado del edificio.
La chica asintió levemente y se levantó de la silla para seguir a Graham, que la guió hasta la celda y cerró la puerta tras ella.
Su madre salió y Graham se fue a atender una llamada, dejándola sola. Miró a su alrededor mientras se sentaba, tenía mucho tiempo para pensar. Sacó el collar que le regaló su madre al nacer. Se trataba de una cuerda negra y un dije con forma de estrella de mar verde. Empezó a darle vueltas entre los dedos.
—Aqua —escuchó un susurro decir su nombre, pero no le dio importancia pensando que era fruto de su imaginación—. Agua, aquí —miró a su alrededor, encontrándose con los ojos marrones de Henry al otro lado de los barrotes. Sonrió mientras se acercaba a él.
—Henry, ¿que haces aquí? —preguntó agarrando los barrotes para acercarse más a él.
—He venido a ver como estabas —dijo sonriendo, siempre le hacían gracia las travesuras de su amiga.
Se acercó un poco más y rozó sus manos con las de la chica, ella vio que llevaba una mochila llena de cosas, por lo que le miró curiosa.
—¿A donde vas? —él se quitó la mochila y de ella sacó el Gran libro de cuentos que le había dado su profesora, Mary Margaret.
Henry llevaba un tiempo obsesionado con ese libro, aseguraba que todos los cuentos eran ciertos, y ella había empezado a creerle.
—Voy a buscar a mi madre —afirmó con seguridad. Ella abrió más sus ojos, sabía a lo que se refería.
—Henry, no puedes hacer eso, ¿y si te pierdes?
—Llevo mucho tiempo planeando esto. No va a pasar nada.
—Cuanto es mucho tiempo —preguntó decepcionada.
—3 semanas.
—Y no me has dicho nada —se separó de los barrotes, y se sentó de nuevo en el colchón, dejando de mirarle.
—No he dicho nada porque sabía como te pondrías.
Salió de allí y la chica no intentó detenerle.
Ya había pasado bastante tiempo desde que Henry se fue. Volvió poco después con una mujer rubia, su madre biológica, y empezaron "La operación Cobra", que era para conseguir que Emma, la salvadora, devolviera los finales felices.
—Gracias, Rubi —dijo la morena pagando el almuerzo que le había preparado.
Se despedió de Rubi y Granny y fue al edificio de Mary Margaret (Blancanieves), en el que ahora también vivía Emma. Al entrar se encontró a Henry y Emma discutiendo. Encima de la mesa había una tarta de manzana.
—¿que pasa? —preguntó dejando la bolsa de papel en la mesa al lado de la tarta.
—La alcaldesa me ha dado ese trozo de tarta de manzana.
—Mi madre lo ha envenenado, estoy seguro —afirmó Henry y la chica miró el trozo recelosa, provocando que Emma bufara molesta.
—No me digas que tu también lo crees —dijo Emma, mirándola enfadada.
—Esta bien, te lo demostraré —aseguró Henry dándole un mordisco.
Al instante cayó al suelo inconsciente, por lo que la chica gritó. Siempre había sentido algo por Henry y no había sido capaz de decírselo. Emma le cogió en brazos y fueron al hospital, donde encontraron a Regina, la madre adoptiva del chico.
—¿Que ha pasado?
—Tu pastel —Emma dejó a Henry en una camilla, y los médicos se lo llevaron.
No encontraron nada, asi que les dejaron pasar a verle. Primero entró Regina, puesto que era la madre legal de Henry. Luego fue Emma y por último pasó la morena.
—Henry, debí decirte lo que siento por tí —habló llorando y por primera vez en su vida, sintió el valor de darle un beso. Una corriente pasó a través de los dos y se extendió por todo Storybrooke. Se separó de él aún llorando y se asombró al ver que se movía.
—Henry —gritó feliz.
—Siempre supe que eras mi amor verdadero.
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Imaginas Multifandoms
FanficHistorias cortas de series, libros, cantantes, actores y películas, en el caso de que no te guste alguno, o no hayas visto la serie o la película,solo tienes que pasar al siguiente (XD), de título pondré el Fandom y la persona de la que trata. Los...