Imaginas Multifandoms

116.- THE DRIVER ERA (ROSS LYNCH)

Maeve observó por la ventana antes de suspirar. Hacía un calor horrible en Los Angeles y ni siquiera le apetecía salir al patio. Aún seguía observando por el cristal cuando su teléfono empezó a sonar.

—¡Eve! –exclamó la chica al otro lado de la línea.

—Hola, Sav –saludó ella con una pequeña sonrisa.

—¿Qué haces?

—Pues me pillas ocupadísima, tengo tantas cosas que hacer que ya he empezado a espiar por las ventanas de puro aburrimiento.

Savannah rió al otro lado.

—Tranquila primita, yo tengo la solución. Voy a salir a buscar qué me voy a poner para la fiesta. ¿Quieres venir y así buscamos algo para ti?

—Claro –aceptó enseguida. Realmente no tenía nada que hacer

La fiesta de la que hablaba Savannah era la que siempre organizaba al inicio del verano y siempre era de disfraces. La chica tenía una "pequeña" obsesión con transformarse en otra persona y aprovechaba dicha fiesta para hacerlo.

Cuando las primas se reunieron, su primera parada fue una tienda de disfraces. Savannah compró el suyo allí, de Caperucita Roja. Maeve, por el contrario, no encontró nada que la convenciera.

—¿Has pensado en algo ya?

—Todavía no lo tengo claro, pero quiero algo original, que no suela verse.

—Podemos pasar por una tienda de segunda mano que hay un poco más abajo a ver si te viene la inspiración.

Ambas entraron al local. Savannah revisó la zona de ropa mientras Maeve se dirigía a la de accesorios. Sonrió al ver un collar, era una cuerda negra de la que colgaba un prisma de cristal azul. Buscó a su prima y le explicó su idea. En aquella tienda consiguieron, a parte del collar, la tela con la que iba a hacerse el top y la falda del personaje. Solo le faltaba la peluca, que compró por internet.

La razón de la fiesta no era otra que el cumpleaños de Maeve, así que la joven no tenía excusas para faltar, aunque no solía necesitarlas, le gustaban las fiestas de su prima. Lo único malo era que solía invitar a gente que ella ni conocía, pero al menos tenía a sus amigos para entretenerla.

El cumpleaños de Maeve llegó y con él la fiesta. Comió con sus padres y luego Savannah se acercó para felicitarla y que se cambiaran juntas. La menor había cosido y arreglado la prenda azul hasta que se parecía a la de su personaje. También tuvo que cortar y darle forma a la peluca.

Cuando ambas estuvieron cambiadas, Savannah observó a su prima con una sonrisa.

—Guau, Eve. Te queda precioso.

—Gracias –respondió con una sonrisa.

Al ver que se peleaba con su pelo ara colocarse la peluca, la mayor se acercó a ayudarla.

—Riker me ha dicho que Rydel y Ryland viene seguro –le contó mientras le ordenaba los cabellos blancos artificiales.

—¿Ross y Rocky?

—No saben si van a llegar a tiempo. Sabes que vienen desde Vancouver.

Maeve asintió, pero había perdido parte de su alegría. La familia Lynch era muy importante para ella no solo porque ahora fueran la familia política de su prima, sino porque se habían convertido en grandes amigos, no podía creerse que Ross y Rocky fueran a perderse su cumpleaños.

Una vez que ambas estuvieron listas, se dirigieron a la casa donde era la fiesta, pero antes de entrar, Savannah la detuvo.

—¡Aún no te he dado tu regalo! –recordó dirigiéndose a la parte trasera del coche.