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65.1 .-NARNIA (PETER PEVENSIE)

Este OS está situado durante el reinado de los hermanos Pevensie en Narnia, antes de que volvieran a su mundo después del primer viaje.
Está escrito en tercera persona para que me sea más fácil explicar algunas cosas.
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Poco después del nombramiento de los nuevos reyes de Narnia; Peter, Susan, Edmund y Lucy se encontraban en el comedor con el resto de narnianos disfrutando de una deliciosa comida, cuando un guardia entró precipitadamente por las puertas.

-Rey Peter, hay aquí alguien que necesita hablar con usted- informó al Sumo monarca de Narnia.

-¿Es necesaria mi presencia en este mismo instante o puede esperar?-Preguntó Peter mirando a sus comensales que le devolvían la mirada preocupados.

-Creo que es necesaria en este mismo instante. También se requiere la presencia de los demás reyes.-Replicó el guardia mirando de soslayo a los otros tres hermanos.

-Dígale que espere en la sala de los tronos, ahora vamos allá.-El guardia asintió, hizo una reverencia y salió del comedor, dejando un ambiente tenso entre los que allí se encontraban.¿Qué podía ser tan importante para ser precisa la presencia de los cuatro reyes de Narnia?

Cuando llegaron a la sala de los cuatro tronos se sentaron en sus lugares,los dos guardias que se encontraban en la puerta, un fauno y un centauro, abrieron las puertas y por ella entraron dos individuos.

El primero era un hermoso ciervo con una impresionante e imponente cornamenta, se acercó a los reyes y les hizo una reverencia doblando una de sus patas delanteras, luego se giró hacia el segundo visitante.

- Vamos, querida, no te harán daño- le dijo el noble animal con voz tranquilizadora.

El segundo visitante era en realidad una hermosa joven que se encontraba algo desorientada. Iba vestida con un vestido que no se parecía a ninguno que llevarán las muchachas de Narnia y miraba todo con los ojos ligeramente abiertos de la impresión. La chica se acercó a los tronos e hizo una torpe reverencia a los reyes.

-Sus majestades, esta joven asegura que el gran León se le apareció y le pidió que se dirigiera hacia aquí- Explicó el ciervo, saltándose muchos detalles de la historia.

-¿Has visto a Aslan?-Preguntó la reina menor, Lucy, con una gran sonrisa.

-Eso creo, Majestad-Contestó torpemente la chica haciendo otra innecesaria reverencia. La joven estaba muy nerviosa, nunca había estado delante de un rey, y ahora se encontraba ante cuatro a la vez, no sabía como actuar.

-Bien, empecemos por el principio, ¿Cual es tu nombre?-Preguntó Susan.

-Mi nombre es Emma, Emma Grant-Contestó inmediatamente.

-Vale, Emma, ¿De donde eres?-Preguntó está vez Edmund, intentando que la chica se sintiera menos cohibida, Ed, como su hermano le decía, sabía lo imponente que era encontrarse ante un rey.

-Ese es el problema, esto les parecerá muy raro, pero no provengo de este mundo- Emma imaginaba que los reyes la mirarían como si estubiera loca y dejarían de prestarle atención, sin embargo lo que presenció fue que los cuatro reyes se miraron entre ellos y luego la miraron más interesados.

-¿Si no eres de aquí de donde eres?-Preguntó el único rey que no había hablado, el mayor de los cuatro. La joven, que tenía aproximadamente la misma edad que él, no pudo evitar fijarse en lo guapo que era, cuando se dio cuenta de que le estaba mirando demasiado se recriminó mentalmente y desvió la mirada hacia el resto de reyes.

- En mi mundo vivo en una gran ciudad llamada Londres, sin embargo entramos en guerra y mis padres me enviaron con mis abuelos maternos.

-¿Eres de Londres?-Gritó sorprendida la pequeña, ganándose una mala mirada de parte de su hermana mayor, recriminándole la falta de educación.

-¿Conocen Londres?-preguntó la joven sin poder creérselo. Ella pensaba que nada podía sorprenderla después de haber cruzado un portal hacia otro mundo, y haber descubierto que los animales también hablan y la cantidad de seres mitológicos que en realidad existían.

- nosotros también somos de allí-Contestó la reina mayor como si no fuera la gran cosa.

-¿Como llegaste hasta Narnia?-Preguntó Edmund deseando enterarse de más, la curiosidad era muy típica en él.

-Estaba en la granja con mi abuelo y mi abuela, la última me envió a recoger las verduras maduras al huerto. Cuando terminé de recogerlas me senté debajo del gran Naranjo para descansar, pero cuando me apoyé en el tronco sentí cómo caía al vacío y aparecí en una gran explanada verde frente a un inmenso y majestuoso león.-Relató la chica recordando todo lo acontecido.

-Aslan-reconoció Lucy, Emma asintió con la cabeza.

-¿Y que fue lo que te dijo?-Preguntó Peter, sin poder dejar de mirar a la chica, quien, al contrario, evitaba mirarle con todo su esfuerzo.

-Lo cierto es que solo me dijo que viniera a Cair Paravel y hablara con sus majestades, luego desapareció y en su lugar encontré al Sr. Barth-Explicó señalando al ciervo que estaba dando golpes en el suelo con la pezuña por el cansancio de estar completamente quieto en su sitio durante demasiado tiempo.

-Aslan siempre tiene alguna razón para hacer las cosas, seguro que pronto descubriremos porque estás aquí-Animó Lucy, quien, aún siendo la más pequeña, era la única que se había dado cuenta de las miradas que eran incapaces de esconder los más mayores y se había hecho una idea de la razón de Aslan.

-¡Emma, Emma!- Llamó la atención de la castaña un fauno unos meses más tarde. La chica se dio la vuelta al escucharlo y le miró preocupada por la situación del hombrecillo mitad cabra, que parecía exhausto de tanto trotar hasta ella.

-¿Ha ocurrido algo malo?,¿está todo el mundo bién?-El fauno asintió con la cabeza mientras intentaba recuperar el aliento.

-Su majestad, el rey Peter, me ha pedido que la busque.-Ella asintió y siguió al fauno hasta donde estaba Peter, quien le sonrió y le dió un beso en la mejilla.

-¿Ha pasado algo?-Preguntó ella, aún sin entender la reacción del chico, el cual, nunca se había mostrado tan cariñoso con ella.

-Nada, solo quería verte.-Emma le miró aún muy confundida, cosa que Peter aprovechó para robarle su primer beso a la chica, haciéndola sonreír.

Un tiempo después ambos se casaron, cuando ya no eran unos chiquillos y ya habían alcanzado una edad adulta.

Una tarde estaban de cacería, persiguiendo un gran ciervo blanco cuando encontraron un viejo farol negro, los cuatro hermanos lo reconocieron en seguida, mas Emma no, pues ella no había llegado a Narnia de la misma forma que ellos, aún así les siguió hasta la entrada del armario y lo cruzó con ellos, sin embargo cuando salió al otro lado se encontró a los pies del gran Naranjo de sus abuelos, se sintió terriblemente triste y apagada, pero aún así recogió las verduras de la cesta y volvió junto a sus abuelos sin saber que dentro de poco volvería a ver a su nueva familia y que volvería a su nuevo e increíble mundo para vivir otras tantas aventuras.

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