REALIDAD

9.1K 490 17
                                    

Mariana

Nos despedimos de las chicas ya era tarde, Raquel se iba a quedar con Roma, ya que sus padres no vendrán, tienen una fiesta de negocios.

- cuidense y hagan las tareas - dice Roma.

- no le corrompas Shane - dice Raquel.

Se despiden con la mano y se meten, seguro seguirán jugando en la consola.

- no harán los deberes - dice Shane.

- deberíamos decomisarles la consola -Shane me mira aterrorizada - calma, estaba bromeando - rio - como les gusta pasarse las horas jugando.

- apuesto que si te dejo con una consola te pasas horas jugando.

- yo no soy viciosa - digo con orgullo.

- nadie se resiste a los videojuegos.

- yo si puedo.

- eso dices ahora, pero bien que sabes jugar - me da un leve empujón con su brazo.

- suerte de principiante - me enojo se hombros.

- yo diría mucho - insinúa Shane.

- parale - le devuelvo el empujón.

- me empujaste - se queja.

- pero si tu lo hiciste primero - digo en mi defensa.

- yo te empujare al lodo - dice divertida.

- no no - levanta sus manos y yo corro, Shane me persigue hasta que nos cansamos.

- espera, ya no tengo aire - digo respirando pesadamente, llega a mi lado y se apoya de la pared.

- pensé que no tenías físico, pero hemos corrido más de 5 cuadras - lo decía con dificultad por la falta de aire.

- no quería ensuciarme - digo.

- entonces te diré eso en las clases de física - ríe - ¿quieres ir en carro o caminando?

- vamos caminando - le digo con la respiración más regular.

- entonces vamos - asiento y caminamos.

Hablamos de todo, hasta de política, tenía muy buenos argumentos.

- deberías meterte al club de debate - le digo.

- no bromees, no se casi nada - dice.

- claro que sabes, tienes muy buenos argumentos, serias una buena competencia - digo mirándola.

- si tu lo dices, pero prefiero el balón - rio por su comentario.

- se que no lo dejarías por nada - sonrio, se me viene a la cabeza lo de la selección y siento una presión en el pecho.

- bueno, llegamos señorita - me dice mirando la puerta, Riku empieza a ladrar - esta queriendo ir a recibirte o quiere morderme - sonrie.

- tranquila, no te hará nada - camino a mi puerta y abro, creo que fue mala idea, Riku salió disparado hacia Shane que corrió a mitad de la calle - Riku ven - me puse de cuclillas y estire mis brazo, Riku dudaba si en ir a recibirme o seguir ladrando a Shane, al final vino a mis brazos - que buen perrito.

Shane se acerca cuando lo cargo en mis brazos, trata se zafarse de mi agarre pero no lo consigue.

- nose porque me tiene cólera - se dirije a Riku - no te hice nada.

- es algo celoso, conoce tus intenciones Shane - me burlo.

- en ese caso creo que cuando venga lo tendrás que dejar en el patio - a Riku no le agrada la idea y empieza a ladrar de nuevo.

- calma Riku, no te voy a dar cena - lo amenazo - creo que mejor lo meto - Shane asiente, lo dejo adentro y salgo.

- bueno, entonces nos vemos mañana - dice Shane poniendo sus manos en los bolsillos de la casaca.

- haces los deberes - ella hace una mueca, pero asiente.

- hasta mañana - se acerca y me da un beso corto en los labios.

- hasta mañana - me acerco y junto de nuevo nuestros labios, Shane se separa, pero yo muerdo su labio inferior, ella sólo ríe y me besa con un poco de intensidad, nos separamos cuando sentimos que el aire nos falta.

- que tengas bonita noche.

- igualmente - me da un beso corto en los labios, voy a mi puerta y me despido con la mano, entro antes de que Riku salga.

Shane

Voy a mi casa y mi mamá aún no está, así que subo a mi cuarto, dejo la mochila en la silla y pienso si hacer o no la tarea, se que no la van a revisar mañana, así que mejor voy a dormir, me quitó la ropa y me pongo la pijama, me meto dentro de las sábanas, me acomodo para dormir y cierro los ojos, tratando de conciliar el sueño, pero no puedo, así que miró el techo, tengo que poner algo ahí, ya que la mayoría de veces miró hacia arriba.

Siento como una piedrita choca mi ventana, no le hago caso, pero de nuevo suena, así que me paro de mala gana y veo que es... Georgiana. Al verme me saluda y empieza a trepar el árbol que da para mi ventana, yo la abro, pero no dejaré que entre.

- que haces aquí, te pueden ver y no quiero problemas - le digo mirando alrededor.

- calma Shane, no hay nadie, además vine encubierta - se acomoda en el árbol, no tiene intenciones de pasar, es bueno, porque tampoco le iba a permitir.

- dime que quieres - me recuesto en la ventana.

- no siempre vengo por dinero Shane - dice ofendida.

- que raro, porque siempre me pides y hasta ahora no me pagas - digo con algo de molestia.

Busca algo en su bolsilla y saca un sobre, me lo tira y yo lo agarro - ahí tienes todo lo que me prestaste - lo abro y es cierto, pero es más de lo que le di - aceptalo, te lo estoy pagando con interés.

- de donde conseguiste el dinero.

- ahora trabajo Shane, me pagan bien.

- no estarás trabajando para...

- si Shane, estoy en eso - dice apenada.

- te dije que no lo hicieras, tienes que salir, esto no es nada bueno, tú...

- calma Shane, estoy bien, yo soy para esto, me desenvuelvo muy bien - sonríe, pero eso no me convence.

- no piensas en tu familia, tu hermana - le digo.

- por ellos lo hago, la paga es buena, ya no pasarán hambre - trato de calmarme.

- ¿cuanto te pagan? - digo analizando las cosas.

- 5 mil por semana - me sorprendo - sólo tengo que distribuirla, yo nisiquiera las vendo, sólo las entrego.

- que pasa si te atrapan, harás sufrir a tu familia.

- no pasará, se hacer esto Shane, tu misma lo comprobaste - me acuerdo de aquella vez que me convenció que le acompañe hacer un pedido porque su acompañante estaba enfermo, nose como me convenció, pero fui, casi la policía nos atrapan, por lo visto los han estado siguiendo, sino es porque Georgiana conoce muy bien y sabe escondites nos hubieran atrapado.

- sólo ten cuidado - ella sonríe.

- estamos a mano Shane - yo solo asiento - que descanses - se tira del árbol y cae bien, me mira y se despide con la mano, yo la imitó y cierro la ventana.

Miró el sobre y lo guardo en el último cajón de mi ropero, ese dinero fue mis ahorros que tenía en mi cuenta, un día Georgiana vino desesperada, les debía y no podía conseguir esa cantidad, yo se la preste, porque si no pagaba su familia sería lastimada, desde ahí venía a pedirme dinero, pero en menores porciones, le decía que lo dejara, pero no me hacía caso, así que no le volví a hablar hasta ahora, se que no me escucharía si le digo que deje eso, sólo me queda rezar para que no la atrapen.

Me meto a mi cama y cierro los ojos, esta vez, si consiguiendo el sueño.

polos opustosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora