Who will fall in love? ©

Capítulo 24: Mentir por necesidad

Miré a Javiera en silencio, sus palabras me estaban confundiendo un poco y no pude responderle nada. Justin llegó con dos vasos de jugo y miró extrañado a Javiera, ella solo le sonrió un poco y se fue, la seguí con la mirada y la vi sentarse unas bancas más allá con un chico que la esperaba, era un chico atractivo pero no parecía ser más que su amigo.

-Qué hacía ella aquí?, Te vino a molestar? -dejó los jugos a un costado de la banca y se sentó a mirarme preocupado.

-No Justin -sonreí un poco-, no te preocupes, solo se vino a presentar, dijo que pensó que no habíamos tenido un buen comienzo y quiso saludarme mejor -mentí mirando hacia otro lugar.

-Pero no te molesto que se acercara?, no te dijo nada desagradable? -insistió.

-No Justin, todo bien, es agradable -reí un poco y tomé el vaso de jugo-. Gracias.

Esa noche había sido tan completamente rara que cuando desperté a la mañana siguiente dudaba de si algunas cosas realmente habían ocurrido, como el encuentro en la playa con Justin o la conversación con Javiera. Me levanté de la cama con cuidado de no despertar a Karen e Isa y comencé a darme vueltas por la casa recordando cada palabra de Javiera... "He visto como te mira, no me equivoco Jessica, él jamás te lo ha dicho porque esa persona eres tú y él sabe que no sientes lo mismo", las palabras hacían eco en mi mente, "Él no quiere que tú te alejes si te lo dice".

(Narra Justin)

Entre sueños sentí que alguien apretaba fuertemente una de mis piernas y un "aush" salió fuerte desde mi boca y sentí nuevamente un apretón.

-Cállate!- escuché su voz y abrí los ojos como plato de inmediato, la vi al final de la cama en donde estaba durmiendo con Ryan y ella se mantenía de pié con una mano en su boca mientras reía. -Ven por favor -susurró-, no despiertes a nadie.

Ella salió de inmediato y me puse de pié con cuidado para no despertar a Ryan, estaba solo con un short como solía dormir siempre y así mismo salí silenciosamente, busqué a Jessica pero no la vi, miré en el comedor y tampoco estaba, salí al balcón y la vi sentada con el cabello despeinado y su pijama rosado, me senté a su lado y pasé mi mano por mi cabello intentando peinarlo un poco.

-Qué pasa Jess?

-Necesito preguntarte algo -me miró temerosa.

-Era necesario despertarme así? -reí.

-Era necesario que fuera ahora Justin -me miró seria y me preocupé -, esto no deja de dar vueltas en mi cabeza.

-Ya dime, me estás preocupando -me miró seria varios segundos, sentí que pudieron haber pasado 5 minutos en que solo me miraba en silencio.

-Necesito saber si es verdad que mientras estuve en París tú estabas interesado en mí y por eso nunca tuviste ninguna relación seria -dijo por fin.

-Quién te dijo eso? -me puse tenso pero intente mostrarme tranquilo.

-Eso no importa.

-Fue Javiera verdad? -suspiré mirando como tenía miedo de mi respuesta.

-Cómo lo sabes? -se extrañó.

-Dime que más te dijo.

-Ella dijo que piensa que estás enamorado de mí, bueno, no lo piensa, dice estar segura de que soy yo la chica que siempre estuvo en tu cabeza cuando te conoció y jamás quisiste tener nada con ella. Necesito saber si eso es verdad -entrecerró sus ojos y noté su preocupación.

-"Sí, me di cuenta de cuánto significas para mí cuando te fuiste del país, nunca pude dejar de pensar en ti y cuando te volví a ver me di cuenta de cuánto te amo" -quise decirle, pero me limité a solo decir.. - No Jessica. De verdad no entiendo porqué te importa tanto si pudiera fijarme en ti de otra manera.

-Porque eres mi amigo Justin -me miró fijamente a los ojos-, somos amigos desde que tengo conciencia y saber que tú pudieras estar enamorado de mi sería malo, no podría abrazarte y pensar que tú estás sintiendo distintas cosas que yo, no podría ni si quiera mirarte a los ojos como lo estoy haciendo ahora.

-No Jessica -dije luego de varios segundos en silencio-, no te preocupes más, no eres tú.

-Entonces quién? -me miró sorprendida-, te he preguntado más de una vez si tienes algo con alguien y nunca me has dicho que estés enamorado.

-No es nadie Jessica -sonreí fingiendo estar bien-. Le dije eso a Javiera para que me dejara tranquilo, nada más.

-Y por qué no has tenido ninguna novia Justin? Por qué ninguna de tus pretendientes ha logrado enamorarte ni si quiera un poco?

-Eso no es nada extraño Jess -sonreí nuevamente y desvié la mirada -, me he entretenido con varias chicas, pero ya te dije que no me gustan las chicas fáciles y es por eso que quería deshacerme de Javiera. El día que encuentre una chica que me llame la atención por su manera de ser y yo no tenga la suya, quizá será cuando me enamore - "eso fue lo que me pasó contigo" pensé de inmediato pero seguí fingiendo estar bien.

-Lo siento -suspiró-, lamento haber creído en eso -rió avergonzada-, Javiera parecía estar muy convencida.

-No te preocupes -sonreí abrazándola.

Quería gritarle que sí, que todo era cierto, que en los 4 años que ella estuvo lejos jamás la saqué de mi cabeza y por eso cada chica que conocía la comparaba con ella y terminaba llegando a no poder estar con nadie en serio. Pero no era el momento, no podía así, dije que tenía que conquistarla y siento que estoy en el mejor momento para hacerlo, no podía arruinar todo ahora, tengo que ser paciente y poder hacer que sé de cuenta de todo sin que se lo tenga que decir. Tengo que ser paciente.

-Hoy podríamos ir a almorzar fuera, todos -suspiré cambiando el tema.

-Es una buena idea, los días aquí se me han pasado volando, no quisiera irme -suspiró mientras aún la mantenía cerca de mí.

-Será extraño no despertar en el mismo lugar que tú -reí un poco-, te extrañaré si te olvidas de mí cuando estemos en la universidad, no me remplaces -le di un beso en la mejilla y sonreí mirándola a los ojos.

-No te voy a reemplazar. -me miró unos segundos en silencio-. Te quiero contar algo -me miró seria cambiando el tema.

-Cuéntame.

-La noche en que estuvo Javiera y Romina aquí y yo me mantuve en la habitación, antes de que tú llegaras llamé a Lucas -me puse tenso y vi su rostro palidecer.

-Por qué? -me alejé de ella totalmente y me puse de pié mirándola hacia abajo.

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