Llegamos cerca de las 11 de la mañana, el día estaba totalmente soleado. La casa de los padres de Ryan era muy grande y acogedora, se notaba que estaba en perfectas condiciones de uso, y al llegar los chicos solo dejaron las maletas en la sala principal y quisieron ir a la playa para aprovechar el día. Karen, Isa y yo no nos preocupamos ni de bikini ni nada, solo queríamos tumbarnos en la arena un momento, apenas y estábamos llegando, ya tendríamos días para tomar sol y todo eso. En cambio los chicos llegaron preparador con sus trajes de baño, todos se despojaron de sus poleras y las lanzaron a la arena y se fueron al mar, observé de lejos el cuerpo trabajado de Justin, mi teoría de cuando llegué y lo abracé era cierta, si había estado trabajando su cuerpo y se observaba. La playa no estaba demasiado llena pero si había varias personas, y más de alguna chica volteaba a mirar a los chicos, no sabría decir a cual específicamente, pero ellos solo estaban como niños en el agua preocupados de poder aprovechar cada ola que iba hacia ellos.
El hambre se hizo presente en ellos antes que en nosotras y volvimos a la casa cerca de las 3 de la tarde, solo pudimos pedir pizza porque aún no habíamos comprado nada para preparar una buena comida.
-Me pregunto que nos van a preparar las chicas de almuerzo mañana, cuando ya tengamos buena comida-nos miró Justin mientras estábamos todos en la mesa disfrutando de la pizza.
-Me pregunto si piensas que viniste con tus amigas o con tus empleadas-lo miré seriamente.
-Es solo una broma Jessica-rió junto a los chicos-, si quieres puedo prepararte todo mañana yo solo, tu desayuno, tu almuerzo, todo lo que quieras-decía sonriendo.
-Buena broma-reí-. Cuando iremos al supermercado?
-Puedo ir con Ryan, no es necesario que vayamos todo-se ofreció Karen de inmediato.
-Gracias por preguntármelo amorcito-le dijo Ryan y ella le dio una mirada seria-. Es solo una broma amor-todos reímos.
-Gracias Karen, quería tomar una siesta-dijo Chaz estirando sus músculos.
-Dormiste todo el camino descarado-rió Ryan.
Entre conversaciones y bromas la hora se pasó, ya eran cerca de las 7 de la tarde, Ryan y Karen se fueron al departamento mientras todos quedamos en la sala viendo televisión y yo quise salir al balcón de la casa a observar un poco el paisaje y tomar aire. La tarde estaba fresca, el sol comenzaba a esconderse y un poco de aire estaba en el ambiente. El balcón de la casa daba directo a la playa, la vista era hermosa y estar así me ayudaba a relajarme, estaba tan concentrada mirando como el sol poco a poco se escondía y el cielo cambiaba sus colores que no sentí cuando alguien salió también al balcón, solo lo supe cuando estaba tras de mí y me rodeo con sus brazos, adivine quien era al instante, sus manos encontraron las mías y las entrelazamos. A pesar de la gran confianza que existía entre nosotros y los tantos años en que nos conocíamos, estar así de cerca con él me ponía nerviosa, podía sentir los latidos de su corazón chocando con mi espalda y el mío se aceleraba más, el único con quien había tenido esa cercanía era Lucas quien había sido mi único novio, pero con Justin era diferente, él no buscaba propasarse conmigo, yo lo sabía, quizá para él era solo como una hermana con quien era muy cariñoso, pero sentir su tibia respiración en mi oído hacia que mi estómago se contrajera un poco.
-Que haces aquí tan sola?-su voz sonó muy suave en mi oído y me provocó un pequeño cosquilleo.
-Quería ver el atardecer-respondí despacio, sin querer que se alejara ni un centímetro de mi.
-Podrías habérmelo dicho, tengo un lugar más perfecto que este para ver el atardecer, aún tenemos unos minutos para estar ahí, quieres que vayamos?-acercó su rostro por el costado del mío, sentí el roce de su mejilla.
-Si, si quiero.
En segundos nuestras manos se desenlazaron y lo seguí hacia dentro de la casa, todos estaban en la sala principal y les dijo que daríamos un paseo. Al salir de la casa me tomó la mano y comenzamos a correr, entre risas luchaba para ir a la misma velocidad que él, aunque sabía que si quedaba atrás él jamás soltaría mi mano, jamás lo haría. Corrimos entre el pequeño bosque que había a uno de los costados de la casa, y llegamos a un lugar de altura, Justin me ayudaba a no caer entre tantos desniveles en el suelo, y llegamos a un lugar en donde había dos árboles muy grandes un poco separados, estábamos en medio de ellos en el borde del bosque, el sol se veía como si estuviera solo a metros de nosotros, miré al suelo, estaba en altura a aproximadamente unos 10 metros quizás de donde estaba la arena del mar, me quedé observando unos segundos y Justin se sentó en el borde del bosque.
-Sabes que si te caes de ahí puedes romperte un pie o más?-lo miré con una sonrisa desde arriba.
-Siéntate a mi lado-me miró hacia arriba y me tocó con su mano-, no te pasará nada Jess.
-Si me caigo de aquí jamás te lo perdonaré-le dije entre risas mientras me sentaba a su lado con cuidado.
-Sabes que jamás dejaría que te pasara algo, podría protegerte con mi vida-me hablo sin mirarme a los ojos, estaba mirando el sol que ya quedaba muy poco para que desapareciera.
Apoyé mi cabeza en su hombro y él no dudo en poner uno de sus brazos en mi cintura desde la espalda, con su otra mano sobre la mía en su pierna, y ambos mirábamos el horizonte, el latido de su corazón siempre era tan fuerte, me preguntaba si él sabía que yo podía sentirlo.
-Es hermoso-le dije mientras miraba el sol esconderse totalmente-, hace mucho tiempo no me sentía tan relajada, esto me da mucha tranquilidad, gracias.
-No tienes que dar las gracias de nada, me encanta estar contigo, sea donde sea, y si puedo mostrarte lo que quieres o llevarte a donde quieras para mí es mucho mejor.
Era normal la relación de amistad que teníamos? Antes no la sentía tan grande o con tanta confianza, definitivamente el haber estado separados 4 años en cierto modo fortaleció aun mas nuestro afecto. No sé si era normal todo lo que nos decíamos o nuestra manera de llevar la amistad, pero era algo que me encantaba y me hacía sentir bien. Estuvimos sentados por varios minutos luego de que el sol se escondiera definitivamente, su mano jugaba con la mía y al mirarlo de vez en cuando podía ver su pequeña sonrisa permanente en sus labios. Pasaron varios minutos más antes que decidiéramos volver a la casa a comer algo, para luego ver que pensaban hacer todos. Caminamos hacia fuera del bosque para volver por el camino de pavimento, nuestro paso era lento y solo sonreíamos en silencio. Alguien venía en dirección contraria a nosotros, solo capturo mi atención por su cabello fuertemente rojo, pero no pensé que ella nos mirara por algo en especial, hasta que estuvo frente a nosotros y se detuvo frente a Justin, era un poco más baja que él pero más alta que yo, y su piel era muy blanca o quizá el color de su cabello la hacía ver más blanca aún...
-No pensé encontrarte aquí Justin-lo miró con una sonrisa y pude ver a Justin tan serio como jamás lo había visto estar con nadie-. Veo que te gusta traer a chicas aquí para conquistar.
-Cierra la boca Alexandra-su voz sonó totalmente fría.
-Hola-me miró con su sonrisa que no parecía ser buena y no tuve intención de responderle-, Justin ya logró conquistarte?-Justin de inmediato se puso entre ella y yo.
-A ella no te dirijas, con ella no Alexandra, con ella no-su mandíbula se tensó.
-Que hay de especial o diferente en ella?, no seas ridículo, es una chica más que caerá contigo y te vas a acostar con ella para luego no hablarle más, no te hagas el enamorado y ....
-Cierra la boca, ya te lo dije, con ella no. No te vuelvas a acercar a ella o dejaré de ser gentil contigo.
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Who will fall in love? ©
Novela JuvenilDos adolescentes mejores amigos desde la infancia se separan por 4 años en donde ella se va del país. Cuando regresa ambos han cambiado pero siguen su inmensa amistad, la cual es interrumpida por el gran amor que comienza a sentir el chico por ella...