Capítulo 49: Debería haberlo matado

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Sentí desesperación en mi interior de no poder moverme, sentía la presión en mis brazos por su agarre y solo podía moverme hacia abajo e intentaba golpearle la entrepierna para que me soltara y poder salir corriendo, pero solo eran intentos fallidos. Pensé que no tenía escapatoria, entre gritos comencé a llorar y él solo se burlaba y seguía besándome el cuello e intentaba bajar a mis pechos. Sentía que todo lo que hiciera sería en vano, pero no podía quedarme tranquila y dejar que él hiciera lo que quisiera conmigo. Escuché un golpe fuerte que no supe de donde vino, Oliver parecía estar tan concentrado en lo que hacía que no se movió y rápidamente sonó otro golpe, otro y otro más, cada vez más fuerte hasta que sentí que por fin Oliver soltaba mis brazos, abrí los ojos entre lágrimas y todo fue demasiado rápido, Justin lanzó a Oliver al suelo y me miró preocupado, muy preocupado.

-Mi amor, dime que estas bien y no te hizo nada por favor -me habló tomando mi rostro entre sus manos.
-Estoy bien -le dije entre lágrimas.

En segundos vi a Oliver en el suelo y Justin sobre él golpeándolo desesperado, un golpe tras otro, el chico en el suelo sangraba demasiado e intenté detenerlo pero Justin no escuchaba, Oliver cada vez se veía peor y Justin parecía no querer detenerse, lo golpeaba y lo golpeaba.

-Justin por favor detente, lo vas a matar por favor detente -le grité desesperada.
-Eso merece este hijo de puta -me respondió sin dejar de golpearlo.
-Tu chica quería esto Bieber, ella me provocó -le dijo Oliver sangrando de la nariz y la boca, vi sus ojos que casi no podía abrirlos por los golpes que le había dado Justin.
-Cállate imbécil si no quieres que te mate ahora mismo -seguía golpeándolo como loco.
-Justin, detente, te lo suplico, es suficiente -él me miró unos segundos-. Hazlo por mi, detente y vámonos de aquí, solo quiero salir de aquí -le dije aún dejando caer lágrimas.

Justin se detuvo y se puso de pié, Oliver no se veía con fuerzas de poder ponerse en pié, quedó totalmente destrozado en el suelo con su rostro lleno de sangre y Justin me abrazó de inmediato.

-Lo siento cariño, lo siento tanto -me habló con desesperación, me dio un beso en la frente y miró con repugnancia a Oliver en el suelo-. Salgamos de aquí.

Caminé abrazada a él lentamente, salimos del lugar y unos chicos nos vieron pero solo observaban a la distancia, caminamos hasta su auto y me dejó sentada en el copiloto y se sentó a mi lado.

-Lo siento cariño lo siento tanto -me dijo de inmediato cuando se sentó mirándome a los ojos.
-No es tu culpa -respondí de inmediato, había dejado de llorar y él intentaba secar las lágrimas de mis mejillas.
-Ese idiota se quería vengar de mi, sabe que si te hace daño a ti yo sufriré, todo es mi culpa cariño lo siento, prometo que jamás volveré a des prevenirme de ese modo, jamás dejaré que nadie te haga nada -me miró a los ojos, su mirada mostraba una inmensa preocupación.
-No es tu culpa Justin, yo fui la tonta que le creyó -suspiré mientras él me acariciaba.
-Pero por suerte me enviaste ese mensaje y supe que estarían ahí -me miró con preocupación-. Te hizo algo? -su tono de voz cambió.
-No -dije de inmediato.
-Te tocó? -me volvió a preguntar con dolor.
-Si tú no hubieras llegado no se qué hubiera pasado -le dije dejando caer lágrimas nuevamente y sus ojos se fueron a mis brazos, ambos con una marca roja al rededor.
-Hijo de puta -dijo con ira-, te juro que si vuelve a acercarse a ti no dejaré que me detengas.

-Justin, solo quiero llegar a casa, estoy bien –dije débilmente.

-Debería haberlo matado –su rostro parecía estar pasmado, no parecía ser el Justin adorable de siempre, estaba lleno de rabia y frustración por no poder haber seguido golpeándolo.

-No quiero tener un novio al que tenga que ir a ver a la cárcel –le dije con delicadeza sosteniendo su mano.

Su mirada estaba en el aire y rápidamente se fue a mis ojos, en segundos había una pequeña sonrisa en sus labios, una sonrisa débil y con su mano libre comenzó a acariciarme la mejilla.

-Jamás me dijiste que pensaras que podía ser tu novio algún día –me dijo manteniendo su sonrisa débil y no respondí, solo sonreí-. Ok ya vamos a casa, me quedaré contigo toda la tarde si me lo permites –habló mientras ponía en marcha el auto.

-Claro que sí, lo único que quiero en tumbarme en la cama y abrazarte, sentirte a mi lado y dormir así, sin que me dejes sola, solo contigo me siento segura –le hablé en un suspiro profundo.

-Y yo solo contigo me siento en paz cariño, siento que estar contigo es un sueño y no quiero despertar, tengo miedo de hacerlo –me miró unos segundos y comenzó a conducir con su vista fija en el camino.

Yo tampoco quiero despertar de lo que está pasando ahora, me siento feliz con él, siento que si puedo llegar a enamorarme de él, no sé si lo estoy, pero me siento feliz a su lado, no quiero llegar a un momento en que aterrice y diga que todo fue un sueño o una mala idea, no quiero que nadie arruine esto. Pienso que solo una persona podría hacerlo, lamentablemente sigue en mi cabeza él y no podré decirle a Justin un “te amo” sin que Lucas siga existiendo en mi cabeza, no quiero pensar en qué pasaría si lo vuelvo a ver. Quiero olvidarme de él por completo y solo así podré estar tranquila con Justin y comenzar una relación en serio, sé que Justin es mucho mejor que él, jamás se podrían comparar, pero en los sentimientos no se manda y aún siento algo en mi interior que me hace recordar a Lucas, aunque pienso que quizá simplemente aún no supero su traición.

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Who will fall in love? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora