One-Shots.

Klaus Mikaelson.

Klaus y su hija con Hayley Marshall, aquella fue la noticia que te hizo volver al lugar donde tanto habías sufrido.
La niña ya había nacido y según habías escuchado era una niña preciosa, al igual que sus padres. Te sentías orgullosa cada vez que Elijah te hablaba por teléfono para informarte de la pequeña Hope.

Según él decía, ella había escuchado hablar de ti y de vez en cuando pronunciaba tu nombre eso sí, solo cuando Klaus no estaba y que, después de que él te engañara con Catherine, también con Cami e incluso con el tema de los híbridos, tú habías decidido huir, alejarte sólo para que aquello no te afectara más de lo que lo hacía.

La humana que alguna vez amó al monstruo, así eras reconocida por la mayoría de aquella ciudad, y al volver a verte la noticia de que habías vuelto no tardó en llegar a los oídos de todos, suponías que incluso a los de Klaus. Pero no te asustaba, lo evitarías, solo estabas allí para conocer a la pequeña Hope por eso, con paso firme avanzaste a la antigua casa de los Mikaelson, encontrándote con Hayley y Elijah allí, con una niña de unos 4 años junto a ellos que al verte salió corriendo hacía tus brazos.

—Pero, mira quien ha vuelto... —La voz de él llegó a tus oídos, incluso con unas palmadas lentas y pausadas, aquello no iba a acabar bien.— ¿Esta vez, a quién vienes a enamorar, humanita?

Hope miró a su padre por encima de tu hombro, y soltó un quejido tratando de que él se diera cuenta de que lo que hacía estaba mal.

—A ti no, ¿aún estás en mis brazos, verdad? —Te giraste y por fin viste su cara, igual de perfecto y malvado que siempre, con su pelo un tanto alborotado. Él sonrió, dándote la razón y por detrás escuchaste la risita de Hayley, divertida.

—Ésta noche, tú estarás en los míos, tenlo por seguro...