One-Shots.

Brett Talbot.

Sus pasos, lentos y precisos. Hacían que mi cuerpo se estremeciera y me arrimara cada vez más hacia la pared que tenía ahora pegada. No quería que me viera, no quería que me encontrara.

—¿Dónde estás...? —Aquella voz había sido terrorífica, pero tenía un toque de Stiles, por desgracia. Una parte de mí, quiso salir y enfrentarlo. Pero antes de que pudiera hacerlo él ya estaba delante de mí, sonriéndome de esa manera tan espeluznante.— Bú...

Cerré los ojos con fuerza, sintiendo como él me cogía de la camiseta y me tiraba a lo lejos, dejándome tendida en el suelo y con un terrible dolor de espalda. Al abrir los ojos, un Oni se encontraba a mi lado. Haciéndome saber que hasta allí había llegado.

Pero, justo en ese momento las fuerzas volvieron a mí y giré sobre mi cuerpo esquivando la espada que este había tratado de clavar en mi cuerpo. La imagen de Brett pasó por mi cabeza, el cómo se había empeñado en enseñarme como defenderme, el cómo daría la cara por mí. Y justamente por esos pensamientos, fui capaz de levantarme y empezar a huir de allí, sabiendo que el Nogitsune y todos los Onis que estaban a su alrededor me seguirían hasta dar conmigo, la humana que casualmente se había enrollado hacía unas noches con Brett.

Corrí, y seguí corriendo hasta que llegué a la puerta principal del instituto, y para mi grandísima suerte, allí volvía a estar él. Solté un quejido por lo bajo, antes de asumir que aquello iba a ser mi derrota. Hasta allí había llegado.

—¿Así que, Scott, en serio? —La voz de Brett había salido con enfado. Yo asentí con la cabeza, a pesar de ser la hermana de Stiles. Mi pequeño crush siempre había sido su mejor amigo, Scott, Hasta que llegó él, Brett Talbot. El único que había conseguido revolver todo mi estomago.— Pues, que sepas que, yo el enseñé algunas cosas...

—¿Oh, en serio? —Humedecí mis labios con la lengua, y él dirigió su mirada hacia estos.— Quizás, y solo quizás yo podría aprender algunas cosas más de ti...

—Estoy seguro de que tú serías mucho mejor que él. —Brett, habló mientras se acercaba, poniendo una de sus manos en mi cintura, y la otra dirigiendola a mi nuca. Tratando de acercarme, lo cuál consiguió sin haberlo pedido. Y, justo en aquel momento, unió sus labios con los míos.

¿En serio? Iba a dejarme vencer así como así.

—Vamos, pequeña. —Oí a mis espaldas y sin sentir necesidad de girarme, supe que él estaba allí, aquella era su voz, así que retrocedí a pasos cortos.— ¡Cuidado!

Aquel grito pasó por mis oídos, pero fue algo tarde. Yo ya había sentido un fuerte dolor en mi abdomen. Me sentía atraída a un sueño que parecía inevitable. Y mi cuerpo se dejó caer en el vació que de repente había a mí alrededor. Lo que yo no esperaba era que fuera capturado por los brazos de alguien, que al girar mi cabeza lo vi. Era Brett, que miraba a Scott, pidiéndole algo con la mirada que yo no entendí.

—Por favor, Scott. —Su voz salió rasposa, mientras que él dejaba de mirarlo para mirarme a mí.

Vi que el alpha, se acercaba a mí y dirigía su boca hacia mi hombro, negué con la cabeza. Aquel no era momento, todos podían estar en peligro, pero, dejó de importar cuando sentí otra vez un dolor aún mayor en el hombro.

—Vas a estar bien, pequeña... —Me susurró en el oído, y yo asentí con la cabeza de manera leve. Eso esperaba, no quería tener que abandonarlos tan pronto.

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Para seguir actualizando necesito que comentéis, muchisimo. Con opiniones, sentimientos, y demás cosas.

Gracias, precioses.