draco malfoy.

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Ser una Slytherin no había sido el orgullo de mis padres. Tras una generación entera de Hufflepuffs y Gryffindors había llegado yo, siendo Slytherin.
El primer año fue un completo desastre, nada salía bien, y dentro de ese nada estaban incluidas mis notas, amistades...

Era una persona independiente más no solitaria, y mi primer año fue lo más solitario que he estado en mi vida.
Sin embargo allí se encontraba Hermione Granger sentada delante de mí, mientras yo observaba la ventana del tren tratando de evitar contestar sus preguntas.
Si algo pasaba con la Gryffindor es que la curiosidad le podía, y a veces demasiado.

La miré durante un par de segundos y ella se apretó los muslos por encima de la falda para empezar a hablar.

—Oye Lola...

—¿Sí?

No pudo ni abrir la boca porque un pequeño golpe fue dado en la ventana del pasillo y apareció Draco, con una mueca. —¿Rogers? Qué haces con una sangre sucia.

—Malfoy... no la llames así. —Le enfrenté, a sabiendas de que aquello podía llevarme a problemas mayores pero aquella leona sólo había tratado de hacerme compañía y conocerme, no merecía ser tratada así.

—Yo... mejor me voy. —Hermione se levanto del asiento y salió por la puerta, haciendo que Draco se hiciera a un lado para después adentrarse y mirarme fijamente.

—Qué tienes. —Sus ojos verdes me miraban fijamente, tratando de meterse dentro de mí, como si tratara de absorber mis pensamientos.

—¿Cómo?

—No se qué es lo que tienes Rogers, pero voy a averiguarlo.

Y con aquellas palabras salió de la cabina del tren, dejándome una vez más sola.
El comienzo más extraño que había tenido.

Semanas más tarde todo iba igual que el año anterior, volvía a estar sola a pesar de que de vez en cuando Hermione me dirigía la palabra. Ella estaba muy ocupada con Harry y Ron. Y en cierto modo lo entendía.

—Rogers. ¿Vienes? —Alcé mi mirada encontrándome con Goyle mirándome atentamente.

—¿Ir? 

—Al partido de Quidditch, Slytherin contra Gryffindor.

—Oh, yo... —Draco estaría demasiado ocupado jugando, probablemente no se daría cuenta de que estaba con sus amigos.— Claro, gracias por recordármelo.

Caminé hasta las gradas, y allí estuve junto a Crabble y Goyle durante todo el partido. Ganó Gryffindor, debido a que en el último momento Harry cogió la Snitch.
Una pequeña parte de mí había querido que fuera Draco el que la cogiera, que todo el mundo supiera lo bueno que era.

Caminé hacía el comedor, mis dos acompañantes se habían quedado esperando a Malfoy, y realmente lo agradecía porque el platino tenía algo que me ponía realmente nerviosa.
—Rogers. —Escuché la voz de George, o quizá Fred llamándome, y me hizo una señal para que me girara, encontrándome a un Draco demasiado sonriente caminando hacía mí y sin decir ni una sola palabra uniendo sus labios junto a los míos durante un par de segundos.

—Casi ganamos, deberás ir a más partidos.

Mis labios se entreabrieron, observando como se marchaba hacia la mesa, mientras que la gente nos observaba alternando la mirada entre él y yo. Qué acababa de pasar.

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