One-Shots.

Shawn Mendes.

El concierto acabó en el momento en el que Shawn pronunció el último; ‘Gracias una vez más, chicos. Sin vosotros no estaría aquí’.
Había sido jodidamente bonito, había cantado todas las canciones que le había dado tiempo, había hablado con nosotros y por suerte, para algunas chicas había un concurso de m&g.
Yo era una de las no afortunadas, había hecho que mi madre se gastará unos 83 euros en una entrada que contenía también meet and great y, una sudadera de la ?Mendes Army.

Y allí estaba, la tercera en la fila, esperando a que cada cinco minutos pasara una nueva. Y sin darme cuenta, ya había llegado mi turno. Las manos me sudaban, sentía que mi pelo estaba desastroso pero aún así no me esforce en arreglarlo. Quería estar con ese chico tal y como estaba. No se acordaría de mí, ni yo de cada reacción que iba a tener respecto a mi look.

—Pasa. —Escuché la voz de un guardia, y antes de que pudiera decirme algo más ya estaba entrando por la puerta y corriendo hacía los brazos de Shawn que al verme tan emocionada abrió los ojos, y junto con ellos sus brazos. Haciendo que en cuanto los tocara me sintiera como en casa.

—Gracias por tanto Shawn. —Susurré en su oído, tampoco había mucha diferencia de altura, llegaba prácticamente a su cara sin necesidad de ponerme de puntillas.

—Gracias a ti, preciosa. —Me respondió, y se alejó unos centímetros para sonreírme con esa sonrisa tan propia de él, con esa que me alegraba el corazón y el mundo.

—Nunca, nunca dejes de hacer lo que haces. —Y al decir aquellas palabras, recibí un suave beso en la mejilla.