Yojimbo (parte 31)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Yojimbo

(parte 31)

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Cuando Nabiki detuvo el automóvil ella y Mousse contemplaron con ojos suspicaces la enorme construcción. Era una verdadera mansión, de tres pisos, rodeada por árboles frondosos y con unas amplias escaleras que conducían a la entrada.

Nabiki consultó la dirección en la pequeña agenda que llevaba en su bolsa. Sí, definitivamente ese era el lugar, no había equivocaciones.

—El señor Kashao debe ser un abogado con mucho dinero, ¿verdad? —comentó Mousse silbando apreciativamente.

—Trabaja para grandes empresas... supuestamente —dijo Nabiki volteando a mirar a Mousse.

—¿Supuestamente? —repitió el guardaespaldas.

—Bueno... tú sabes. Debo desconfiar de todo y de todos, ¿no sería lo lógico? Es lo que una mujer inteligente haría — explicó Nabiki—. Sobre todo dadas las circunstancias.

—¿Cree que podría ser...? —inquirió Mousse, mirando de nuevo la mansión frente a ellos.

—¿Alguien de la famosa Agencia? —terminó Nabiki por él—. Todo puede ser, y mejor estar preparados.

Nabiki sonrió ampliamente y luego sacó un pequeño espejo redondo doble de su bolsa y miró que su cabello estuviera bien peinado y su delineador no se hubiera corrido. Todo estaba perfecto. Se aplicó más brillo labial, mientras Mousse la miraba hacer.

—Oh, sí, todo está muy bien —dictaminó Nabiki y cerró el espejo con una sola mano.

—Parece que está... emocionada, si me permite decirlo, señorita Nabiki —acotó Mousse.

Ella parpadeó, lo pensó un momento, y al final sonrió.

—Quizá —aceptó—. ¿Por qué no? Me parece que entiendo un poco a Kasumi, el peligro, el estar tan cerca de la muerte, genera cierta sensación de vértigo, ¿sabes? A la vez, estoy en el foco de la atención, una atención que merezco, por otra parte, y se siente bien de cierta forma, porque yo debería ser el centro de atención en todo momento, ¿no te parece?

Mousse no supo qué responder, y favorablemente para él, esa pregunta era retórica, porque Nabiki no esperó a que él dijera nada.

—Resulta tan emocionante como cerrar un trato por veinte millones de yenes, si es que comprendes lo que quiero decir —continuó Nabiki.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora