Yojimbo (parte 32)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Yojimbo

(parte 32)

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—¡Akane Tendo será mi esposa! —exclamó Tatewaki Kuno abriendo intempestivamente la puerta del despacho de su hermana en la empresa del clan Kuno.

Kodachi estaba escribiendo en su libreta de tapas rojas y negras con una pluma-fuente, se sobresaltó por el grito y derramó una buena cantidad de tinta sobre la hoja. Apretó los dientes solo al escuchar aquel pérfido nombre, Akane Tendo, aquella poquita cosa buena para nada. De solo imaginar a su hermano casado en sagradas nupcias con esa inmoral, se le erizaba el cabello, y más aún por imaginar que, si se casaban, una parte de la compañía le pertenecería a esa pequeña mujer hecha un guiñapo. Claro que aquello pasaría solo sobre su cadáver.

—¡Oh! Querido hermano mayor, me has sobresaltado —comentó Kodachi forzando una sonrisa.

—Lo lamento, mi querida hermana, pero tenía que correr a contarte esta noticia que hizo florecer mi corazón como los cerezos en primavera, perfumando de delicia anticipada mi mente —palabrareó Tatewaki, deslizándose por la habitación como si danzara.

Kuno llegó hasta el escritorio de su hermana y se inclinó ante ella, tomando una de sus blancas manos y besándola en el dorso. Kodachi lo miró asustada.

—Hermano... ¿qué fue lo que dijiste? —preguntó ella.

—Akane Tendo... ¡será mi esposa! —repitió Kuno, con el mismo fervor que antes, y se dejó caer como una pluma que flota en el viento sobre la silla del otro lado del escritorio.

—¿Acaso ella...? —Kodachi se atragantó con su propia saliva, sin poder terminar de hablar.

—¡Aceptó! —anunció Tatewaki con el mismo fervor con el que había dicho al abrir la puerta de la oficina.

Su hermana palideció y se quedó de piedra. ¡Era imposible! No podía ser... ¿o quizá sí?, en un momento de duelo, llorando la muerte de su hermana mayor, sintiéndose débil, había aceptado resguardarse en los fuertes y cálidos brazos de Tatewaki Kuno. ¡Esa maldita infeliz!

De todas formas, la alegría le duraría poco, ese mismo día moriría, así se lo había prometido Shinnosuke Kusao.

—Oh... —balbuceó Kodachi, sin poder hilar ninguna frase.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora