Dr. Tendo (quinta parte)

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Ranma ½ no me pertenece.
Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.
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Fantasy Fiction Estudios presenta
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El año de la felicidad
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Dr. Tendo
(quinta parte)
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Se internaron en la oscuridad de la noche y en la tormenta. Ranma avanzaba delante, sosteniendo la pistola con ambas manos, apuntando al suelo, casi corriendo en su prisa por detener la última y máxima locura del doctor Soun Tendo. Lo seguía de cerca Akane, luego Kasumi y al final el conde Kuno que llevaba del brazo a Nabiki. Las mujeres iban sosteniéndose como podían las abultadas faldas para que el viento no las levantara, y debían luchar como podían contra la lluvia que las empapaba y el aire en contra, que les dificultaba el paso y les revolvía el cabello, junto a las hojas de los árboles que golpeaban sus rostros.
Se adentraron en el bosque, un lugar oscuro y de denso follaje, que resultaba siniestro y amenazante en medio de la tormenta. Ranma desaceleró su paso para ayudar a Akane y Kasumi, que enredaban sus ropas o sus cabellos en las ramas. Todos se hablaban apenas por señas, pues el sonido de la tormenta era ensordecedor. Por momentos resbalaban en el lodo que se formaba en el suelo y casi tropezaban con las raíces salidas.
De pronto encontraron un zapato en el camino, que Kasumi identificó inmediatamente como uno de su padre. Todos se miraron asustados y estupefactos; más adelante descubrieron otro.
—Creo que se los quitó para correr más rápido y no resbalar —dijo Ranma cerca del oído de Akane.
Ella asintió con el rostro pálido. Continuaron avanzando, intentando darse prisa. El denso follaje y las raíces y plantas que llenaban el suelo se fueron haciendo menos cuantiosas por tramos, hasta que se vislumbró el final del bosque más adelante.
Todos estaban calados hasta los huesos y exhaustos, además de asustados. Akane temía ir más allá y presenciar un terrible espectáculo, no podía creer que su padre hiciera una cosa como aquella, siempre le había parecido afable y simpático, un poco triste desde la muerte de su madre y más sensible, pero nunca imaginó los secretos que ocultaba.
—¡Es él! —gritó el conde cuando corrían saliendo del bosque, señalando hacia adelante con el brazo estirado.
De espaldas a ellos, en el filo mismo del acantilado, erguido como una figura fantasmal, estaba el doctor Tendo. Su cabello y los faldones de su chaqueta ondeaban al viento.
—¡Doctor Tendo! —exclamó Ranma.
—¡Papá! —gritó Akane con la voz desgarrada.
—¡Padre... no lo hagas! —rogó Kasumi en un grito lleno de dolor.
El doctor Tendo se giró despacio hacia ellos y pudieron ver su rostro demacrado surcado por la lluvia. Entre las manos llevaba el enorme frasco que Ranma ya conocía y que faltaba en el laboratorio. El muchacho ahogó un grito de horror mordiéndose la lengua.
—Papá... —el susurro de Nabiki se perdió en el viento cuando todos pudieron observar claramente la cabeza que flotaba en el frasco, que se movió hacia ellos con los ojos abiertos de par en par.
—¡No...! —exclamó Akane desmoralizada, cayendo de rodillas al lodo.
—Mamá... ¡Mamá!... ¡Mamá, mamá!  —los gritos desgarradores de Nabiki estallaron en la noche tan violentos como un trueno.
—Mamá... no es posible —sollozó Kasumi junto a Ranma, cubriéndose el rostro con las dos manos para ya no tener que mirar aquella horrible visión.
—Doctor Tendo... ¿qué hará? —inquirió Ranma con voz temblorosa, avanzando despacio hacia él.
—Ranma... ¡detente ahí mismo! —ordenó Soun con voz poderosa mientras un rayo partía el cielo en dos y jugaba con las luces y las sombras en los rostros de todos.
Ranma se quedó quieto, tragando saliva nervioso.
—No podrás detenerme, muchacho... ¡este es mi destino! ¡Estaré con mi Kimiko por siempre! —anunció Soun.
—Papá... por favor —pidió Akane levantándose despacio—. No cometas una locura, no hagas algo que...
—No abandonaré nunca a mi Kimiko —respondió su padre con severidad, sobresaltándola—. Todo lo he hecho por ella, y ahora que no he podido completar mi misión —observó directamente a Ranma con una mirada acusadora—, solo me queda... irme con ella.
—Pero, papá, ¡no puedes dejarnos! —exclamó Kasumi.
—Lo único que te agradezco, Ranma, es que me apartaste del último error que iba a cometer —siguió Soun—, pues este camino era solo para mí... no podía arrastrarlas a ellas... mis amadas hijas...
—Papá, ¿qué estás diciendo? —interrogó Nabiki, aún apoyada en el conde Kuno.
—¡Señor Soun! —Ranma intentó hacerlo entrar en razón—. Este no es el fin, usted tiene mucho por vivir, mucho por hacer...
—¡Mi único destino es y será siempre Kimiko! —lo interrumpió él—. Adiós...
Tomó con fuerza el frasco de vidrio entre sus brazos y se arrojó al vacío. Ranma corrió intentando alcanzarlo, pero era demasiado tarde, derrapó en el lodazal que se había formado cerca de la orilla y detuvo como pudo a Akane, que había salido disparada tras él. La tomó de la cintura y la apartó del borde, para que no observara el terrible espectáculo en el fondo del acantilado.
—¡Papá...! —el grito resonó, como el eco de un lejano trueno.
—¡No, papá!
—Papá... ¿por qué?...
Los sollozos de las tres hermanas Tendo fueron acompasados por la tormenta mientras el viento aullaba. Ranma apretó con fuerza a Akane entre sus brazos impidiéndole alguna locura. Kasumi cayó de rodillas llorando con fuerza, apretando su pecho con las manos.
El conde Kuno sostuvo a Nabiki, que ocultaba el rostro en su pecho para que ninguno pudiera ver sus lágrimas.
—No puedo creerlo —susurró el conde con el rostro solemne, petrificado.
Ranma pasaba lentamente su mano por el cabello de Akane para tranquilizarla, en la otra aún tenía la pistola.
—Doctor Tendo... —murmuró, apretando la mandíbula.
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continuará
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Nota de autora: Disculpen lo corto y sin mucha gracia de esto, pero se cortó la luz en donde vivo y apenas pude escribir esto con lo que me quedaba de la batería de la computadora, y ahora lo estoy terminando con el celular T_T
Nuevamente, disculpas por estos inconvenientes, y les prometo mañana un capítulo mejor. Les agradezco infinitamente su paciencia, comentarios y constante apoyo.
Nota vemos mañana.
Romina

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora