El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)

Doppelgänger (final)

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Doppelgänger

(final)

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—¿Qué está...? ¿Qué está pasando? —preguntó Akane mirando a Ranma, de pie ante ella, con el fusil entre las manos—. ¿Cómo es posible? —giró el rostro para observar al hombre tirado en plena calle.

—Es un doppelgänger, un demonio que se alimenta de humanos —respondió Ranma bajando el arma—. Es lo que el doctor Tofú me envió a investigar. Este demonio ha estado detrás de esas misteriosas muertes.

—Pero... —Akane pasó saliva—. Ahora entiendo... actuaba un poco extraño, pero yo pensé...

De pronto Akane se sonrojó profundamente y Ranma frunció el ceño observándola.

—¿Qué pensaste? —preguntó.

El doppelgänger gruñó en ese momento, levantándose con dificultad. Sus ropas estaban ensangrentadas y las uñas de sus manos habían crecido anormalmente, convirtiéndose en filosas garras.

—¡Cuidado, Akane!

Cuando el doppelgänger se lanzó hacia ellos, Ranma protegió a Akane en un abrazo y rodaron por la acera, alejándose del demonio. El muchacho se aseguró de que Akane quedara sobre él para no lastimarse y la apartó un poco para ver su rostro.

—¿Estás bien? —le preguntó.

Akane, sonrojada, asintió. Ranma, al darse cuenta de la posición en la que estaban, también se sonrojó, pero intentó concentrarse.

—No tendría que haberme distraído —comentó—. Acabaré con ese demonio de inmediato.

Apartó a Akane con suavidad. En la mano derecha continuaba sosteniendo su fusil, accionó la palanca para cargarlo y se levantó de un salto dispuesto a disparar, pero no pudo.

Frente a él estaba Akane, temblando, con el rostro lleno de lágrimas y su hermoso vestido ensangrentado.

—Ranma... —murmuró Akane en tono lastimero—... ¿me harás daño?

Ranma dudó, con la frente llena de sudor. Su brazo, apuntando con el fusil, tembló indeciso. Sabía que era el doppelgänger y no debía dejarse engañar, pero era tan real que su corazón dolió en su pecho ante la sola posibilidad de dañar a Akane.