Rencor (parte 13)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Rencor

(parte 13)

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El inspector de policía Hisato Watanabe releía, en la pantalla de la computadora de su oficina, viejos informes de un par de casos anteriores. Levantó la que era su segunda taza de café del día y se la llevó a los labios sin apartar los ojos de la pantalla; las imágenes se reflejaron en sus ojos oscuros.

Tocaron con los nudillos la puerta de su despacho que estaba abierta y él apartó los ojos. Observó a su subalterno, Yoshida, que estaba de pie muy recto, con las ojeras profundamente marcadas en el rostro.

—Me alegra verlo tan temprano, Yoshida —comentó Watanabe a modo de saludo.

—Acabo de comenzar mi turno, señor —respondió el más joven—. Lo necesitan en una escena del crimen. La señorita Kodachi Kuno fue encontrada muerta.

Watanabe dejó la taza de golpe sobre el escritorio, derramando unas gotitas de café sobre la madera. Se irguió de golpe.

—¿Fukushū? —comentó, pero ni él ni nadie podía responder eso.

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El ambiente estaba silencioso en casa de los Tendo mientras terminaba de servirse el desayuno. Todos se acomodaron casi sin decir nada, con la cabeza gacha; la tensión y la preocupación aún era palpable en todos ellos, y por diferentes motivos.

Comenzaron a masticar lentamente. Ranma y Akane levantaban la cabeza de vez en cuando y se echaban unas miradas cargadas de cosas no dichas, apenas unos segundos antes de que ambos apartaran los ojos, como si sufrieran una repentina timidez.

El tiempo se arrastraba con pereza. Ranma observó una vez más a Akane, con una pregunta en la mirada, ella asintió casi imperceptiblemente. Sus mejillas que últimamente estaban siempre pálidas, se tintaron de un saludable color. Nervioso, Ranma se puso de pie, no sabía qué hacer exactamente, seguro iba a tartamudear o decir algo fuera de lugar, pero ya no podía demorarlo. No después de que Akane aceptara casarse con él la noche anterior.

Ahora solo le tocaba enterarse al resto de la familia.

—Eh... yo... qui-quisiera decir unas palabras —balbuceó Ranma aclarándose la voz.

—¿Decir unas palabras, hijo? —inquirió extrañada la señora Nodoka.

—Mejor dicho... dar una noticia —corrigió Ranma.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora