El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)

Yojimbo (parte 17)

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

.

.

.

Fantasy Fiction Estudios presenta

.

.

.

El año de la felicidad

.

.

.

..

...

....

Yojimbo

(parte 17)

....

...

..

—Ya puede darme la canasta, señor Taro —dijo Kasumi con una voz cantarina mientras entraban al centro donde tomaba clases de ikebana.

El muchacho la obedeció, observándola con una mirada extrañada al verla de pronto tan feliz. Desde que iban en el coche su actitud había cambiado por completo, su sonrisa se había ensanchado, sus ojos brillaban y ese mechón que continuaba escapándose de su moño parecía que ya no le molestaba, incluso había visto a Kasumi jugar con él en un par de ocasiones, enroscándolo en su dedo índice como si fuera una colegiala coqueta.

—Apresurémonos, señor Taro, o llegaremos tarde —comentó Kasumi, dando pasos cortos y rápidos con el apretado kimono.

En la puerta del salón se cruzaron con otras dos mujeres que iban a clases también. Kasumi las saludó con una reverencia, las mujeres se miraron y lanzaron risitas tontas al ver de nuevo a Taro con su expresión huraña y sus ojos afilados que no presagiaban nada bueno.

—Señora Noda, señora Jimbo, buenas tardes —dijo Kasumi, y en seguida levantó la canasta—. Traje bocadillos para todos.

—¡Oh, qué bien querida! —dijo la señora Noda.

—Tu comida es deliciosa, querida —comentó la señora Jimbo—. Qué bueno que nos consientes así —rio después.

Kasumi se sonrojó de placer por las adulaciones y entró a la clase conversando con las dos señoras mientras Taro las seguía.

—¡He traído bocadillos para todos! —anunció Kasumi—. ¿Quién quiere un poco de...?

Se quedó en silencio porque en el centro del salón todas las mujeres que asistían a la clase estaban reunidas, incluso la profesora, y voltearon a mirar a Kasumi cuando entró. Poco a poco el grupo se dispersó y Kasumi pudo notar que estaban rodeando a una mujer que ella no conocía, muy hermosa, de larga cabellera negra adornada con una diadema sobre la coronilla. Su pequeña boca pintada con labial rojo se curvó en una sonrisa.

—¡Kasumi! —exclamó la profesora, con un trozo del bocadillo que comía aún en la boca. Tragó y continuó—. Esta es Rouge, una nueva alumna, y nos trajo una merienda a todos.