Rencor (parte 5)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Rencor

(parte 5)

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Mientras desayunaba en la larga mesa del comedor de su mansión, Kodachi Kuno revisaba el correo que le alcanzó su empleado. Fue mirando los sobres uno a uno mientras daba pequeños sorbitos a su taza de té. En la otra punta de la mesa, su hermano hacía otro tanto, leyendo el periódico con cara de entendido.

La mayoría del correo eran facturas y cuentas por pagar, pero de eso se encargaba su hermano, así que dejó los sobres a un lado, sin abrir. La última carta era para ella, llevaba su nombre y apellido en el sobre.

Al abrirlo encontró dentro un papel de carta corriente, blanco, con una única inscripción en el centro de la hoja:

Cuidado. Tú serás la siguiente.

Kodachi alzó una ceja sin comprender.

—¿La siguiente de qué? —cuestionó observando el papel con aburrimiento—. ¿Acaso piensan darme un premio?

—¿Decías algo, hermana? —preguntó Kuno desde el otro lado de la mesa, varios metros más allá.

—Nada, hermano mayor —replicó ella levantando con delicadeza su taza de té—. El correo es cada día más aburrido.

Y soltó una risa. Arrugó la carta que le había llegado y mandó a su empleado a que le entregara las demás a Tatewaki.

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En el día del funeral de Ukyo, Ranma y Akane estaban presentes. La chica se había puesto un sencillo vestido negro, el que solía usar cuando iba a visitar a su madre al cementerio. Ranma, sin embargo, no se había cambiado de ropa, y se removía incómodo. No quería estar allí, no quería pensar que ese podría haber sido el funeral de Akane.

Era tan extraña la vida, daba tantas vueltas.

Había pocas personas cuando instalaban la sencilla lápida, solo estaban algunos compañeros de escuela y profesores del Furinkan, además de Shampoo. Kodachi no había aparecido, pero nadie la esperaba tampoco.

Luego de la breve ceremonia todas las personas se dispersaron. Ranma y Akane se alejaron rumbo a su casa. Por el camino se cruzaron con Shampoo. La amazona los observó con frialdad, Ranma se puso a la defensiva, pero Shampoo no hizo ademán de acercarse.

—Airen hacer lo que decir —murmuró con sequedad.

—¿De qué hablas, Shampoo? —preguntó Akane.

—Yo no soy tu airen —dijo Ranma en el mismo tono frío.

Shampoo lo observó, atravesándolo con la mirada, pero pasó de él como si no le importara su existencia.

—Airen prometer, airen cumplir —sentenció Shampoo.

—¿Qué? —Akane dio un paso atrás, asustada por la mirada de Shampoo y lo que implicaba.

—Vete de aquí, Shampoo —ordenó Ranma entre dientes dando un paso hacia adelante. Vio que Akane temblaba.

—¿O qué hacer? ¿Matar Shampoo igual que matar chica loca de la espátula?

Ranma se quedó congelado y fue Akane la que se adelantó con una expresión furiosa.

—¿Cómo te atreves? —dijo—. Ranma nunca haría algo así, lo de Ukyo fue una tragedia, algo lamentable. Ranma nunca sería capaz...

—Chica de la espátula ser asesinada, Shampoo saber.

—No... no es posible —Akane retrocedió de nuevo, rodeándose con los brazos como si tuviera frío—. Seguramente fue un ladrón o...

—No ser ladrón —sentenció Shampoo con seriedad.

—¿Qué puedes saber? —intervino Ranma rodeando a Akane con un brazo para protegerla.

—Shampoo saber, pero Shampoo no temer. Airen hablar y cumplir, pero Shampoo luchar hasta el final. Shampoo luchar por amor de airen.

—¿Acaso crees que todos son como tú? —preguntó Ranma con rabia—. Tú atacas a un inocente complotada con otras mujeres perversas como tú, por eso crees que entiendes lo que pasó. Pero la única que podría hacer algo así eres tú.

—¿Un inocente?

La mirada de Shampoo pasó de Ranma a Akane y la chica se arrebujó un poco más en el abrazo de Ranma.

—Shampoo no atacar inocente, Shampoo actuar según lo acordado.

—Vete de aquí y llévate tus mentiras —le espetó Ranma—. No permitiré que sigas lastimando a Akane, ahora diciendo idioteces.

—¡Hablar, chica violenta! —exigió Shampoo.

—¡Vete! —gritó Ranma interponiéndose entre ella y Akane—. No queremos verte.

La amazona fulminó a Akane con la mirada una última vez y se dio media vuelta para irse.

La chica Tendo temblaba cuando Ranma se giró para abrazarla, pero ella se alejó un poco, evitándolo.

—Ranma...

—Tranquila, Akane, no volverá a hacerte daño —le aseguró Ranma—, ni ella ni nadie.

Akane sacudió la cabeza.

—Tú no entiendes —murmuró—, ella...

—Lo sé —replicó Ranma intentando abrazarla de nuevo para tranquilizarla.

—No, Ranma, no entiendes —Akane levantó la cabeza para mirarlo—. Shampoo no mentía.

—¿No pensarás...? —preguntó Ranma incrédulo.

—Ella no me atacó —sentenció Akane con el rostro pálido, las comisuras de su boca caídas—. Ni ella ni Ukyo, tampoco Kodachi. Fue un reto. Yo acepté y perdí.

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continuará

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Nota de autora: Espero que todos hayan tenido una hermosa noche y hoy un mejor día, y que de aquí en adelante el nuevo año les traiga cosas buenas. Agradezco infinitamente sus saludos.

Ya ingresamos en el último mes de El año de la felicidad y quedan buenas historias por contar :)

Abrazos apretados para todos.

Nos vemos mañana.

Romina


El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora