El salvaje este (parte 10)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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El salvaje este

(parte 10)

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—Eres... eres realmente... —murmuró Akane.

—Puedo explicarlo todo —dijo la pelirroja de inmediato, levantándose—, te lo prometo.

—No es posible que tú... que tú y... —Akane se volteó a mirar a la bestia, que se había quitado el antifaz y el sombrero y actuaba normalmente como un panda—. ¿Señor Genma?... ¿Es usted, señor Genma? Realmente no lo había reconocido.

—¡Akane!

El grito preocupado de Kasumi se escuchó antes que el repiqueteo de los tacones de sus botas y ella y Nabiki aparecieron en la puerta del camerino de Kodachi.

—¿Estás bien? —preguntó Kasumi observándola de arriba abajo para comprobar que no estaba herida.

—¿Dónde está el caballo salvaje? —inquirió Nabiki.

Akane, por toda respuesta, se volvió lentamente hacia Ranko. La pelirroja dio un suspiro y levantó los brazos para quitarse la tela que usaba sobre los ojos. Pestañeó y dejó caer los hombros.

—Puedo explicarlo todo —murmuró.

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Era ya bien entrada la noche cuando las Tendo llegaron al rancho junto a Ranko y el panda. Habían dejado al doctor Tofú y a Kuno la tarea de entregar al sheriff a los asaltantes, a pesar de que Kuno aún sollozaba de vez en cuando el doctor era más que competente, y nadie solicitaría la presencia de damas en aquel asunto, aunque hubieran sido las que atraparon a la mayoría de los malhechores.

Al entrar en la cocina Kasumi puso a calentar agua para hacer té. Ninguna hablaba, Ranko tenía la mirada baja y no había intentado cruzar palabra con Akane en todo el trayecto. El panda, de vez en cuando, daba sorbos de su botellita de licor para darse ánimos. La que estaba más alerta era Nabiki, que deseaba escuchar toda la historia de labios de Ranko, y fue la primera en sentarse a la mesa cuando el té estuvo listo y Kasumi repartió las tazas.

—Solo para dejarlo claro —comenzó Nabiki—, y no es que me importe, pero... ¿eres hombre o mujer?

—¡Soy una chica! —exclamó Ranko.

—Nabiki, eso fue un poco grosero, ¿no crees? —intervino Kasumi con suavidad.

Ranko buscó los ojos de Akane, pues era ella la que usualmente la defendía de las palabras bruscas de Nabiki, pero la chica estaba con la mirada perdida en el contenido de su taza.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora