Rencor (final)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Rencor

(final)

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—Kasumi —dijo Nabiki poniéndose de pie y mirando en la misma dirección que Watanabe—, estaba aquí hace un momento.

—No es posible que Kasumi... mi pequeña Kasumi —lloriqueó Soun Tendo.

Genma le palmeó la espalda para darle ánimos, sus anteojos estaban empañados y su rostro de color ceniciento. Aquello era tan tétrico que no podía creerlo.

Watanabe se volvió de golpe hacia los demás.

—Todos —ordenó—, debemos separarnos para buscar por toda la casa. ¡Ahora!

Nabiki corrió hacia el piso de arriba. Genma apresuró a su amigo Soun para que se levantaran y salieran a buscar en el patio y el dojo. Nodoka corrió hacia la cocina, forzando el paso con el estrecho kimono, mientras su cabello recogido comenzaba a soltarse por las prisas.

—Ranma Saotome —siguió diciendo Watanabe con una mirada decidida—, cuida a tu prometida, no se muevan de aquí. He sido un idiota, no pude pensar en todo el espectro; me dediqué a vigilar a Akane y no pude salvar la vida de Kodachi Kuno, pero prometo que no ocurrirá lo mismo con la señorita Kasumi.

Ranma asintió mientras estrechaba más el abrazo alrededor de Akane. Watanabe endureció el rostro y corrió por la casa gritando el nombre de la mayor de las Tendo, como hacían los demás.

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—La señorita Kodachi Kuno fue hallada muerta esta mañana —decía Watanabe.

Las exclamaciones de horror y desasosiego no se hicieron esperar; el policía alzó las manos para que todos se calmaran.

—Se trata de un asesinato, y muy probablemente cometido por la misma persona que asesinó también a Shampoo Tóupí-Xiè...

Kasumi no escuchó más. Dio un paso atrás, al final todo se había cumplido, tal y como él había dicho que haría. Comenzó a temblar y se abrazó a sí misma, dio otro paso atrás. Su familia continuaba soltando exclamaciones sin poder creerlo, el inspector respondía todas las preguntas; Nabiki se imponía insidiosa, pero ella ya no escuchó nada, envuelta en una nube de horror que la atontaba.

Se deslizó fuera de la sala sin que la vieran. Su pecho dolía de lo fuerte que le latía el corazón, sus manos, heladas, temblaban. Ella era la culpable, ella había ocasionado esas muertes, aunque no hubiera sido la asesina directamente, ella lo había permitido, y todo por un simple deseo infantil nacido de la rabia, por egoísmo.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora