El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)

La despedida es solo el comienza

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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La despedida es solo el comienzo

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Ranma caminó con lentitud, con la mirada desafiante y la boca formando una línea recta. La mochila de viaje pesaba sobre sus hombros. De pronto escuchó pasos detrás de él, pesados, pero ágiles, rápidos, y los reconoció al instante. Era ella. ¿Venía a detenerlo... o a insultarlo?

—¡Ranma! —exclamó Akane.

Él se detuvo, pero no se dio la vuelta. Continuó apoyando las manos en las tiras de su mochila, sin decir nada. Solo esperó a que ella se decidiera a hablar.

—¿Te vas? —preguntó Akane, con un deje de fastidio en la voz.

—Así es mejor —respondió él con dureza, intentando hacerse el más valiente de los hombres.

—Entonces... ¿simplemente será así? —continuó Akane, también detenida en la calle a unos pasos de él, sin avanzar, pero tampoco retrocediendo—. ¿Todo por una tonta disputa?

—No fue una tonta disputa —insistió Ranma, volteando el rostro hacia un costado, sin atreverse a mirarla—. Fue una pelea. ¡Y una grande! ¿Alguna vez viste a nuestros padres peleando así? ¡Eran capaces de matarse!... Mi viejo siempre ha sido un idiota, un abusador, un aprovechado, pero nunca lo he visto pelearse con alguien por auténtica furia. Y aunque no lo crean, no soy como él, no arruinaré la vida de los demás solo por mi propio beneficio, ¡no lo haré! Y no me quedaré para destruir a tu familia... Y lo poco que queda de la mía —agregó después haciendo una mueca.

—Esto no es tu culpa, Ranma. Tampoco mía —replicó Akane.

—Claro que no —aceptó él—, pero no me quedaré a ver cómo se destrozan entre todos solo porque no acepto casarme por un dojo. Es absurdo que por una tontería así nuestros padres pierdan la amistad que tenían —se encogió de hombros—. A fin de cuentas, no valía nada. Fingieron desde el principio, solo para casarnos.

—¿Eso crees? —preguntó Akane con tristeza, agachando la cabeza.

Ranma volvió a encogerse de hombros, pero no respondió.

—Se trataba de una simple fecha para el matrimonio, no entiendo cómo pudieron pelear de esa manera —comentó Akane, dejando caer los hombros—. Creí que lo resolverían en seguida... después de todo, ¿qué importa si era un mes antes o después?