El salvaje este (parte 14)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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El salvaje este

(parte 14)

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—Ah... —Akane levantó una mano y saludó—. ¿Ho-Hola?

—¿Pero qué...? —Ranma bajó la voz para que nadie lo viera. ¿Cómo reaccionaría la gente al ver que había dos caballos salvajes? Se deslizó, agachándose mientras los pasajeros continuaban mirando por las ventanillas. Al acercarse a Akane mantuvo su postura en cuclillas—. ¿Qué diablos significa esto, Akane? —preguntó en un murmullo bajo.

—Solo estamos ayudando —respondió la chica, bajando la voz y dejando de impostar la ronquera masculina—. Mis hermanas y yo tomaremos el control del resto del tren, Kasumi fue a dar órdenes al maquinista.

—¿Có-Cómo...? —Ranma casi se ahogó con su saliva—. ¿Tus hermanas también? ¿Y todas vestidas así?

—¿De qué otra forma iban a creernos que...? —Akane se interrumpió cuando alguien le habló.

—¡Señor Ranma! —exclamó la asustadiza voz de un pasajero.

—¿Sí? —inquirió Akane con gracia femenina, al darse cuenta de su error carraspeó y frunció la boca y las cejas poniendo una cara que intentaba dar miedo—. Quiero decir... ¿qué... qué diantres ocurre ahora? —soltó en tono áspero.

—Ellos... ellos ya están aquí, señor Ranma —replicó el pasajero, intimidado por el tono de Akane—. ¿Disparamos?

—Oh...

—Disparen, disparen hasta hacerlos caer de las cabalgaduras —ordenó Ranma poniéndose de pie y corriendo de nuevo al vagón desde el que había venido.

Akane parpadeó. Los demás ocupantes del vagón giraron la cabeza y se miraron sorprendidos.

—¿Acaso... acaso eso que vimos...?

—Deben ser los nervios —replicó Akane en tono hosco. Les dejó una bolsa de cuero a sus pies—. Aquí tienen más balas, debo ir a otras partes del tren.

Se colocó otra bolsa en el hombro y corrió hacia donde el verdadero caballo salvaje había ido.

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—¿Ha comprendido lo que le he dicho? —preguntó Kasumi con dulzura al maquinista—. Cuando todo esto acabe le daré unos emparedados que he preparado especialmente.

—¿Usted cocina, señor Ranma? —inquirió el maquinista.

—Hay que saber mantenerse en los duros caminos —respondió Kasumi con sabiduría.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora