El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)

Suspiros en Navidad

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Suspiros en Navidad

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Akane se miró al espejo y se arregló su corto cabello una última vez antes de bajar la escalera. En la sala su padre jugaba al shogi con el tío Genma como habían tomado la costumbre de hacer cada mañana desde que los Saotome se habían mudado a su propia casa, sin importar si llovía o hacía calor, si era feriado o día de semana. Nodoka estaba sentada a la mesa baja con las piernas dobladas tomando una taza de té con Kasumi, que se acomodaba cuanto podía con su enorme barriga de embarazo mientras doblaba la ropa de bebé que la señora Saotome le había traído como regalo esa mañana.

—Buenos días a todos, ya me voy —anunció Akane con una sonrisa.

—Akane, estás radiante, mi niña —comentó Nodoka con una mirada nostálgica.

—Gracias, tía.

—Hija mía, ¿cenarás con nosotros hoy? —preguntó su padre esperanzado.

—No, papá, saldré con mis amigas a celebrar —replicó Akane agachándose para acariciar el estómago de su hermana.

—Pero, ¡mi niña!, mañana es Navidad —se quejó Soun Tendo soltando el llanto.

—¿Y? —preguntó Akane encogiéndose de hombros—. ¿No sabes que el 24 de diciembre es el día de las citas en pareja?

—¿Tienes una cita, hermanita? —preguntó Kasumi curiosa.

—No —Akane torció el gesto—, por eso solo saldré con mis amigas.

—¡Pero, hijaaaa! —lloriqueó otro poco Soun Tendo.

—¿Qué sucede, papá? —inquirió Akane aburrida, poniendo los ojos en blanco.

—Hija, ya tienes veinticinco años, es momento de que sientes cabeza —anunció Soun Tendo con firmeza—, incluso Nabiki ha hecho un matrimonio como corresponde, y Kasumi ya espera a mi primer nieto. Tú deber era casarte con Ranma, aún están a tiempo de hacerlo y heredar el dojo juntos para salvarnos a todos... ejem, ejem, quiero decir, para hacer un futuro juntos.

—¡Yo no pienso hacer nada con ese idiota! —exclamó Akane furiosa—. Deja de hablarme de Ranma todos los años, él se fue, el compromiso ya no existe.

—Pero, hija...

—Nada, papá —lo interrumpió Akane con una mirada de hielo—. Ranma es un idiota insensible, poco hombre, mentiroso y además no cumplió sus promesas, no puedes pretender que un hombre así sea mi esposo, ¿verdad? —rugió ella.