El salvaje este (parte 11)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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El salvaje este

(parte 11)

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—Kasumi, más te vale explicar en seguida de qué estás hablando —dijo Nabiki apretando la mandíbula—. ¿Cómo que podría haber un tesoro y yo no lo sabía?

—Bueno... no es exactamente eso —respondió Kasumi con calma—. O quizá sí. Solo recordé algo que dijo papá... el día en que murió.

Las Tendo pusieron un rostro sombrío de pronto, incluso Ranko bajó los ojos al notar aquella tensión en el aire. La muerte del señor Tendo era aún reciente y dolorosa para la familia.

—Yo estuve con él en sus últimos minutos, ¿lo recuerdan? —continuó Kasumi hablando con lentitud—. Nabiki había ido al pueblo a buscar al doctor Tofú y Akane se encargaba de los animales en ese momento, papá comenzó a hablar sobre sus primeros años como armero, sobre sus diseños, sus invenciones, lo poco convencionales que eran para la época... Volvía a contarme esas historias que siempre repetía en las comidas familiares. Supuse que deliraba y temí que fuera grave.

—Kasumi, ¿acaso él te habló específicamente de un tesoro? —intervino Ranko con cuidado—. ¿De dinero?

—No —sentenció Kasumi—. No habló de dinero, pero oprimió mi mano y susurró «mi tesoro es para ustedes», sus ojos vagaban por la habitación, febriles, no lo tomé totalmente en serio, parecían... palabras de un... moribundo.

Un silencio pesado descendió sobre el comedor.

—¿Dijo algo más? —preguntó Nabiki después con voz ronca.

—Solamente repitió «todo mi tesoro es suyo» —respondió Kasumi—, asumí que se refería a sus armas, era una enorme colección y él las cuidaba como a lo más sagrado, sobre todo después de la muerte de mamá. Las armas que están tras los vitrales y exhibidas en los muebles nunca se han disparado —le explicó luego a Ranko. Luego continuó—. Al final supe que ya no pasaría la noche, me susurró «busca a Kimiko... mi emperatriz» —los ojos de Kasumi se humedecieron un instante y ella se los secó discretamente—. Estaba hablando de mamá, sin duda ya deliraba y no reconocía nada a su alrededor y pedía por su amada esposa. Luego... simplemente cerró los ojos y exhaló su último suspiro.

Nadie dijo nada durante algunos eternos instantes. Las hermanas Tendo estaban perdidas en sus pensamientos, sin duda rememorando aquellos trágicos instantes. Nabiki se volteó, dándoles la espalda a los demás. Akane agachó la cabeza y Ranko esperó pacientemente a que todas se recuperaran.

El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora