El año de la felicidad parte 2 (capítulos 201 en adelante)

Yojimbo (final)

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Kamiwakiru Kuno estaba sentado ante el escritorio que fuera de su hija, Kodachi Kuno. Tenía los codos apoyados en la mesa y las manos enlazadas frente a su rostro. Se había rasurado completamente la cabeza, a modo de duelo por la pérdida de sus amados hijos, y también para recordar a cada momento aquella afrenta que la familia Tendo le había hecho.

En la esquina de su escritorio había un ramo de rosas negras frescas. Había decidido continuar con la tradición que su querida Kody había iniciado.

—Los destruiré —murmuró despacio, con la mirada perdida en el vacío—, destruiré a todos los Tendo y me quedaré con su compañía. Esos eran los deseos de mi bella hija. Honraré su memoria aplastando a los enemigos de mi pequeña Kodachi.

Una sonrisa siniestra curvó su boca.

—Hoy mismo es un buen día para comenzar —agregó. Luego puso las manos sobre el escritorio y llamó—. ¡Secretario! Tráeme el último balance de la compañía Kuno, necesito ver cómo está el negocio. También quiero copia de toda nuestra cartera de clientes y qué trabajos hemos realizado para ellos. Hurry! Debo hacer exitosa esta compañía y aplastar a los Tendo. ¡¿No piensas moverte o qué?! —gritó mirando a su «secretario».

Ryu Kumon levantó una ceja.

—¡Yo no soy su secretario! —respondió—. Vengo a que me pague lo que me debe.

—What?! ¿Y quién rayos eres tú? —quiso saber el ex-peluquero.

El joven estaba sentado en una esquina del amplio escritorio, con una pierna levantada y el brazo descansando sobre la rodilla.

—Soy Ryu Kumon, trabajaba para Kodachi Kuno —respondió—. Y ahora que murió, ¡la deuda pasa a usted!

—Así que trabajabas para Kodachi —comentó Kamiwakiru acariciándose el mentón pensativo—. Serás un gran aliado para destruir a los Tendo. Tendré varios trabajos para encargarte... A partir de ahora serás mi secretario.

—¡No pienso hacer ningún trabajo si no me paga! —repitió Ryu.

Kamiwakiru juntó las manos sobre el escritorio y volvió a mirar hacia adelante, perdido en sus pensamientos, sin prestarle atención a Kumon.

—Oh, yes, varios trabajos... Juntos destruiremos a los Tendo... —murmuró.

—Maldición —Ryu Kumon se echó hacia adelante para gritarle en la cara—. ¡Le estoy diciendo que me pague!

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Yojimbo

(final)