(Isaza)
El sábado llegó casi de improvisto. No tenía nada planeado, por lo que me pareció una gran idea pasar el día con mis padres y hermanas. Villa y Martín estarían todo el fin de semana fuera con su novias y Simón prefirió pasar el día con Eli, aunque recibí noticias suyas ya entrada la tarde.
-¿Qué pasó, perro? - me saludó nada más descolgar
-Nada interesante - respondí
-Eli y yo hemos pensado salir a tomar algo ¿se apunta? - me dijo
-¿Solo los tres? - pregunté
-Obvio no, Inma también viene - contestó- sino es inconveniente para usted- bromeó
-Okey - acepté- creo que podré soportarlo
-Nos vemos en una hora en el sitio de siempre - se despidió
Colgué y fui directo a darme una ducha rápida. Me vestí con unos vaqueros negros y una camisa blanca de puntitos, que conjunté con unas botas y un sombrero del mismo color que los pantalones. Dejé algo de comida para Malta y salí directo al local. Llegamos todos al mismo tiempo. Simón y Eli venían hablando entre ellos, mientras que Inma iba tras ellos mirando con curiosidad la fachada tan peculiar de aquel sitio. Estaba guapísima con aquel minivestido rojo que combinó con unas medias negras de rejilla, una chaqueta de cuero y unos botines muy rockeros. Me saludó con una sonrisa tímida decorada con aquel pintalabios rojo que llevaba.
-¿Entramos ya o vas a seguir comiéndote a Inma con los ojos?- preguntó Eli
Ella se sonrojó e intentó disimularlo, lo que me hizo reír para mí. No dije nada, solo entré al bar liderando el paso. La chicas se sentaron en una de las mesas que había, mientras que nosotros nos quedamos en la barra para pedir las bebidas.
-¿Y bien? - comentó Simón
-¿Y bien? ¿Qué?- respondí
Simón enarcó una ceja como forma de decirme que sabía perfectamente a que se refería, pero decidí ignorarlo. Llevamos las bebidas a la mesa y nos sentamos junto a las chicas, Simón al lado de su novia y por tanto yo al de Inma. Hablamos durante un rato, sin que faltará algún cruce de indirectas con Inma, pero dejando de un lado los malos rollos que habíamos tenido hasta ahora.
-Si me disculpan voy al lavabo - dije - creo que la cerveza está haciendo su efecto
Me levanté y busqué el baño al fondo del local. Cuando salí sentí como una mano pequeña y fría agarraba mi brazo.
-Hola Juan Pablo – dijo Martina cuando me di la vuelta para ver quien impedía que siguiera mi camino
-¿Qué quieres ahora?- pregunté intentando zafarme de ella
-Solo hablar – respondió acercándose a mí- ahora que estás solo
Me alejé de ella consiguiendo que me soltara y seguí mi camino hacía la mesa en que los demás me esperaban, pero Martina no cesó en su intento y se colocó frente a mi cerrándome el paso.
-Vamos Juan Pablo – comenzó a decir – sabes que me echas de menos
-Estoy muy bien sin ti, gracias – respondí manteniendo la compostura
-Sabes que eso no es cierto – siguió con ese coqueteo absurdo
-¿Te están molestando, amor? – Dijo Inma quitándome el sombrero y poniéndoselo ella a modo de fingido jugueteo
-¿Tú otra vez?- gruño Martina
-Relájate, bonita. Yo tampoco me alegro de verte – contestó Inma- ¿No tienes nada mejor que hacer acosar a mi novio?
Inma se acercó aún más a mí y colocó de forma cariñosa sus manos en mi hombro, ante la mirada asesina de Martina, que parecía morir de celos por dentro. Yo seguí el juego de Inma rodeé su cintura con mi brazo.
-No entiendo que ves en esta, zorrita- farfulló Martina- ya puede ser buen en la cama
-¿Quieres saber en que soy buena? –la desafío Inma- Mira y aprende
Sentí la mano de Inma acariciando mi mejilla, al tiempo que giraba mi cara para que la mirara y sin pensarlo, poso sus labios en los míos. Aquello me pilló totalmente desprevenido, pero al final caí rendido ante aquel beso en el que ambos nos perdimos. Casi instintivamente la acerqué más a mí haciendo el beso algo más intenso.
-Creo que he visto suficiente – susurró Martina alejándose de allí
Separamos despacio nuestras bocas, como intentando alargar aquel beso durante unos segundos más.
-Lo siento – susurró Inma mordiéndose el labio disimuladamente
-Gracias- respondí- por ayudarme a quitármela de encima
-La espanta ex novias me llaman – bromeó
Ambos reímos a la vez. Hasta ese momento no me había fijado en lo bonita que quedaba aquella sonrisa dibujada en su rostro. '¿Qué te está pasando Isaza?' pensé. Y casi de inmediato me aparté de ella. Lo último que quería era enamorarme.
-¿Pasó algo? – preguntó ella sorprendida
-No, solo creo que es mejor que volvamos con el resto –respondí
-Si...-respondió ella casi decepcionada- es lo mejor
Cuando volvimos, Simón y Eli no estaba. Lo que significaba que no se habían enterado de todo lo que había pasada entre nosotros y casi me sentí aliviado por que no soportaría a Simón interrogándome. Nos sentamos y dimos un largo trago a nuestra bebida.
-Toma – dijo devolviéndome el sombrero
-Quédatelo –se lo volví a colocar- te queda mejor a ti que a mi
Sonrió, pero no como lo había hecho hacía tan solo un momento. Me sentí culpable por apagar el brillo de aquella sonrisa y le acaricié la mejilla con ternura colocándole un mechón de su pelo tras la oreja.
-¿Interrumpimos algo? – preguntó Simón
-¿Qué? No – respondió Inma sobresaltada
-¿Inma me acompañas al baño?- preguntó Eli
-No necesito ir al baño- respondió ella, evitando tener que quedarse a solas con su amiga quien muy probablemente la acosaría a preguntas
-He dicho que me acompañes – insistió Eli
Inma suspiró y se levantó con desgana. Ambas desaparecieron entre la gente y Simón se sentó frente a mí.
-¿Me los vas a contar? – preguntó tras dar un sorbo a su cerveza
-No hay nada que contar -respondí
Enarcó una ceja. Sabía que su interrogatorio no cesaría ahí, pero no insistió, cosa que agradecí, porque yo no tenía nada claro a excepción de que tardaría días en sacarme de la cabeza ese beso, esa sonrisa y esas caricias que Inma me había regalado durante la noche.
ESTÁS LEYENDO
¿Quién te dijo esa mentira?
FanfictionAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...