Capitulo 69

1.4K 100 82
                                    

(Isaza)

Inma se pasó gran parte de la tarde metida en la habitación, sumida en su mundo. Desde que había llegado a Madrid parecía otra y entendía que le asustara volver, pero me daba rabia no saber que hacer o que decirle para que se sintiera bien, y mucho menos después de lo que había pasado esa misma mañana y ella tampoco lo ponía fácil. Se encerraba en su mundo y no era sencillo sacarla de él. 

Entré en la habitación y la vi sentada en la cama, con el ordenador sobre las piernas. Se la veía concentrada tecleando y con los auriculares puestos. La observé desde el marco de la puerta, siempre que la veía así me preguntaba que era lo que tanto escribía en su ordenador, pero ese don, la escritura, también era algo que se guardaba para si misma, y pocas veces me dejaba leer sus pequeñas reflexiones. Me acerqué a ella y me senté al borde de su lado de la cama. Le acaricié las piernas con dulzura y me sonrió. Cerró el ordenador y se quitó los cascos, centrando toda su atención en mi.

- Hola - le susurré con una sonrisa- ¿Qué tanto escribías?

-Bobadas como siempre - respondió restandole importancia

-No son bobadas - le acaricié la barbilla - y ¿quieres cenar? Sophie hizo tacos

-Claro...-susurró - vamos a cenar

Nos levantamos de la cama y salimos al salón con el resto, que ya estaban sentados en alrededor de la mesa, listos para cenar. Inma se sentó junto a Sue, mientras que a mí me dejaron un hueco libre entre Villa y Sophie. Tenía a Inma frente a mí y durante la cena no pude quitarle la mirada de encima. Estaba ausente, pensativa y me dolía verla así. 

-¿No te gustan mis tacos? - me preguntó Sophie al ver que apenas comía 

-Sabes que me encantan - le contesté 

-¿Recuerdas la primera vez que los probaste? - dijo tocando mi hombro

-Casi se comió toda la bandeja que preparaste - añadió Simón

-Soy fanático de los tacos - me encogí de hombros- y si encima me los hace mi Sophie, pues no puedo resistirme a comérmelos todos

Sophie y yo seguimos hablando, casi teniendo una conversación paralela a la de los demás. Miraba a Inma de vez en cuando, parecía incómoda. 

-Si, me disculpáis chicos - dijo Inma levantándose de la mesa- creo que me vuelvo a la habitación, creo que vi bastante por hoy - me miró con una sonrisa irónica

Dejó la servilleta sobre la mesa y se fue de allí. Me levanté y fui tras ella, quería saber que le pasaba. Que me contará por qué estaba así.

-Inma...- la llamé cerrando la perta de la habitación tras de mí - ¿qué te pasa? 

-¿En serio lo preguntas? - me miró enfadada

-Sí, lo pregunto - contesté relajado

- Pues puestos a preguntar - empezó a decir- ¿me puedes decir que te traes con Sophie?

-Inma, no sigas por ahí - respondí

-¿Y por qué no? - se cruzó de brazos-  llevo días mordiéndome la lengua, pensando que estoy loca y que veo cosas donde no las hay - se explicó- pero estoy harta de veros juntos, de que me dejes plantada por irte con ella y de ver como os miraís

-Efectivamente ves cosas donde no las hay - me limité a contestar

-O quizá es que tú no las quieres ver - me dijo - esa chica esta coladita por ti y tú andas besando el suelo que pisa, dándole razones para creer que quizá tiene un oportunidad

-¿De verdad crees eso? - pregunté con algo de enfado en la voz

-Sí, lo creo- respondió - igual que creo que venir aquí solo fue un error... no puedo, siento que voy a estallar en cualquier momento - dijo llena de rabia y con los ojos humedecidos

-¿Y si fue un error qué haces aun aquí? - pregunté dolido- que España te tenga confundida por todo lo que te trae a la memoria, no es culpa mía...pero es más fácil pagar esa frustración conmigo ¿no?  - dije sin pensar- es más fácil acusarme ¿de qué? ¿de qué tengo algo con Sophie?

- Eres un imbécil -  dijo pasando por mi lado y dirigiendose a la puerta de la habitación

-Inma...-susurré- ¿dónde vas? 

-No lo sé - respondió- pero no vengas detrás, me apetece estar sola con mi frustración

- No deberías salir sola, después de lo que pasó esta mañana...- le agarré la mano

-Déjame de verdad - se soltó - disfruta de la cena y de esos tacos que tanto te gustan y que te hace tu Sophie...- dijo saliendo de allí

La seguí hasta al puerta de entrada al apartamento, pero me cortó el paso cerrándome la puerta en las narices. No sabía que hacer, si seguirla o no. Si romper algo o meterme en mi dormitorio a esperar que ella volviera más calmada y pudiéramos hablar. Entendía que estuviera frustrada, confundida y que ese encuentro con Leo le hubiera afectado en exceso, pero no entendía que encerrara todo eso en unos celos absurdos, pagando conmigo esa intranquilidad que le provocaba estar en ese ciudad.

-¿No piensas ir a buscarla? - me dijo Sue

-No creo que quiera que vaya - respondí cabreado

Mi miró negando con la cabeza y salió por la puerta, buscando a su prima. El resto de los allí presentes me miraban extrañados, interrogante. Queriendo saber qué había pasado, pero no me apetecía hablar. Fui a mi dormitorio y me senté en la cama. Apoyé la espalda en la pared y cerré los ojos, respirando hondo. Desvié mi mirada hacía mi derecha, dónde estaba el ordenador de Inma. Lo coloqué sobre mis rodillas y lo abrí, quería saber si había descargado esa frustración en su escritura, quería entender eso que había pasado.  Lo coloqué sobre mis rodillas y lo abrí. Escribí su contraseña y se abrió una pagina de Word que había dejado a medias.

'Hay ocasiones en las que me gustaría ser más valiente. Más decidida. Me gustaría tener más confianza en mi misma para enfrentarme a las cosas que a pesar de todas las lecciones que me ha dado la vida, me siguen dando miedo. (...)Me gustaría ser capaz de mirar al miedo de frente y a los ojos y decirle 'Eh tú, ya no me asustas. Así que no intentes frenarme más, por que no lo vas a conseguir'.

Me gustaría plantarme frente al espejo y mirar ese reflejo sin sacarme cada uno de los defectos que tengo y empezar a ver las cosas buenas. (..) . De verdad, me gustaría mirarme y decir 'Hey, que no eres perfecta, pero eres genial tal y como eres así que sonríe y olvídate de lo que piensen los demás'. (...)

Pero creo que tengo que seguir conformándome con ser como soy: insegura, cobarde...' 

Creía que Inma, había dejado parte de sus inseguridades atrás, pero ya veía que no. Que seguía teniendo miedo y que venir a España solo había hecho que ese miedo se acrecentara. Me sentía un estúpido y ahora no me sorprendía tanto ese ataque de celos, propio de esa vulnerabilidad.

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora