Capitulo 25

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(Inma)

La tarde del domingo la pasamos tranquila en casa de Isaza. Él estaba en el sofá tumbado, viendo un partido en televisión, mientras yo, con algo de fiebre y  poco aficionada al fútbol aproveché para preparar algunas cosas para la clase del lunes siguiente. Me senté en la alfombra con la espalda apoyada en el bajo del sofá, con el ordenador sobre las rodillas.

-Deberías descansar - susurró Isaza jugando con mi coleta

-Es que si no hago nada me aburro - me encogí de hombros

- Vamos - se levantó y me quitó el ordenador y lo dejo en la mesa del salón - échate ahí

-No quiero - me crucé de brazos fingiendo enfado

-No me vengas con pucheros - rió parado frente a mi- sabes que no funcionan

-Devuélveme el ordenador -me gruñí

-No - se negó - vas a descansar, por las buenas o por las malas

-Pues va a ser por las malas - alcé una ceja desafiandole

-Okey - zanjó la conversación

Me agarró y me colgó en su hombro como si fuera un saco de patatas. Pataleé y supliqué que me bajara pero recorrió todo el pasillo así conmigo hasta dejarme sobre la cama de su dormitorio.  Se sentó a mi lado y me puso la mano en la frente.

-Estás ardiendo - se preocupó -  voy a traerte un paño fresquito 

-No hace falta - me quejé- estoy bien

-He dicho que voy a traer un paño fresquito - dijo muy serio - así que para de quejarte y déjate mimar

Rodé los ojos, pero accedí a sus cuidados.  Supongo que cualquier chica en mi lugar adoraría ese tipo de cosas, pero estaba acostumbrada a cuidarme sola cuando me ponía mala y quizá por eso me resistía tanto a ello. Isa volvió a la habitación y colocó el pañito sobre mi frente. Me quitó las gafas con mucho cuidado y las dejó sobre la mesita.

-Ahora te vas a quedar aquí mientras voy a prepararte algo para que te tomes - me dio un toquecito en la nariz

-Sí, papá - murmuré

-Espero que no te pongas así de tonta cada vez que te pongas enferma -bromeó - porque no voy a ser capaz de soportarte

-¡Oye! - exclamé dándole con uno de los cojines de la cama

-Vale, me lo merezco - dijo riendo

Me dio un beso corto en los labios y salió de la habitación en dirección a la cocina. Tenía calor por culpa de la fiebre y me quité la sudadera que llevaba quedándome solo con una camiseta de tirantes. Me acurruqué en la cama abrazando el cojín con el que había pegado a Isaza y así me quedé dormida. 

Me desperté a la mañana siguiente con el sonido del despertador. Me froté los ojos y me levanté de la cama entre bostezos.  No había dormido demasiado bien, pero por suerte la fiebre había bajado. Me dí una ducha y me vestí con unos vaqueros, una camiseta rosa con cuello de pico y mis converse blancas. Me recogí el pelo en una coleta y me día una leve capa de maquillaje que disimulara mis ojeras.

-¿Dónde vas? - preguntó Isaza aún en la cama

-A trabajar - respondí agarrando mi bolso y mi chaqueta

-Deberías quedarte descansando - murmuró cuando me acerqué para darle un beso y despedirme

-Estoy mejor - bufé- nos vemos luego

-Terca - sonrió

Negué con la cabeza y me dirigí a al pasillo.

-Inma - me llamó cuando me disponía a cruza la puerta de la habitación 

-¿Qué? - me giré 

-Te quiero - susurró

Sonreí como una imbécil al oír esas dos palabras saliendo de su boca. Quise abalanzarme sobre él y comérmelo a besos, pero ya llegaba tarde al trabajo.

-Te quiero- contesté

Me despedí de él y salí de la casa camino al colegio. Llegué un par de minutos tarde y me crucé con el director por el pasillo. Le saludé y corrí hasta mi clase. Aquella primera hora se me hizo un poco pesada, la cabeza parecía que me iba a estallar y me arrepentí de no hacerle caso a Juan Pablo, pero a medida que pasaba el día la cosa fue mejorando. 

Estaba en mi cuarta hora de clase cuando el director llamó a la puerta. Le invité a pasar. Se colocó delante dela pizarra y empezó a hablar.

-Bueno niños, hoy ha venido a visitarnos alguien con quien vamos a compartir algunas semanas de trabajo- anunció- como saben, dentro de unas semanas celebramos un festival de música solidario y todos los años contamos con algún cantante conocido - continuó - y este año...

Abrió la puerta para que alguien que había tras ella pasara y me quise morir cuando vi a Yatra entrar por ella. Me miró y sonrió coqueto. Seguro me diría que le habría roto el corazón por no haberlo llamado.

-...Sebastián Yatra será nuestro invitado - termino de anunciar el director

-¡Hola niños...-dijo Yatra- y niñas!

-Sebastián, ella es Inma González -me presentó - la encargada de esta clase y con quién trabajaras estos días

-Encantado de conocerla, Señorita González - dijo dándome dos besos y colocando su mano suavemente sobre mi cintura- me dolió que no llamara, pero el destino parece que ha jugado a mi favor - susurró en mi oído con esa voz coqueta suya

-Quizá Sebastián te gustaría quedarte lo que queda de clase, para conocer un poco a los niños-  le sugirió el director

-Claro, me encantará -respondió 

-Pues Inma, le dejo en tus manos - me dijo

'Genial' pensé irónica mientras asentía. Yatra se sentó en una silla que había libre junto a uno de los chicos y yo intenté ignorar su presencia y seguir con mi clase, pero él se iba a hacer de notar.

-Disculpe, maestra - llamó mi atención - tengo un duda

-¿Y cuál es esa duda? - pregunté

- ¿Toca usted algún instrumento? - alzó una ceja

-Sí - respondí - guitarra y piano ¿por qué quiere saberlo?

-¿Nos tocaría algunos acordes? - me propuso

Toda la clase pidió por favor que lo hiciera y aunque en un principio me negué, al final no tuve más remedio que agarrar una vieja guitarra que el director, en un gesto generosidad, había adaptado a mi zurdera. Me senté en el borde de la mesa cruzándome de piernas y empecé a tocar unos acordes de la canción 'Thinking out loud' de Ed Sheeran, que casi de forma inconsciente empecé a cantar bajito, dejando a todos los niños y a Sebastián boquiabiertos.

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora