(Inma)
Salí del edificio sin saber muy bien a dónde ir, pero no podía estar en ese apartamento viendo como mi novio, o mejor dicho, mi prometido, se dedicaba a coquetear con la asistente en mi propia cara. Quería llorar, gritar, patalear. Quería que la tierra me tragara y no me dejara volver a la superficie durante un largo periodo de tiempo. Pero, por si no tuviera suficiente con ello, estaba Leo. Empeñado en hacerme la vida imposible, porque ahora que sabía que yo estaba allí, es a lo que iba a dedicar su tiempo.
-¡Inma! - oí a mi prima detrás de mi - ¡Espera!
-Sue ¿qué haces aquí? - pregunté
-Pues que ya que tu novio no se digna a venir a buscarte - dijo rodando los ojos- vengo yo, para que me expliques qué ha pasado
-Pues que estoy loca - respondí molesta e irónica- que veo cosas donde no las hay y todo es porque mi trauma con Leo, lo pago con Isaza
-¿Qué cosas? - me miró extrañada
-¿Me vas a decir que no has visto como se comporta Isaza con Sophie? - dije apoyando la espalda en la pared - cada vez que los veo y sabiendo que ya se acostaron una vez, me hierve la sangre...
-Espera ¿Isaza y Sophie? - frunció el ceño - o sea si que he visto ese trato tan 'amable'- simuló unas comillas - pero no ¿cuándo se acostaron?
-El verano pasado - respondí - Isaza me contó que tuvo una de sus discusiones con Martina y acabó acostándose con ella, pero que tienen su relación muy definida, solo amigos...- susurré
Sue y yo estuvimos hablando durante un buen rato. Le conté con pelos y señales todo lo que había pasado, no solo con Isaza, sino también lo sucedido con Leo. Al igual que Juan Pablo, mi prima tuvo una reacción ruda y brusca al enterarse de ese encontronazo con mi ex.
-Si Isaza no lo mata, lo haré yo - dijo enfadada
-Con que no vuelva a aparecer, me conformaría - murmuré
Y decir aquello fue una provocación al destino, porque Leo nos sorprendió en uno de los cruces de la calle. Sue lo miraba desafiante, casi pidiéndole que diera un paso en falso, para poder arremeter contra él, mientras que yo solo quería que nos dejara en paz, que se fuera y no volviera a molestar.
-Te veo muy bien acompañada, princesita - dijo él con su voz arrogante y mirando a mi prima con ummna sonrisa juguetona en la cara
-Deja de llamarme así - pedí
-¿Por qué no la dejas en paz? - dijo Sue encarándose a él
-No deberías meterte - le contestó - este asunto es entre nosotros
-No hay ningún asunto entre nosotros - dije - así que vete
-Vaya, que bonita - Leo me miró - con gente delante te haces la valiente, pero eres una cobarde, que teme tenerme cerca - se aproximó a mi
-No te acerques a ella - mi prima le cortó el paso
-Sue, déjalo - tiré de ella para seguir nuestro camino
De mala gana Sue accedió a mi petición y sin apartar la mirada de él, me siguió. Pero Leo, era insistente y me frenó agarrándome por los hombros. Sue se giró para intentar quitármelo de encima pero él fue más rápido y en un movimiento brusco mi prima cayó al suelo.
-Ni se te ocurra volver a tocar a mi prima - me encaré con él y lo empujé
-¿Y si lo hago que vas a hacer? - dijo sonriendo
En un gesto totalmente involuntario y lleno de rabia le día una sonora bofetada. Mi miró tocándose la mejilla. Me sujetó por los hombros, con fuerza y me empujó contra la fachada del edificio. Su mirada estaba llena de ira.
-Acabas de cometer un gran error - me amenazó
-Él único que está cometiendo un error eres tú - respondí - ¿Vas a pegarme aquí? ¿en mitad de la calle? ¡Adelante! -le animé- alguien llamará a la policía
-¿Crees que me da miedo? - sonrió - Ya conseguí que te tomarán por mentirosa una vez, y no tengo reparo en volver a hacerlo
-Eres un hijo de p...- me tapó la boca
-No sigas - me sujetó por el cuello - o te juro que no respondo
Sentía un horrible dolor en la espalda a causa del golpe contra la pared y también como me costaba respirar. Me miraba casi desquiciado y eso era algo que ya habia visto en él. Ese horrible punto de locura que te advertía que era capaz de cualquier cosa. Le agarré por le muñeca, intentando apartar su mano, pero tenía mucha más fuerza que yo y fue prácticamente imposible.
-¡Suéltala! - le exigió Sue empujándolo, para apartarlo - Pienso llamar a la policía
Miró a mi prima con usa sonrisa perversa dibujada en el rostro. Ambas sentimos ese escalfrió recorrenos el cuerpo, pero en un gesto que nos soprendió, se apartó. Lecmvantando las manos y riendo. Mi prima se acercó a mi.
-¿Estás bien? - me abrazó
-Sí...- dije recuperando el aire
-Tenemos que ir a la policía - me ordenó - no puede librarse de esto y menos con testigos delante
-Sería inútil Sue - le respondí- siempre consigue librarse, manipular a la gente y hacerme quedar de loca...
Sue insistió, pero no hizo falta que nosotras fuéramos, puesto que una mujer que por allí pasaba ya se había encargado de llamarlos. Nos tomaron una pequeña declaración y nos dijeron que estarían en contacto con nosotras. Nos acompañaron hasta el edificio dónde nos alojabamos con los chicos, ya era tarde y además así evitaríamos que él volviera a sorprendernos como lo había hecho antes. Subimosnal piso y Sue, a la que Villa le había dejado un juego de llaves, abrió la puerta. Me despedí de ella en el pasillo y entré al dormitorio de Isaza. Estaba tumbado en la cama, boca arriba y aun con los ojos abiertos.
-Hola...- saludé y me senté en el lado contario
-Estaba preocupado...- dijo - te he llamado varias veces y...
-Tenía el teléfono silenciado...- respondí
-Inma...- me acarició la espalda- tenemos que hablar...
-¿Te importa que hablemos mañana? - pregunté - estoy cansada...
Me levanté de la cama y fui al baño a ponerme el pijama. Isaza entró tras de mí y me abrazó por la espalda.
-No me gusta que estemos así - dejo un beso sobre mi hombro
-¿Crees que a mi sí? - pregunté casi a la defensiva
-No te pongas así - me pidió
Se puso frente a mi y con toda la ternura del mundo me dio besó en los labios y aunque estaba molesta con él, agradecía esa calidez que me proporcionaba estar con él.
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¿Quién te dijo esa mentira?
Fiksi PenggemarAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...