(Isaza)
Hacía ya una hora que Inma y yo habiamos salido del apartamento para recorrer algunas de las calles céntricas de Madrid. La miré de reojo iba pensativa, seria y agarrada con fuerza a mi brazo. Miraba todo a su alrededor con cierta expectación, como si viera aquella ciudad por primera vez. Imaginaba que a pesar de haber pasado momentos malos, aquella era la ciudad que la había visto nacer y la extrañaba.
-¿Cómo te sientes estando de nuevo aquí? - pregunté llamando su atención
-Extraña -respondió- es bonito volver, pero a la vez me asusta estar aquí
-No deberías estar asustada - susurré- yo estoy contigo
-Y por eso estoy aquí -apoyó su cabeza en mi hombro
-Esperaba que aparecieras por aquí - reí- tenía una corazonada
-Las chicas me regalaron este viaje por mi cumpleaños - respondió- querían que hicieramos algo juntas y aquí nos teneis a todas
-¿Os quedareís mucho tiempo? - pregunté
-Algunas semanas más - dijo sin darme una respuesta concreta
Paramos a comprar un par de helados cerca de la Plaza Mayor y allí nos sentamos en uno de los bancos. Ella se sentó al más puro estilo indio, con su piernas dirigidas en mi dirección y yo me acomodé en el respaldo del banquito.
-Inma - susurré
-¿Qué pasa? - preguntó
-Tienes un poco de helado ahí- dije señalándole
Se limpió la boca para quitarse todo resto de helado que pudiera tener, pero negué con la cabeza, haciéndole saber que no se habia limpiado bien. Fingí acercar mi mano para limpiarle y sin que se diera cuenta tomé un poco de su helado con el dedo y le manché la nariz.
-Ahí te manchaste - reí chupando el helado que me habia quedado en el dedo
- ¡Oye!- exclamó entre risas, mientras se limpiaba - ¿a qué ha venido eso?
- A que me gustas más cuando te ríes - susurré antes de besarla
-Eres muy bobo - susurró cerca de mis labios
-Algún defecto debia de tener- bromeé
-Con defecto o sin él, te quiero - me besó acercándome a ella
Estuvimos allí un rato más riendo y haciendo el tonto, algo que se nos daba realmente bien y después decidimos volver al apartamento. Entramos en la boca de metro y bajamos al andén a esperar que nuestro tren llegara. Apenas tardo unos cinco minutos y como no había asientos libres, nos quedamos de pie. Ella con la espalda apoyada en una de las paredes del vagón y yo frente a ella. Agarrado al pasamanos del techo con una mano mientras posaba la otra sobre su mejilla, acariciándola con ternura. Nos dimos algunos besos durante el trayecto ante la atenta mirada de lo demás viajeros.
Salimos de la parada de metro y alargamos el pequeño paseo que nos separaba del edificio del apartamento.-¡No me lo puedo creer! ¿Inma? -exclamó una chica mientras se acercaba a nosotros
Era alta, rubia y vestía con lo que suponía era ropa bastante cara. Noté como el rostro de Inma se tornaba serio y poco amistoso al verla. Se notaba que ver a esa chica era lo último que deseaba hoy.
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¿Quién te dijo esa mentira?
FanfictionAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...