(Inma)
El autoengaño. Esa gran estrategia que utilizamos para evitar aquello que nos hace daño. Ese que llevaba utilizando yo, desde que descubrí a Isaza con su ex, para no venirme abajo, para seguir adelante y parecer fuerte ante los demás. Él llevaba días intentando hablar conmigo, pero me negaba en rotundo. No quería oírle y mucho menos verle. Y sí, ya sé que quizá hubiera una explicación, pero no sabía si quería escucharla.
*Inma, por favor* - llegó otro de sus mensajes- *Hablemos*
-Deberías hablar con él - dijo Sue al ver el nombre de Isaza en la pantalla de mi teléfono
-Lo sé - dije- créeme que lo sé, pero...
-Estás dolida y es lo normal -respondió- pero quizá tenga una explicación
-Sí, que se tiró a su ex - dijo Eli de mala gana
-Isaza no es de esos - le defendió Aleja- Ya lo conocen
-Chicas, no sean tan ilusas - gruñó Eli- se los encontró medio desnudos, después de haber pasado la noche juntos, blanco y en botella...¡leche!
-También puede ser horchata - le rebatió Sue
-No se engañen -dijo Eli- Isaza ha sido un imbécil, y la ha cagado por que no es capaz de olvidarse de la perra de Martina
-Sigo creyendo que hay alguna explicación - contestó Sue
Me fui del salón y cogí mi abrigo para irme. No necesitaba a las chicas discutiendo por lo que había hecho o no Isaza. Tenía que aclararme y para eso debía hablar con Isaza.
Me planté delante de la puerta de su casa. Respiré hondo y llamé al timbre. Estuve a punto de irme antes de que Simón me abriera la puerta.
-Inma, ¿cómo tú por aquí? -preguntó sorprendido
-Venía a...-hice una pausa - mejor vengo en otro momento -dije dándome la vuelta
-¿Quién es Monchi? - oí la voz de Isaza - ¿Inma?
-Mejor os dejo solos - susurró Simón desapareciendo al fondo del pasillo
Me giré y ahí estaba él. Sus ojos estaban rodeados de unas grandes ojeras, parecía cansado. Me destrozó verle así, pero más me destrozaba la imagen de Martina abriéndome la puerta de aquel apartamento.
-Que conste, que no vine para perdonarte -comencé a hablar- solo vine a escuchar lo que tengas que decirme
-¿Quieres pasar? - preguntó
-No, mejor vamos a otro sitio - dije
Asintió y cogió su chaqueta. Salimos del bloque sin cruzar una palabra. El silencio nos consumía pero tampoco sabíamos como empezar a hablar. Nos sentamos en el bordillo de la acera.
-¿Y bien? - pregunté
Miró a la nada y suspiró. Parecía nervioso y decepcionando consigo mismo.
-Inma...-empezó a decir- sé que esto te va a sonar a excusa, pero no recuerdo lo que pasó - me miró - estaba con los chicos, bebimos y ya no recuerdo más
-¿De verdad he venido para esto? - me levanté negando con la cabeza- ¿no se te ocurre una excusa mejor?
-Es la verdad-se paró delante de mí- no sé que pasó con ella, ni si quiera sé si de verdad nos acostamos o me quedé dormido, solo sé que a la mañana siguiente ella estaba allí...
- ¿Y tampoco recuerdas como ella llegó a tu cama verdad? - dije- Hizo puff y apareció - ironicé- No me chupo el dedo Isa...
Le miré aguantándome las ganas de volver a pegarle una bofetada. Me arrepentía de haber ido allí para escuchar aquello. Casi prefería que me hubiera dicho que seguía enamorado de ella, y que yo solo había sido un pasatiempo.
-¿Y qué quieres que te diga? - preguntó enfadado -¿qué me la cogí y me encantó?
-¡Quizá! - respondí- sería más creíble
Nos retamos con una mirada que se me hizo eterna. desde que lo conocía nunca había visto tanta rabia en sus ojos. Estaba enfadado, indignado. Ninguno de los dos digo nada durante unos largos segundos.
-Solo dime que puedo hacer para que confíes en mí - rogó
-Ya confíe en ti y la jodiste - contesté - adiós Juan Pablo
(Isaza)
Me sentía estúpido. Le había dicho la verdad, pero era tan poco creíble que solo lo había estropeado más. Era cierto que no me acordaba de lo que había pasado aquella noche.
'Los chicos y yo estábamos disfrutando. Alejo había vuelto de sus vacaciones con Tania, su novia y prima de los Vargas. Llevábamos ya unas semanas sin verlo y por fin nos juntábamos los cinco para pasar una noche de chicos. Fuimos al local de siempre, bebimos cerveza, hablamos y disfrutamos de un buen partido de fútbol que retransmitían por televisión.
-No, tírale - gritaba Villa al televisor
La noche iba de maravilla hasta que llegadas las primeras horas de las madrugadas Martina apareció por allí con algunas de sus amigas. Yo estaba en la barra pidiendo una cerveza y ella se acercó.
-¡Vaya que grata sorpresa! -exclamó tras de mí
-Adiós Martina - dije sin girarme
-Por lo que veo no está tu zorrita cerca -me acarició la espalda
-Ni se te ocurra hablar así de Inma - advertí
Me giré apartándola de mí, pero Martina era terca y se acercó más. Sus labios estaban a pocos milímetros de los míos y sus brazos apoyados sobre la barra me bloqueaban a ambos lados. Se quedó allí durante un segundos, mirando fijamente mis labios y sin decir nada.
-Esos labios volverán a ser míos - susurró sonriendo y se fue.
Volví con los chicos olvidándome de lo que acaba de pasar. Bebí un par de cervezas más hasta que note como el alcohol empezó a hacer efecto'.
A partir de ahí solo recordaba a ver dicho a los chicos que me iba a casa y nada más después de eso, solo despertar al día siguiente con Martina a mi lado. Ella aseguraba que habíamos pasado una noche increíble, pero era algo de lo que yo, por alguna razón, no me acordaba. Quizá había bebido demasiado y había cometido el mayor error de mi vida o simplemente Martina estaba aprovechándose de aquello para alejarnos a Inma y a mí solo por celos. Algo que tenía que averiguar, porque si quería recuperar su confianza debía ir con la verdad por delante.
Me hubiera gustado ir tras ella. Besarla y decirle que daba igual lo que hubiera pasado aquella noche porque Martina no significaba nada, pero aquella mirada de desilusión no la borraría solo con un beso. Era algo que me iba a costar trabajo y estaba dispuesto a esforzarme, porque Inma valía la pena.
![](https://img.wattpad.com/cover/133982275-288-k319488.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Quién te dijo esa mentira?
FanfictionAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...