Capitulo 13

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(Inma)

'- Inma, cielo, ya estoy en casa - oí a Leo cerrar la puerta.

Miré el reloj, era casa las tres de la madrugada y como solía ser habitual últimamente venía borracho.Me levanté de la cama y salí a recibirle. Lo vi allí parado, intentando quitarse la chaqueta a trompicones, así que le ayudé.  Sonrió al verme, pero aquella sonrisa me produjo un escalofrío. 

-Me alegro de que estés despierta- dijo intentando besarme

Yo me aparté, lo último que me apetecía era seguirle el juego. Estaba cansada de sus borracheras sin sentido y de tener que soportar sus resacas al día siguiente. 

-¡Oh vamos! - exclamó - ¿vas a negarle un beso a tu novio?

-Sí - respondí de mala gana mientras me quitaba sus manos de encima

Me aparté de él e intenté volver al dormitorio, pero el me cortó el paso agarrándome del brazo. Intenté zafarme pero me sujeto con más fuerza.

-Leo - dije- me estás haciendo daño 

Hizo caso omiso de lo que le dije y empujándome contra la pared del pasillo. Siguió en su intento de que aquella noche me acostara con él y cuanto más me negaba yo más violento y brusco se volvía él. Sabía que aquello no iba a terminar bien, pero aún así opuse toda la resistencia posible.

-Si no quieres que te haga daño - me amenazó- deja de oponer resistencia, será peor para tí...

-Leo, para por favor - le rogué aterrada'

Me desperté sobresaltada y con los ojos envueltos en lágrimas. Me llevé las manos a la cara intentando relajarme. Noté una mano sobre mi hombro y me aparté asustada.

-Tranquila soy yo - susurró Isaza a mi lado 

Hacía semanas que no tenía esas pesadillas y no podían haber vuelto en peor momento. Desde nuestro segundo encuentro Isaza y yo solíamos pasar mucho tiempo juntos y algunas noches, como la de hoy me quedaba dormir en su casa.

-Ven aquí - me abrazó - solo ha sido una pesadilla

Me besó en la sien y me abrazó con fuerza. Sentí como mi cuerpo temblaba arropado por el suyo y por primera vez en semanas me sentí vulnerable ante él.

Me llevó hasta el salón y me preparó un tila caliente que me ayudara a tranquilizarme. Se sentó a mi lado en silencio, como esperando que yo explicara que pasaba.

-Puedes contármelo - dijo acariciándome la mejilla

-Es una historia larga - susurré

-Tengo todo el tiempo del mundo para escucharte - me contestó

Me quedé mirándole por un momento. Aquello no era sencillo de explicar y no quería que me viera con lástima, y mucho menos que sintiera pena por mi, pero si nuestra relación o fuera lo que fuera aquello seguia adelante tendría que contarselo, asi que aquel era un buen momento para hacerlo.

-Estuve con Leo durante casi cuatro años - comencé- lo conocí porque su padre invirtió gran cantidad de dinero en el negocio de mi padre y tenían una fuerte amistad -notaba la mirada atenta de Isaza en mi - todo era genial, él era un chico increíble y me trataba realmente bien, pero unos meses antes de que me viniera a Bogotá - hice una pausa para dar un sorbo a la infusión

-¿Qué pasó? - preguntó

-Empezó a juntarse con gente que no le convenía -respondí- le dió por beber e incluso cosas peores, me trataba como si fuera basura y siempre llegaba a casa a las mil de la noche...- Respiré hondo e Isaza me agarro la mano con dulzura para calmarme - una de esas noches yo me levanté, no sabía porque pero yo tenía la esperanza de que volviera a ser el de antes -di otro sorbito de tila- el caso es que insistió en manosearme, en que me acostara con él pero me negué y...

Mis lágrimas empezaron a brotar a medida que recordaba aquella escena.

-Creo que me imagino el resto - dijo muy serio- no hace falta que sigas

-Tuve pesadillas durante semanas - dije- y parece una estupidez pero desde que te conocí no había vuelto a tenerlas...

-¿Sue sabe todo esto? -preguntó

-No tiene ni idea- dije- eres la primera persona, quitando a mis padres, a la que se lo cuento

Sin decir nada me regalo un beso en la frente y se acercó a mi. Me rodeó con su brazo y apoyó mi cabeza en su pecho.  Su rostro era serio y por un momento me hubiera gustado saber en que estaba pensando.

-Eres una valiente - dijo tras un largo silencio- yo en tu lugar no seria capaz de volver a querer a alguien, tendría miedo

-Yo también tenía, al principio -respondí- pero Bogotá me hizo respirar de nuevo y mi abuela siempre decía que a veces tenemos que rompernos para que venga alguien y nos reconstruya de nuevo...

-¿Y crees que ese alguien soy yo? - dijo mirándome

-No lo sé - me encogí de hombros- pero me gustaría averiguarlo

Sonrió orgulloso de oír aquello salir de mis labios, parecía haberle dado una razón para arriesgarse. Me acurruqué en él y así me volví a quedar dormida.

-Buenos días -me susurraron en el oido

Abrí los ojos y los froté al sentir el sol entrando por la ventana. Estaba en la cama, Isaza debia de haberme llevado alli al quedarme dormida y era él quien me despertaba. Me giré para verle.

-Buenos días -respondí- gracias por lo de anoche

-No tienes que darlas -sonrió- me alegra que confiaras en mi

-Solo espero que no me veas con lástima- susurré

-Como te dije anoche, eres una valiente - me besó

Nos quedamos durante un rato más alli, en silencio. No hacía falta decir nada. Pero los chicos llegarían pronto y ellos aun no sabían nada de lo nuestro. Asi que, nos levantamos y desayunamos. Como ya era costumbre, él preparaba todo. El café, el zumo y algo de fruta o tostadas.

-Voy a darme una ducha - dije cuando terminé de desayunar

-Yo recogeré esto - asintió

Hablar con él durante la noche, me había dejado casi liberada del todo. Quizá contarselo había sido una forma de alejar un poco más a esos fantasma del pasado cuyo principal divertomento era atormentarme.

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora