(Inma)
Después de comer, las chicas fueron al dormitorio a preparar la ropa para la noche. Los chicos habían preparado algo en un pequeño patio trasero de la casa y nos prometieron que seria algo especial. Ellos estaban jugando a la play, y yo me quedé en el jardín intentando concentrarme en leer un libro que había agarrado de una de las estanterías, pero mi cabeza andaba en otra parte. El día anterior, las chicas y yo habíamos hablado del viaje a España, no era claro que Sue y Eli vinieran debido a que las cosas con Villa y Simón parecían estar en punto muerto, pero aun así todas tenían mil cosas planeadas para ese viaje.
Desde que llegué no me había planteado la idea de regresar a España, ni si quiera de forma temporal, y durante este tiempo había intentado no pensar demasiado en ello, pero la fecha del viaje, cada vez estaba más cerca y me asustaba terriblemente volver a pisar Madrid. Tanto era así que la noche anterior había tenido una de mis ya olvidadas pesadillas, teniendo que contarles todo a las chicas.
'*Todo estaba tranquilo, pero Madrid me parecía aún más oscura que antes. Sus calles estaban muy vacías a pesar de ser noche de viernes y yo me sentía muy sola en ellas. Corriendo, huyendo de algo que me perseguía. Iba sin rumbo, solo buscaba una salida en un laberinto de calles sin fin y poco iluminadas. Sentía mi corazón asustado, latiendo como si quisiera salir de mi pecho y las lágrimas recorrer mis mejillas. Sabía que el peligro estaba cerca y mi única escapatoria era correr hasta que mis piernas ya no pudieran soportarlo más.
-No puedes huir siempre - oí una voz a lo lejos - tarde o temprano acabaré atrapándote- dijo esa voz para después estallar en una risa que hizo que un horrible escalofrío recorriera mi columna
Corrí, como si me fuera la vida en ello, y es que de alguna manera sentía que eso era así. Pero de pronto y como una estúpida caí en su trampa. Había llegado a un pequeño callejón, apena iluminado y de donde ya no podía escapar. Y allí, bajo la tenue luz de una farola estaba él. Riendo, susurrando cosas que no lograba escuchar. Sabía que ya era tarde, que había perdido el juego y solo él sabía como acabaría esto...*
-¡Inma! me estás asustando, despierta- sentí como Eli me zarandeaba para despertarme
Me desperté casi de golpe con la mejillas empapadas. Las chicas me miraba asustadas, y preguntándose que tan horrible era el sueño que estaba teniendo.
-No me miréis así - pedí mientras me incorporaba en la cama
Sentía mi corazón latiendo con fuerza y mi pulso temblaba, como si aquella pesadilla hubiera sido real.
-Voy a avisar a Isaza - dijo Tania
-¡No! - exclamé - déjale dormir, supongo que hay algo que tengo que explicaros...
Y así lo hice, mientras ellas me miraban atentas. Les conté absolutamente todo, tal y como había hecho con Isaza en su momento.
-Ahora entiendo tu insistencia por venir a Colombia - susurró Sue - Juro que si me cruzo con esa basura voy a hacerle desear no haber nacido nunca
-Yo te ayudo - dijo Eli - ese hijo de...
-¿Isaza sabe todo esto?- Preguntó Aleja cortando a Eli
-Sí, al igual que me ha pasado con vosotras - dije - tuve una pesadilla y me desperté tan asustada que tuve que contárselo
No dijeron mucho más, aunque conociendo a Eli y a mi prima seguro andaban maldiciendo a Leo por dentro. Me abrazaron todas a la vez haciendo que mis nervios se calmaran y poco rato después, todas caímos rendidas por el sueño'.
Me alegraba por haberles contado todo y sentir que ese peso con el que cargaba ya era más liviano, pero me hubiera gustado que fuera de otra manera y no porque mis malos sueños atacaban de nuevo.
-¿En qué mundo andas? - susurró Isaza sacándome de mi ensoñación
-En este no desde luego - respondí - ¿Cuánto rato llevas ahí? - pregunté al verle apoyado en la puerta del porche
-El suficiente como para saber que pasa algo - se sentó a mi lado- llevas todo el día muy seria y callada...
-Anoche...tuve una de mis pesadillas - respondí - las que pensaba que ya tenía superadas
-¿Y por qué no me avisaron las chicas? - frunció el ceño
-Porque les pedí que no lo hicieran - susurré - fue la situación 'perfecta' para contarles todo de una vez...
-Y de ahí el humor de está mañana, deberías habérmelo contado - dijo a modo de regaño
-Lo sé y lo siento - dije cerrando el libro que tenía en las manos - pero no quería preocuparte, ni fastidiarte el día...
-Me preocupo porque te quiero - respondió tomando mi barbilla - y no me fastidias nada, así que no seas boba
Me dio uno de sus abrazos y un beso en la frente. Se quedó el resto de la tarde allí conmigo, hasta que los chicos reclamaron su atención. Así que él se fue con ellos, y yo fui con las chicas que estaban todas poniéndose guapas para la noche. Eli y Sue escogieron dos conjuntos de infarto. Eli se colocó un vestido sencillo, de color rojo pero con un escote que dejaría a Simón con la mandíbula en el suelo y Sue optó por precioso top negro que combinó con un short formal del mismo color. Supongo que esperaban que Simón y Villa se dejaran de tonterías de una vez. Tania y Aleja, fueron algo más sencillas y discretas, llevando un vestido de color amarillo suave y otro de color rosa, respectivamente.
Tras darme una ducha rápida, yo me decidí por un sencillo top de encaje blanco, una falda granate con vuelo y unas sandalias sin tacón. No me apetecía llevar el pelo suelto, así que me lo recogí haciendo dos trenzas de raíz. Nos maquillamos no muy exageradas y salimos en busca de los chicos, que ya arreglados nos esperaban en el patio. Lo habían decorado con lucecitas de colores y tenían preparado lo que parecía un escenario donde estaban colocadas la guitarras y un par de cajones de madera. Entendí que aquello era más cosas de Simón y Villa, dispuestos a recuperar a sus chicas, que del resto, pero era una sorpresa bonita y tocaba disfrutar de la noche. Tanto la cena como el postre estaban a la altura de toda aquella parafernalia que habían montado y el concierto privado que recibimos, no decepcionó a ninguna de nosotras.
ESTÁS LEYENDO
¿Quién te dijo esa mentira?
Fiksi PenggemarAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...