Capítulo 72

1.4K 96 52
                                    

(Inma)

Isaza me había pedido que lo esperará en la zona del backstage dónde ellos solían pasar los últimos segundos antes de salir al escenario. Tras los conciertos allí solo quedaban amplificadores, cables e instrumentos. Me senté sobre la parte trasera del escenario. Observé a algunos de los chicos del staff metiendo los instrumentos en sus maletas, para transportarlas después a la furgoneta. Sabía que Isaza aún tardaría así que para hacer tiempo aproveché para escribir algo en lo que llevaba ya unos días trabajando. Mis votos matrimoniales. Aún no teníamos fecha, pero me sentía inspirada y había empezado a escribirlos. Abrí la aplicación de notas y continúe lo que ya tenia escrito.

"Llegaste a mi vida sin previo aviso. Llegaste pisando fuerte. Rompiendo mis esquemas y cambiando por completo todos mis planes. Llegaste con tu carácter fuerte y decidido, que me devolvió una confianza ya perdida. Llegaste abriéndote paso en un laberinto en el que yo estaba perdida, para ayudarme a encontrar la salida. Consiguiendo sacar a la mejor versión de mi misma con paciencia y dedicación. Llegaste como si nada devolviéndome una ilusión que ya daba por perdida. Llegaste para ser un punto de inflexión en mi vida.

Y ahora, aquí estoy. Frente a ti, frente a toda esta gente. Nuestros amigos, nuestra familia. Para decirte que no puedo prometerte un para siempre, pero si un día a día. Para decirte que eres la persona con la que quiero compartir mi presente y también ese futuro incierto que nos espera. Para decirte que te quiero y te quise desde el primer momento. Para decirte que voy a quererte sin importar lo que venga, porque eres tú, mi hilo rojo, fuerte e irrompible. Así que estoy aquí para decirte 'Sí, quiero' ".

Los leí una y otra vez. Convenciéndome a mi misma de que eran unos votos decentes que emocionarían a Isaza llegado el día y que harían que yo me emocionara al pronunciarlos. 

-Te veo concentrada - oí a tan solo unos metros de mí

Sin alzar la vista ya sabía que no era Isaza quien hablaba. Esa voz grave, que despertaba todas mis pesadillas con tan solo decir 'Hola'. 

-¿Qué haces tú aquí? - pregunté alzando la mirada

Estaba apoyado en uno de los amplificadores, mirándome fijamente y con una de sus sonrisas burlonas en la cara. 

-Me enteré de quién era el estúpido por el que me habías reemplazado - respondió - y quería conocerlo, para mostrarle lo patética que eres en realidad

-Y si soy tan patética ¿por qué te empeñas en acosarme? -pregunté - ¿por qué no dejas de ir detrás de mí? No sé, quizá el patético eres tú 

Sabía que plantarle cara no traería nada bueno, pero mostrarle mi miedo era aún peor. Así que tenía que sacar la valentía de dónde pudiera y hacerle saber que yo era más fuerte de lo que él creía y que estaba cansada de ser su juguete.

-¿Cuándo te volviste tan respondona? - preguntó riendo y acercándose a mí

-Supongo que ya estoy harta de que hagas conmigo lo que te venga en gana - dije sin moverme de mi sitio

A pesar de mostrar aquella fortaleza, sentía como las piernas me temblaban por dentro. Deseaba que Isaza entrara allí y me ayudara a deshacerme de él. Estaba tardando en venir y me preguntaba que andaba haciendo en el camerino que le estaba tomando tanto tiempo.

-¿Sabes qué? - susurró a tan solo unos pasos de mí - me gusta esta nueva versión de ti, respondona, atrevida y mucho más sexy 

Se aproximó hasta donde yo estaba. Intentó acariciarme la mejilla pero aparté  la cara, manteniendo firme en mi sitio. Sonrió divertido y provocador, para después agarrarme por la cintura.

-No me toques - le aparté las manos - ¿se puede saber que es lo que quieres? ¿por qué tanto empeño en destrozarme? 

-No quiero destrozarte - respondió- pero cometiste un error al irte sin dar explicación alguna

-¿Y qué iba a hacer? ¿quedarme contigo? - lo miré con desprecio 

Me agarró la cara con un mano. Apretando mis mejillas con fuerza. Su mirada era oscura, llena de enfado y resentimiento.

-Calladita estás mucho más guapa - susurró - así que cierra esa preciosa boquita o voy a tener que enseñarte a no responderme así

-Si quieres que me calle - logré decir - vas a tener que callarme tú

-Te la estás jugando, princesita - me soltó la cara y yo retrocedí unos pasos

Tragué saliva. Estaba jugando con fuego y si seguía así solo iba a conseguir quemarme, pero tenía que vencer mi miedo. Enfrentarme al capullo cuyo único objetivo en la vida era evitar que fuera feliz. Al causante de todas mis pesadillas y de mis noches sin dormir durante meses. Tenía que plantar cara al imbécil que había dejado cicatrices y heridas difíciles de curar.

-Creía que te gustaba  esta nueva versión de mí - reí con sarcasmo 

-Ay, Inma - me agarró del brazo y tiró de mí hacía él - estás siendo una estúpida y estás colmando mi paciencia 

-No te cortes  ¡pégame! - exclamé casi gritando esperando que alguien me escuchara- hay cámaras por todos lados y no creo que tu papá - dije con tono burlón-  sea capaz de librarte de esta - lo empujé intentando quitármelo de encima

-Tus intentos son inútiles - me dijo- así que estate quietecita 

-Vete a la mierda - dije recalcando cada una de las palabras - ¿Quieres saber por qué me fui? Porque estaba harta de ti, de tus putos insultos y de que me trataras como la mayor basura de este mundo - empecé a decir- estaba cansada de que llegarás borracho e hicieras conmigo lo que te diera la gana. Estaba harta de andar fingiendo que era feliz contigo cuando lo único que me provocabas eran arcadas 

Veía como su rostro se volvía más y más oscuro a medida que yo hablaba. Su mano apretaba cada vez con más fuerza mi muñeca, pero ignoré todo aquello y simplemente dejé que las palabras salieran de mi boca, sin pensar en las consecuencias que pudiera traerme aquello. Él estaba inmóvil, mirándome con los ojos inyectados en ira. Aproveché ese momento para zafarme de su brazo pero él se adelantó. Soltó mi brazo dándome un empujón que hizo que perdiera el equilibrio. Oí la voz de Isaza maldiciendo a Leo antes de que todo a mi alrededor se volviera completamente negro.

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora