Capitulo 56

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(Inma)

Salí de la escuela sabiendo que aquel era mi ultimo día allí. Los niños me habían preparado una bonita fiesta de despedida con una tarta y regalos hechos por ellos mismos, dibujos y diferentes manualidades. Me iba apenada, porque adoraba pasar mi tiempo con ellos, pero me llevaba conmigo muy buenos y divertidos momentos y la satisfacción de haber puesto mi granito de arena en su futuro.

-¿Te hicieron llorar mucho? - preguntó risueño Isaza cuando me encontré con él en la puerta de la escuela 

-Solo un poquito -respondí reprimiéndome las lágrimas

-Oye no, no llores - dijo abrazándome 

-Es que voy a echar esto de menos - susurré

Se separó un poco de mí y sujetó mi cara con su manos, dejando un dulce beso en mis labios.

-Inma, en serio - dijo - pronto encontraras un sitio nuevo, donde te van adorar tanto o más que aquí, así que anima esa carita - rozó mi nariz con la suya - tienes que ver esto como el comienzo de una nueva etapa, en la que sigues contando conmigo

-¿Me quieres hacer llorar más o qué? - reí emocionada

-¿Por qué saliste tan llorona? - se echó a reír- no se te puede decir nada bonito

-Defecto de fabricación - respondí secándome las lagrimas- y ya no puedes cambiarme, perdiste el ticket de compra

Rodó los ojos negando con a cabeza y me dio un beso en la frente. Nos dirigimos al coche donde metimos la guitarra que Sebas me regaló, todos lo regalos que había recibido y alguna cosas más y fuimos a casa.  Me cambié de ropa por algo más cómodo y es que íbamos a pasar el fin de semana con el resto en una finca a las afueras de Bogotá, esa en la que nació oficialmente el grupo. Recogimos a Eli y Sue y pusimos rumbo a nuestro fin de semana en grupo. Para cuando llegamos, Alejo, Tania y los demás ya estaban allí. 

-Muy bien toca repartir las habitaciones - dijo Alejo

-Las chicas podemos dormir todas juntas en una - dijo Sue - y ustedes todos juntos en la otra.

-Me parece justo - dijo Tania- ¿Alguien tiene objeciones?

-¿Y si yo quiero estar a solas con Aleja? - preguntó Martín

-Pues te aguantas - respondió Eli riendo

-Yo solo quiero saber dónde está el baño - dije casi sonrojada - necesito uno de forma urgente 

-La puerta del final - dijo Alejo entre risas

-Gracias - dije casi corriendo

Cuando salí del baño fui a la habitación donde dormiríamos las chicas.Tan solo había tres camas y eramos cinco chicas, así tuvimos la brillante idea de juntarlas todas y hacer una hiper cama para dormir juntas. 

-Me pido uno de los extremos - dije - aunque me arriesgue a que me tiréis al suelo

-Yo me pido el otro - añadió Tania - que soy de las que se levantan varias veces en la noche

Salimos todas al increíble jardín donde los chicos ya estaban sentados alrededor de una mesa llena de comida. Isaza y yo estábamos decidido a contarles a todos de nuestro compromiso durante esa comida, así que pasado un rato tras empezar a comer, él llamó la atención de todos.

-¿Qué pasó Isaza? - preguntó Martín

-Inma y yo tenemos algo que contarles - respondió sonriente- durante nuestro viaje a Cartagena pasó algo que deben saber

-¡Ay dios! Ya la dejaste embarazada - bromeó Eli 

-No, no es eso - reí - no me hagas madre tan pronto por favor 

-Lo que queremos decirles - siguió Isaza- es que Inma volvió a Bogotá siendo algo más que mi novia...

-¿Se casaron sin avisar? - preguntó Sue 

-No, primita no - rodé los ojos - lo que quiere decir Juan Pablo,  es que durante el viaje me pidió matrimonio y...-hice una pausa

-¡Y aceptaste! - exclamó Sue llevándose las manos a la cara toda emocionada- pero...¿y el anillo?

Saqué el anillo del bolsillo de mi pantalón donde lo había metido cuando las chicas se subieron al coche y me lo puse.

-Isaza - dijo Eli agarrando mi mano - el anillo es precioso, tienes buen gusto

-Seguro que no lo eligió él - bromeó Martín

-Tuve algo de ayuda - dijo Isaza encogiendose de hombros

-¡Sabía que al final aceptarías casarte! - me miró con una ceja alzada - tantas negativas escondían un sí

-Yo pienso lo mismo - dijo Isaza riendo

-Tú mejor cállate que todavía está a tiempo de decir que no - bromeó Tania

-Primita, a mis brazos - dijo Sue abrazándome fuerte - no sabes lo que me alegro por ti, y tú, futuro primo político, más te vale cuidarmela o no vas a tener descendencia

Todos nos echamos a reír y nos felicitaron uno por uno. Siendo Villa quien me dio el abrazo más sentido.

-Me alegro mucho por ambos - me susurró - hacen una linda pareja y son como hermanos para mi

-Muchas gracias, Villito - reí - y más te vale ir a mi boda con Sue agarradita a tu brazo

Cuando acabamos de comer los chicos se pasaron dentro para echar unos partidos en la consola, Mientras nosotras nos quedamos en el jardín. Tania nos contó como iba con los votos de su boda y por un momento me puse en su lugar. Durante esto meses la había visto realmente estresada con algunos de los preparativos y casi me asustaba ponerme a pensar en el momento en que me tocara a mi. 

-¿Y nos vas a contar como fue? - me preguntó Tania, desviando el tema de  conversación

-La verdad es que lo preparó todo a conciencia - sonreí recordando esa noche - me compró un vestido, que por el color ya me hizo sospechar, reservó mesa en un restaurante que no tenia pinta de ser precisamente barato y antes del postre se declaró - dije - se le notaba nervioso y fue tan tierno que...

-No pudiste decir que no - dijo Tania acabando mi frase

-No solo fue por eso - susurré -después de todo lo que viví con Leo - hice un pausa recordando que ellas aun no sabían toda la historia - Isaza ha sido el giro que necesitaba en mi vida, me hace sentir bien conmigo misma y está sacando a la verdadera Inma de su escondite, así que ¿por qué no cometer esta locura?

-Nunca me imaginé a nadie hablando así de nuestro Juan Pablo - rió Tania - ese Leo tuvo que hacerte algo muy feo

-La engañó mil veces - dijo Sue - era un hijueputa

-No solo fue eso, hay mucho más- confesé- pero esa historia os la contaré en otro momento -dije- hoy es un día para celebrar

-En eso estoy de acuerdo - dijo Eli - por nuestras futuras señora de Posada y señora de Isaza 

Brindamos con nuestras cervezas y allí, entre risas y cotilleos pasamos gran parte de la tarde.

¿Quién te dijo esa mentira?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora